Recibimos
vía correo-e este interesantísimo documental. Lo incluimos con el comentario
recibido.
Ante nuestros ojos se
viene gestando desde hace 50 años el mayor poder conocido por el hombre, capaz
de la destrucción absoluta de todos los valores conocidos, incluso los
religiosos, y que cada uno de nosotros ha comprendido, tolerado y hasta
propagado: los medios de comunicación. Y especialmente entre estos LA
TELEVISIÓN. No en vano decía el P. Castellani, que sería el vehículo de
propaganda del Anticristo. (C.A.)
Documental que sigue a
80 personas que se presentan voluntarias para participar en el piloto de un
nuevo concurso de televisión y que, sin saberlo, están participando en un
experimento similar a los que Stanley Milgram realizó en Yale en los años
sesenta para estudiar el impacto de la autoridad en la obediencia de la
población. Con ellos, Milgram pretendía encontrar una explicación al
sometimiento de la sociedad civil alemana bajo el mandato de Adolf Hitler.
En este concurso, una
glamorosa presentadora ordena a los concursantes que realicen descargas
eléctricas a sus compañeros de juego cada vez que éstos fallen las preguntas de
un cuestionario. El concurso comienza y, mientras tanto, un grupo de psicólogos
analiza los inquietantes resultados.
Aunque el concurso es
una farsa y las descargas eléctricas no son reales, ni el público en el plató
ni los participantes lo saben. Parte del juego les obliga a convertirse en
torturadores, realizando descargas eléctricas hasta niveles casi letales. El
concurso avanza, la presión del público y de la presentadora es fuerte. ¿Realizarán
descargas eléctricas los concursantes?, ¿hasta qué extremo serán capaces de
llegar? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer si una figura de autoridad nos lo
ordenara?
Este controvertido
documental generó titulares de prensa por todo el mundo tras su reciente
estreno en la televisión francesa. El experimento que muestra El juego de la
muerte es una llamada de atención sobre la obediencia ciega a la autoridad y el
poder de manipulación de la televisión.
Comentario Syllabus:
Después
de ver esto no podemos dejar de pensar en lo que está pasando en la FSSPX con
la obediencia a una autoridad que abusa del poder, censurando, persiguiendo, actuando fuera de la ley y con medios ilícitos, expulsando a un obispo, a sacerdotes y fieles, a algunos negándoles los
sacramentos y a otros prohibiéndoles libros con textos de Mons. Lefebvre,
llegando incluso al extremo de confinar por largos meses y someter a un juicio inicuo y
prohibirle su ministerio a un sacerdote. Y ante estos castigos injustos y arbitrarios,
los espectadores de la Neo-FSSPX sólo miran, algunos incluso aplauden, otros quieren hablar pero tienen miedo al "qué dirán", y los
ejecutantes obedecen aunque en el fondo sepan que hacen algo malo. Gracias a
Dios no todos se someten a este juego perverso, y algunos pocos resisten y
hablan claro. Es interesante ver cómo –y lo muestra bien el documental- se
puede llegar a actuar, por una cuestión de obediencia y ante la presión de una
mayoría, pensando tal vez que “si la autoridad lo avala, esto que parece malo
no lo debe ser tanto. Si no, la autoridad no lo permitiría”. Cuántos hay que
escucharán, como en el documental, ante las injusticias cometidas contra los
sacerdotes o ante las barbaridades doctrinales de Mons. Fellay: “Que no te impresione. Hay que
continuar”. Sin convicciones firmes y la defensa espiritual que nos da la
verdadera caridad que se sustenta en el amor a la verdad y el odio al error,
más allá de lo que piensen los demás, será muy difícil sustraerse a esta suave pero
masiva presión que en todos los ambientes se cierne sobre las personas para que
dejen de actuar como hombres en nombre de una mala obediencia.