Así titulan algunos sitios y blogs
católicos un artículo: “No somos Charlie
Hebdo” para declararse contrarios a las personas que salieron a la calle
a manifestarse con carteles que decían “Je
suis Charlie” en apoyo de la siniestrada revista francesa. Con este título
de “No somos…”, etc. quieren manifestar que se oponen a la práctica aberrante
de la blasfemia que acostumbra hacer el magazine “satírico” francés,
recientemente víctima de un atentado terrorista. Bien, dicen tal cosa y, a
continuación, ¿qué hacen? A continuación…hacen lo mismo que hizo “Charlie Hebdo”.
A continuación publican –y en tamaño
bien grande- las imágenes repugnantes con que la revista maldita blasfema de la
Santísima Trinidad y ofende gravemente a los católicos. Claro, lo hacen como
para que “se vea” la clase de cosas que publicaba hasta ahora el pasquín
atacado por supuestos musulmanes. Pero es absolutamente indignante y aberrante
que encima de que aquel engendro del demonio las hiciera públicas, ahora
también se publiciten y se dé mayor difusión desde algunos sitios que se dicen
católicos a unas imágenes que ni nos animamos a describir. ¿No les bastaba con
que esas imágenes ya hubieran circulado públicamente, como para darle ahora más
cuerda? Si alguien trucara una foto de su padre o de su madre o los
caricaturizara en poses sodomíticas, estos redactores y periodistas católicos, ¿la
darían a conocer a todo el mundo a través de sus pantallas? ¿O más bien
evitarían por todos los medios que se difundieran? Pues algo muchísimo más
grave es lo que se está mostrando en una ilustración satírica, algo monstruoso contra
Dios, y que lo único que puede hacerse es simplemente y como mucho contarlo sin
siquiera tener que dar todos los detalles. Bastará esto –y si quieren podrán
mostrar otras ilustraciones menos escandalosas y agresivas- para dar a entender
la clase de publicación de que se trata. Pero publicando las imágenes que han
publicado sólo logran escandalizar a los católicos que tienen sentido de la
pureza extrema con que hay que referirse a Dios y sentido del pudor en su propia
conducta, permitiendo además que esas imágenes sean levantadas por otros sitios
y blogs y así sean difundidas hasta el infinito por la inmensidad de la
internet. Señores, la escabrosidad pornográfica no requiere ser mostrada en sus
pantallas para que se la condene. Las blasfemias e insultos al Nombre de Dios y
la Virgen María no necesitan ser repetidas en sus artículos para que se
comprenda cuán graves son. Un tribunal competente puede inquirir la exactitud
de las citas blasfemas para juzgar y condenar tal acto, pero cuando un medio de
prensa se ocupa de multiplicar tales inmundicias lo único que hace es extender
la vida de aquello que debe ser cortado y censurado en el acto, porque ofende a
Dios y porque puede ser objeto ya de escándalo de las almas limpias, ya de
objeto de mal uso por las almas impías.
Otro sitio web, que no es como algunos
de los que aquí hacemos referencia ni “tradicionalista” ni “nacionalista”, sino
más bien “conciliar”, llamado "Infovaticana", también cae en lo aberrante, por ejemplo
cuando dice lo siguiente:
"La
Santísima Trinidad y el Arzobispo de París también fueron objeto de
las burlas de ‘Charlie Hebdo’ pero la fe Católica, a diferencia del Islam,
enseña el perdón a los que nos ofenden, y la Caridad está en el centro del
mensaje cristiano.
El
Arzobispo de París, el Cardenal André Vingt Trois, fue objeto de la sátira de
los humoristas de la revista ‘Charlie Hebdo’ pero su respuesta siempre fue el
silencio.
En una
portada de contenido blasfemo, los dibujantes hablaban de que el Cardenal de
París “tiene tres papás”, ilustrando la Santísima Trinidad en una imagen para
olvidar en la que respondían a la Iglesia por oponerse al mal llamado
matrimonio homosexual.
Desde la óptica cristiana la violencia es siempre
inaceptable, y el asesinato un crimen diabólico. Sólo Dios es dueño de la vida
y de la muerte. Matar en nombre de Dios nunca es lícito, sino que es una
blasfemia contra el mismo Dios, que es Amor.
Veamos: dicen, estos que pasan por ser de la “línea-media”
española, “ilustrando la Santísima Trinidad en una imagen para olvidar”, ¿y qué hacen a continuación con la “imagen
para olvidar”? La publican. O sea que si era para olvidar, ahora la quieren
hacer recordar, ¡Entonces no era para olvidar!
Y respecto del “perdón” del Cardenal Ving-Trois ,
afirmamos lo siguiente:
“Si soportar las injurias que nos alcanzan
personalmente (y respetar a las personas que las profieren) es un acto
virtuoso, soportar las que atañen a Dios es el colmo de la impiedad” (Santo
Tomás de Aquino). (Cita)
Y el ataque de la revista
fue directamente contra la Santísima Trinidad. La actitud del cardenal fue el
colmo de la impiedad. Claro que tratándose del judaizante Cardenal Ving-Trois,
no podía esperarse otro gesto. Y ahora ese señor se muestra “horrorizado” por
los periodistas asesinados. Como los infames de “Infovaticana” que afirman que “Desde la
óptica cristiana la violencia es siempre inaceptable” y justo
debajo exhiben una imagen blasfema de la Santísima Trinidad, que de tan
horrorosa ni nos detenemos a ver en todos sus detalles. ¿Esa violencia sí es
aceptable? Y dicen , debajo de esta hiriente imagen, lo siguiente, a manera de
burla: “Tras el ataque de
hoy en las oficinas de Charlie Hebdo, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo
de París, expresó su horror y su profunda compasión por las familias y amigos
de las víctimas. Con los católicos de París, condenó este acto de barbarie y
llamó más que nunca a trabajar para construir relaciones de paz y respeto mutuo
en nuestra sociedad”.
Este acto de barbarie periodística cometida
por muchos que como perfectos liberales abrazan los principios pero se
horrorizan de las consecuencias, lejos de ayudar a construir relaciones de paz y respeto mutuo en nuestra sociedad, contribuye
a apresurar el castigo que Dios envía cuando el hombre no adora ya a Dios, sino
a sí mismo o a cualquiera de sus ídolos, llámense estos la Libertad, la Nación,
el Hombre.