“La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, recibió, esta tarde, una carta del Papa Francisco,
enviada mediante la Nunciatura Apostólica en Argentina.
La misiva
del Sumo Pontífice responde una carta de Hebe, fechada el 14 de abril, en la
que le transmite su deseo de que visite al país y le cuenta detalles de los 40
años de las Madres.
Aquí,
ambos textos:
Buenos Aires, 14 de abril de 2017
Queridísimo Papa Francisco:
Te escribo para decirte cuánto te
necesitamos todos. La estamos pasando muy mal, el país parece una
montaña que se cae a pedazos como cuando sucede un terremoto.
Sé que no vas a venir, las Madres
estamos cumpliendo el 30 de abril 40 años de lucha, sin falta un solo jueves a
la Plaza. 2036 marchas, quedamos muy pocas, pero construimos un puente indestructible entre nuestros hijos y las
nuevas generaciones que se tomaron la Patria en serio, así que las Madres
moriremos tranquilas porque la lucha y la defensa de la vida está en las
mejores manos, ¡la juventud! que está comprometida con la lucha por los otros y
para los otros.
Francisco, te pido que el 30 no
te olvides de nosotras, que le pidas al Tatita Dios que
no nos abandone.
Me despido con un fuerte abrazo y
un “vení que te necesitamos”.
Hebe.
Pd: Sé que vos pensás que si
venís le hacés un favor al Pastor Mauricio. Yo te pido que pienses en cuanto
bien le harías a millones si venís”
“Vaticano, 5 de mayo de 2017
Sra. Hebe de Bonafini
Querida Hebe:
Muchas gracias por tu carta del
pasado 19 de abril. Te agradezco también el libro que me hiciste llegar con
motivo de la conmemoración de los 40 años de Asociación Madres de Plaza de
Mayo.
Te agradezco lo que me decís en
la carta y quisiera reiterar lo que dije tantas veces y te lo expresé
cuando estuviste en el Vaticano: frente al dolor de una madre que pierde a sus hijos de una manera
tan cruel y violenta siento un profundo respeto y la necesidad de acompañarla
con mi cercanía y oración. Sólo ella sabe lo que es ese
sufrimiento.
Todavía no hay nada decidido
sobre mi viaje a Argentina. Tengo en cuenta tus palabras.
Por favor, no te olvides de rezar
por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Afectuosamente, Francisco”
Leer el
intercambio epistolar provoca asco, náuseas, repulsión.
La Cerda
Madre evoca a los hijos que “se tomaron la patria
en serio”; es decir, tomar el poder para implantar la “dictadura del proletariado”, fusilando -Santucho dixit-
“a no menos de un millón de personas”. (http://www.alfinal.com/politica/97frases.php)
¡Y acto seguido le pide a Bergoglio que invoque
al “Tatita Dios”!
Por su parte, Bergoglio se presta al juego
subversivo de la Cerda Madre, cuando le contesta que
“frente al dolor de una madre que pierde a sus hijos de una manera tan cruel y violenta siento un profundo respeto y la necesidad de acompañarla con mi cercanía
y oración”. Él bien sabe que esos hijos perdidos de “manera
cruel y violenta” usaban modos no menos crueles y
violentos para eliminar a los enemigos de la revolución
marxista -¿lo sería la pobre hijita del Capitán Viola?- Además Bergoglio no puede ignorar que se trató de una guerra y guerra
revolucionaria -la peor de todas- donde no daba ni se pedía cuartel.
Y si a nuestros combatientes en algunos casos, se les fue la mano -¿en qué
guerra no pasa?- al final de cuentas salvaron a la Patria. Bien agradecidos
deberíamos estar, entonces.
En definitiva, la Hebe es una vieja de mierda y Bergoglio, alentando a la subversión,
un irresponsable o un cómplice.