La jornada de
inauguración del primer priorato de la Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre (en
Francia), fue de lo más exitosa. Nuestros dos obispos estuvieron presentes y
Mons. Williamson celebró una Misa Pontifical asistido por los amigos de San
Juan Bosco. El marco fue a la vez sencillo y digno, y la ceremonia fue
magistralmente preparada por un maestro de ceremonias muy bien preparado.
El sermón fue de mucha actualidad (como debe ser
todo sermón episcopal), y Monseñor insistió en el hecho de que la autoridad
debe estar al servicio de la verdad. Cosa evidente pero que ya no parece de
actualidad en la FSSPX.
La comida que siguió fue muy original: todos fueron
invitados a desayunar bajo la sombra refrescante de los robles de Villeneuve.
La alegría y serenidad era muy palpable en los rostros del clero y de los
fieles, finalmente reunidos después de las terribles persecuciones y presiones
morales de este mundo liberal.
Muchos niños amenizaron este ambiente campestre.
Después de la comida digna de las tradiciones
francesas, Mons. Williamson, Mons. Faure, los P.P. Pivert y Pinaud dirigieron
cada uno una pequeña alocución sobre la situación actual. El P. Pinaud nos
relató historias increíbles de su encarcelamiento en Jaidhof.
La jornada terminó con las Vísperas y un Rosario
ante el Santísimo Sacramento. Y cada quien partió a seguir su combate, con el alma
revitalizada por tan bello día.