miércoles, 8 de julio de 2015

LA FSSPX ES GRANDE…COMO EL TITANIC




El editor irresponsable ha dado la noticia objetiva y escuetamente. Hasta el momento ha suscitado un único comentario, celebratorio, en su sitio web, y nada más. El  informe dice así:


La FSSPX ha superado el número de 600 sacerdotes

Enviado por Moderador el Vie, 07/03/2015 - 16:50.
Durante las ordenaciones que han tenido lugar en el Hemisferio Norte durante los últimos días de junio, en especial el día de San Pedro y San Pablo, la FSSPX ha superado ligeramente el número de 600 sacerdotes, el más alto de su historia de 40 años.
Se ha puesto particular enfasis en las vocaciones que produce Norteamérica, que son principalmente de los EE.UU. ya que los aspirantes canadienses, mejicanos y otros suelen ir a estudiar a Ecóne o a la Argentina, mientras que los hablantes alemanes lo hacen en Zaitzkofen, Alemania, a la vez que existen otros dos seminarios en los que solo se dictan los cursos iniciales de espiritualidad y filosofía en Francia y en Australia.
Sobre la obra en construcción más grande de la historia de la institución y quizás la más grande en toda la Iglesia en este momento, hablan diversos sacerdotes en este vídeo.  
  
La noticia va acompañada de un video promocional:




Los negadores de la realidad que se empeñan en destruir la FSSPX desde adentro –creyendo hacer un gran bien, no lo dudamos- dirán que toda crítica o comentario no laudatorio a la anterior noticia ha de provenir del “celo amargo”, del “resentimiento”, de la “envidia”, en fin, de cualquier cosa, menos del amor a la verdad. Pues bien, las cosas deben decirse con claridad. Decía el Padre Castellani que “en la Argentina faltan unos doscientos cincuenta sacerdotes; pero sobran unos quinientos” (El Evangelio de Jesucristo, Domingo sexto después de Pentecostés). La Neo-FSSPX tiene 600 sacerdotes, pero…pero…NINGUNO se atrevió a abrir la boca públicamente para impugnar las recientes declaraciones de su Jefe el Superior General, que afirma estar de acuerdo con un nuevo rito bastardo, mezcla de la misa tradicional y el novus ordo, viejo proyecto de los masones que así lograrán la síntesis hegeliana de un nuevo único rito de la Nueva Iglesia del Nuevo Orden Mundial. Quizás eso ocurra porque la Neo-FSSPX, inficionada de liberalismo en su conducción, está adulterada, y entonces produce “cruzadas y apostolados ineficaces y vacuos; intrigas eclesiásticas; sacerdotes mecanizados, profesionales de la devoción o la enseñanza; hombres puerilizados o mistificados, superiores ‘inferiores’” (P. Castellani, Diario, 5/XI-1947, Castellani biografía por S. Randle). De tal manera que la propia congregación mecanizada y al servicio de sí misma, con su “máquina de hacer sacerdotes” ha logrado que la “pasión por la unidad” reemplazara el “celo por la verdad”. “Filosóficamente, la cosa tiene su raíz en una “mecanización” sociológica de los grandes organismos espirituales, semejante a la arterioesclerosis: la máquina sustituye a la mente y los automatismos a las inteligencias; fenómeno general del mundo contemporáneo” (P. Castellani, Borrador de carta al P. Melchiori, Roma 21-5-47). Por lo cual ya no existe el escándalo cuando se vulnera la verdad, sino cuando se objeta la obediencia al liberalismo de un Superior de la congregación.

Todavía aparece por ahí un leguleyo de los que defienden a capa y espadita (o si se prefiere, a ondita) a la Neo-FSSPX en la Internet, diciendo que “La FSSPX no ha claudicado allanándose a los errores del Concilio Vaticano II o a los de su praxis (novus ordo, etc)”, cuando vemos que Mons. Fellay  ha redactado una declaración doctrinal presentada a Roma donde acepta la legitimidad y validez del novus ordo y los sacramentos reformados de los modernistas, y ahora ya no se cohibe y declara  francamente que está a favor de la fusión o mezcla del rito tridentino y el rito de Pablo VI (ah, pero de esto NO SE HABLA). Agrega además el neo-fraternitario lo siguiente: “Como corolario, nos gustaría dejar sentado cuáles son las posiciones que se apartaron de la "línea de cresta" en este punto. Son aquellas que aceptaron el bi ritualismo o la "aceptación a la luz de la Tradición". Sería el caso de los institutos que se ampararon en el Motu proprio "Eccelsia Dei"  en 1988  (de clara filiación "farisea") o más tarde de los escindidos de Campos. Luego, el caso del IBP (y probablemente de los "Redentoristas transalpinos") es atípico. En sus estatutos se contiene la celebración "exclusiva" de la misa tradicional y la facultad de "crítica constructiva" del Concilio pastoral Vaticano II. No hay claudicación, sólo que se han puesto voluntariamente en "estado de necesidad" latente (siempre que no cuenten con Obispo tradicional para las ordenaciones sacerdotales). En todo caso, no se debe confundir persecución (por parte de la autoridad) con claudicación (en la Fe).”

Vaya no hay claudicación del IBP, dice el neo-fraternitario. Pero el mismo IBP afirma lo siguiente:

“El Instituto del Buen Pastor, para sus celebraciones litúrgicas, según sus estatutos aprobados por la Santa Sede, debe conservar como rito propio la liturgia romana  contenida en los libros litúrgicos aprobados por el Papa Juan XXIII en 1962 (Misal, Pontifical, Ritual y Breviario Romano). Además de habérsele solicitado colaborar, en lo posible, con el Santo Padre en lo que él mismo ha denominado la “hermenéutica de la continuidad” del Concilio pastoral Vaticano II (cfr. Alocución del Santo Padre a la Curia Romana con ocasión de la Navidad de 2005).”

Es decir que además de aceptar la convivencia con un rito bastardo protestantizante, y de aclamar a los “santos” Juan XXIII y Juan Pablo II, debe colaborar con la farsa de la “hermenéutica de la continuidad” que quiere conciliar la tradición con el modernismo. Pero el neo-fraternitario, fresco como una lechuga, sale con tales tonterías de que no hay claudicación.

600 sacerdotes y ninguno es capaz de alzarse en nombre de Cristo a defender el honor de nuestra religión y su santa doctrina: eso sí se llama claudicación.

Sí están dispuestos cuando los requiere la autoridad para salir frente a cámaras a exaltar las formidables virtudes de la propia congregación, con una sonrisa pegajosa. Por supuesto, esto último no entraña riesgos, antes bien, recomendaciones y palmaditas en la espalda de los superiores.

“Conozco bien tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Mas por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, estoy para vomitarte de mi boca. Tú estás diciendo: Yo soy rico, y hacendado, y de nada tengo falta; y no conoces que eres desdichado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo. Aconséjote que compres de Mí el oro afinado en el fuego, con que te hagas rico, y te vistas de ropas blancas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos con colirio para que veas".
Apoc. 3, 15-18.