ORACIÓN DE SAN PIO X
Oh,
Virgen Santísima, que habéis sido agradable al Señor y os convertisteis en su Madre;
Virgen Inmaculada en vuestro cuerpo, en vuestra alma, en vuestra fe y en
vuestro amor, mirad con ojos benévolos a los infelices que imploran vuestra
poderosa protección.
La
serpiente infernal, contra quien fue lanzada la maldición primera, continúa
combatiendo y tentando a los pobres hijos de Eva. Vos, Madre nuestra bendita,
nuestra Reina y Abogada, vos que habéis aplastado la cabeza del enemigo desde
el primer instante de vuestra concepción; acoged las plegarias que, unidos a
vos en un solo corazón, os rogamos presentéis ante el trono de Dios, para que
jamás nos dejemos arrastrar a las emboscadas que nos son preparadas, sino que
alcancemos el puerto de salvación, y que, en medio de tantos peligros, la
Iglesia y la sociedad cristiana canten una vez más el himno de la liberación,
de la victoria y de la paz. Amén.
Invocación final:
Corazón
Inmaculado de María, ruega por nosotros (tres veces).