NON POSSUMUS
ENTRE
AMBIGÜEDADES Y AFIRMACIONES ESCANDALOSAS, ES POSIBLE SINTETIZAR LAS IDEAS
EXPRESADAS POR EL P. PFLUGER EN EL RETIRO QUE DICTÓ EN FLAVIGNY EN DICIEMBRE:
Los
tradicionalistas estamos encerrados en nosotros mismos, rígidos,
autosuficientes y llenos de temores infundados, siempre condenando, preocupados
más de la verdad que de la caridad.
Pero
la reforma de la Iglesia es más amplia que una vuelta a la verdad, es una
reforma de la vida toda, y de eso no nos hemos dado cuenta. Lo central no es la
verdad o la doctrina, sino la caridad y la vida en su totalidad.
No
hemos sido realistas, sino que hemos idealizado las cosas. Lo que parece
drástico en nosotros (como algunas actitudes de Mons. Lefebvre y la decisión
del capítulo del 2006 respecto de Roma) es, en realidad, circunstancial, es
decir, relativo a las condiciones del momento. Debemos dejar nuestra amargura y
buscar la alegría que hay en sentire cum Ecclesia y evitar las críticas al
Vaticano II.
Lo
primero es la caridad, no la verdad. Por eso no hay que ser rígidos idealistas,
sino que hay que ser realistas y tener caridad. No hay que pretender convertir
al Papa y a los conciliares: eso es inútil porque ellos no entienden nuestro
lenguaje y están preocupados de lo pastoral, no de lo doctrinal.
En
definitiva: lo que hay que hacer es salir de nuestro auto encierro, deponiendo
nuestras amarguras, nuestros temores hacia pretendidos lobos, y abandonando el sedevacantismo en que se cae
al rechazar el Vaticano II. Hay que
confiar en Roma, que ha dado muestras de buena voluntad, e intensificar las relaciones con los
conciliares. No debemos esperar ningún giro súbito en la crisis de la Iglesia.
La reforma de la Iglesia se producirá, pero gradualmente, y nosotros debemos
cooperar desde dentro, aunque estando protegidos. Hay que purificar a la FSSPX
de los elementos que se oponen a esto, pues para ser oídos debemos estar dentro
y ser dóciles al Papa. Nuestra vuelta al aprisco generará iniciativas de cambio
que llegarán gradualmente hasta el Papa, y entonces se producirá la esperada
reforma de la Iglesia.
TRES
COMENTARIOS:
No
otra cosa diría el diablo. También nos reprocharía privilegiar la verdad con
daño de la caridad, pero... “Nuestra
fórmula es muy clara y concreta. Es la siguiente: La suma intransigencia
católica, es la suma católica caridad”. Padre Sardá y Salvany",
"El Liberalismo es Pecado".
"Hay algunos que,
dejando de lado la fe, insisten en efectuar la unión en la caridad: es
imposible... el primer lazo de unión es la verdad".
P. Castellani, "El Evangelio de Jesucristo".
"Propio es del mal
espíritu morder, tristar y poner impedimentos inquietando con falsas razones".
San Ignacio, "Ejercicios Espirituales", n° 315.