“Creo que mi misión esencial y personal no es promulgar nuevos y muchos documentos sino actuar de tal manera que estos documentos (de Juan Pablo II) sean asimilados pues constituyen un riquísimo tesoro ya que son la auténtica interpretación del Vaticano II. Sabemos que el Papa fue el hombre del Concilio, que asimiló interiormente el espíritu y la letra del Concilio y, a través de estos textos, nos ha hecho en verdad comprender lo que quería y lo que no quería el Concilio”.
Benedicto XVI, entrevista en la TV polaca, 16 de octubre de 2005.