Dom Gérard
(Citado por P. Jesús Mestre, Credidimus Caritati N° 76, 2008):
“Si Roma nos
concede todo lo que pedimos y no nos pide nada a cambio, no podemos dejar de
aceptar”
Mons. de Galarreta
(Entrevista dada en Polonia el 7 de abril de 2013):
“Por supuesto
que lo mejor sería que Roma renunciara a los errores conciliares, regresara a
la Tradición y únicamente después, sobre esta base, la Fraternidad obtuviera
automáticamente un estatus canónico regularizado en la Iglesia. Sin embargo, la
realidad nos incita a no hacer depender un eventual acuerdo de una gran autocrítica
de Roma, sino de una atribución de garantías reales que Roma, tal cual ella es,
permitiera a la Fraternidad permanecer tal como es”.
Mons. Lefebvre
(Hablando de Dom Gérard,
cit. por P. Mestre, id.):
“Él no ve claramente
los problemas teológicos del concilio, de la libertad religiosa. No ve la
malicia de estos errores. Nunca se preocupó demasiado de esto. Lo que a él le
afectaba era la reforma litúrgica... Mientras le concedan lo que buscaba... eso
es lo que quiere y lo demás le es indiferente. Pero cae en una trampa porque la
otra parte no ha cedido nada de sus falsos principios...Es desastroso”.