UNA ESTRATEGIA RASTRERA
Un verdadero "papelón" ha hecho Ménzingen al correr a
"denunciar" la consagración de Monseñor Faure. Hasta los
conservadores se sonrojaron ante la histérica reacción de la cúpula
liberal de la FSSPX. Por eso Tornielli titula así su artículo de ayer: "La
FSSPX 'excomulga' a Williamson". La maniobra del Capitán del
Titanic tradicionalista consistió en lucirse ante Roma condenando a
los "cismáticos" antes que la misma Roma, pero el carácter
manifiestamente rastrero de esta estrategia está causando vergüenza y
molestia al interior de la misma FSSPX, como es el caso de varios
sacerdotes del Distrito de Francia, quienes ya no están dispuestos a soportar
la deriva liberal de Ménzingen por mucho tiempo más, y para los que este
episodio puede ser la gota que rebase la copa.
LO QUE BUSCAN LOS "DENUNCIANTES", IGUALMENTE EXCOMULGADOS A
LOS OJOS DE ROMA LIBERAL Y MODERNISTA, ES SER ACEPTADOS POR ÉSTA.
Mons. Fellay necesita congraciarse con Roma liberal y apóstata a fin de
conseguir la "estampilla" de católicos. Sí, porque Roma lo sigue
considerando excomulgado a él y los otros dos Obispos de la FSSPX, según ha
aclarado el Card. Müller: "La excomunión canónica de los
obispos por las ordenaciones ilegales ha sido revocada, pero queda la
excomunión sacramental, de facto, por el cisma" (sobre esto, leer
más acá). Con la insólita
"denuncia" que la Neo-FSSPX hizo ayer, se espera que Roma levante la
condena que pesa contra la Neo-FSSPX, disminuya las exigencias y abra las
puertas; todo como premio a la "buena conducta" de ésta. La respuesta inicial de
Roma, dada por Mons. Pozzo, no se hizo esperar: la Fraternidad fue felicitada,
se le aseguró la continuación de las conversaciones y se le volvió a ofrecer la
prelatura personal. Las 30 monedas están ahí, esperando todavía.
OTROS TIEMPOS...
Algo como esto jamás se volverá a escribir en la FSSPX:
..."Por medio de su carta del 1º de julio pasado, Ud. se creyó
obligado a informar a S. E. Monseñor Marcel Lefebvre, a S. E. Monseñor Antonio
de Castro Mayer y a los cuatro obispos que fueron consagrados..., su excomunión
latae sententiae. Juzgue Ud. mismo sobre el valor de una tal
declaración que viene de una autoridad que rompe en su ejercicio con aquella de
todos sus predecesores hasta Pío XII, en el culto, la enseñanza y el gobierno
de la Iglesia.
En cuanto a nosotros, estamos en plena comunión con todos los
Papas, y todos los Obispos que han precedido al Concilio Vaticano II,
celebrando exactamente la Misa que ellos codificaron y celebraron, enseñando el
Catecismo que ellos compusieron, oponiéndonos contra los errores que ellos
condenaron muchas veces en sus encíclicas y cartas pastorales. Quiera
Ud. entonces juzgar de qué lado se encuentra la ruptura. Estamos extremadamente
apenados por el enceguecimiento de espíritu y el endurecimiento de corazón de
las autoridades romanas.
...nosotros jamás quisimos pertenecer a ese sistema que se califica a
sí mismo de Iglesia Conciliar y se define por el Novus Ordo Missae, el ecumenismo
indiferentista, y la laicización de toda la sociedad. Sí, nosotros no formamos
parte, nullam partem habemus, del panteón de las religiones de Asís; nuestra
propia excomunión por un decreto de Vuestra Eminencia o de otro discasterio no
sería más que la prueba irrefutable. No pedimos nada mejor que el ser
declarados ex communione, fuera de la comunión, del espíritu adúltero que sopla
en la Iglesia desde hace veinticinco años, excluidos de la comunión impía con
los infieles...
El ser asociados públicamente a la sanción que fulmina a los seis
obispos católicos, defensores de la fe en su integridad y en su totalidad,
sería para nosotros una distinción de honor y un signo de ortodoxia delante de
los fieles. Estos, en efecto, tienen absoluto derecho de saber que los
sacerdotes a los cuales se dirigen no están en comunión con una iglesia
falsificada, evolutiva, pentecostal, y sincretista"... (Carta Abierta de los
Superiores de la FSSPX al Card. Gantin, Prefecto de la Congregación para los
Obispos, de 1-7-88).