jueves, 23 de octubre de 2014

RESISTENCIA AMBIGUA



PCI. Cada vez más desacertado. Y además, descuidado. Ver cómo ha quedado la imagen de Ntra. Sra. descabezada, en el sitio web filo-fraternitario. Inadmisible, pero tal vez simbólico de lo que ocurre hoy con la Neo-FSSPX.


“Hace poco menos de 2 larguísimos años que el Horror se ha encarnado en la persona del actual (mientras nadie pruebe lo contrario) pontífice romano. Quien con prolija y acelerada gradualidad ha ido ejecutando las obras de su programa de gobierno. Ha convencido a la gran masa de los católicos que era posible, en nombre de la Misericordia de Cristo, abolir las Enseñanzas de Cristo.”

Esto dice Marcelo González en Panorama Católico Internacional . ¿Hace menos de dos años que el Horror apareció en Roma? Pero cómo ¿no sintió horror con las barbaridades de Juan XXIII, de Pablo VI, de Juan Pablo II y Benedicto XVI? ¿No fueron un horror el Vaticano II, la imposición del Novus Ordo, el nuevo Catecismo holandés, las Jornadas de Asís, los besos al Corán, las visitas a las Sinagogas, las sanciones y persecución a Mons. Lefebvre y la Tradición católica, etc, etc, etc? ¿Este periodista se hace el desentendido, o qué? Decía hace muchos años Mons. Lefebvre que “El Vaticano II es un esfuerzo para reconciliarse con el 89. ¿Se dan cuenta? ¡Es aterrador!” El Horror, sí, muestra toda –o más bien, casi- su dimensión con más obviedad y aceleración en Francisco, pero Francisco es hijo de aquellos horrores contra los cuales se levantó Mons. Lefebvre y son lo que lo llevaron al mismo M.G. a acudir a la FSSPX. ¿Entonces a qué viene ahora este discurso de línea-media que parece recién ahora despertarse y horrorizarse como si antes no hubiese pasado nada?
Pero más abajo de las líneas citadas en ese mismo sitio web pregona un “programa de la resistencia”. Vamos a verlo (y comentarlo en rojo):


“El programa de la resistencia


Esto nos exige poner en marcha un programa de resistencia (interesante observar que recientemente el P. Bouchacourt ha dicho que en la Fraternidad no son resistentes sino combatientes; ¿Cómo compatibilizará M.G. esa opinión que es por todo lo que se puede ver la posición oficial de la Neo-FSSPX, con su permanente adhesión y defensa de la misma? ¿O será que ha comenzado a dudar?) sobrenatural en el sentido del que comentamos hace poco aquí:
1.     -Católicos, familias, sacerdotes, religiosos: acérquense a estos lugares donde se ofrece lo que la Iglesia ha ofrecido siempre. (Bien dicho. Y ya que está ¿por qué no aclara cuáles son, por si hay algún desinformado? ¿O es todo lo mismo? ¿Está recomendando también ir a los lugares de la Resistencia que encabeza Mons. Williamson? Cuidado con su ambigüedad porque en la Neo-Fraternidad están vigilando los sitios y blogs adictos en espera de un alineamiento perfecto con el Superior general…)
2.     -Busquen la certeza de lo que la Iglesia ha atesorado siempre y apártense de lo que resulta dudoso o confuso. (Entonces quienes sigan sus consejos deberán en primer lugar apartarse de su sitio web…por lo menos en este asunto pues no es del todo claro)
3.     -Busquen la doctrina y también a quienes viven conforme a esa doctrina, más allá del grado de virtud que cada uno alcance.
4.     -Sacrifiquen a ese fin todo lo demás. (Puntos 3 y 4 compartimos lo dicho)
5.     -Busquen la proximidad con LA MISA como el objetivo primero de todo católico en este tiempo.
6.     -Junto con LA MISA, busquen la proximidad con aquello que LA MISA produce: sacramentos y vida real al amparo de dichos sacramentos: comunidad cristiana, escuela cristiana, cercanía entre los fieles. (¿Nada que decir contra el contagio liberal que hay en congregaciones que celebran la Misa tradicional y además tienen todo eso que él quiere? ¿Entonces se puede ir a la Misa de Mons. Rifán, a la de la Fraternidad San Pedro, la de Una voce, cualquiera del motu proprio,  la de la FSSPX…o también las de la Resistencia antiliberal y antifellecista de los que algunos llaman “williamsonianos”?)
7.     -Ningún motivo humano puede ser óbice para alejarse de los lugares donde se ofrecen –hoy tan escasamente- los medios de salvación. (Desde luego que no, pero sí motivos de orden sobrenatural. Como dijo el citado por él en su sitio Dr. Caponnetto en un reciente artículo: “Nunca es legítimo seguir al que me lleva al error”. Y que alguien me presente solo la Misa mientras por debajo me intenta disminuir la fe, es inaceptable. Al fin y al cabo los que hicieron el concilio tenían la Misa tradicional y los sacramentos tradicionales, y sin embargo fallaron en la fe. Algo que deja muy claro Mons. Lefebvre es lo siguiente: P: ¿Existe un peligro en permanecer amigos con Tradicionalistas que se han pasado a Roma, y en asistir a sus Misas? R: Sí, porque en la Misa no solamente está la Misa sino que también está el sermón, la atmósfera, los entornos, las conversaciones antes y después de Misa y así sucesivamente. Todas estas cosas hacen que usted poco a poco cambie sus ideas. Hay un clima de ambigüedad. Uno está en una atmósfera sumisa al Vaticano, sujeto en esencia al Concilio, así es que uno termina deviniendo ecuménico.  Fuente)
8.     -La energía que muchas veces se vuelca en conocer y criticar los desvaríos del clero, ponerla en la construcción de una comunidad católica centrada en LA MISA. (Sí y no. No hay que poner sólo el foco en lo primero descuidando lo segundo, pero no hay que descuidar lo primero para que no sea inútil lo segundo. M.G. es contradictorio: por un lado afirma que lo suyo es un programa de resistencia, y por el otro parece acercarse a la posición del acuerdista Padre Simoulin cuando dijo que “el alma de nuestra actitud en la Iglesia es una posición de fidelidad, de preservación y de construcción, antes de ser una actitud de resistencia” Fuente. Defender la verdad significa a la vez resistir al error.)
9.     -Busquen al sacerdote fiel a LA MISA (aunque lo sea sólo de deseo) y apóyenlo para que levante un lugar de culto a fin de que en torno a él se forme una pequeña cristiandad. (¿Fiel a la Misa o fiel a la Doctrina católica que se expresa también y fundamentalmente como centro en la Misa? Puede haber sacerdotes fieles a la misa por una cuestión estética o de simple rutina pero que poco a poco van descuidando sus deberes de custodiar la fe, y entonces ello se torna peligroso. M.G. lo que hace con esta posición es seguir –voluntariamente o no- a Mons. Fellay cuando por afirmarse sólo en la Misa deja de lado el combate por el Reinado de Cristo).
10. -Funden las nuevas familias bajo esta consigna sin la cual difícilmente alcancen su fin natural y sobrenatural: santificarse con LA MISA, vivir allí donde se ofrezca LA MISA, o traer LA MISA al lugar donde las familias están (Perfecto. ¿Y qué hay de la Palabra de Dios? ¿O se trata simplemente de acudir a la Misa mecánica y farisaicamente, como tantos en los años ’50, lo cual ocasionó el desplome del Vaticano II? ¿Y aquellos que no disponen de la Misa sino tras un muy largo período de tiempo por escasez de sacerdotes, qué harán?). Y con ella la escuela, y la vida de la comunidad, por pequeña que sea, que tenga a Cristo como Rey y a María como Reina.
Ha llegado el momento de deponer excusas como la (falsa) obediencia (¿Lo dice por lo que ocurre también en la neo-FSSPX?), o la (mentirosa) imposibilidad de hacer algo. Los que somos fieles católicos de a pie, o curas de parroquia, que estamos en la última grada de la jerarquía católica o sujetos a ella, podemos hacer mucho, todo. (Empecemos por decir toda la verdad, por ejemplo de lo que ocurre dentro de la Neo-FSSPX, que PCI ha venido omitiendo u ocultando desde hace mucho tiempo. Hay que empezar por el deber de estado, en vez de decir a los demás lo que deben hacer si no se cumple primero con el ejemplo).
Podemos defender la Fe, que es obligatorio cuando la Fe está en peligro, como señala la doctrina y expresamente el Derecho Canónico: exigencia inexcusable de todo bautizado. Hoy ya no es posible profesar la Fe sin defenderla.


Es tiempo de conversión
Ya no es tiempo para el tímido, para el cómodo, para el gritón o el purista.
No hay modo de excusarse bajo el Ubi Petrus ibi Ecclesia. Petrus esta notoriamente extraviado (¿recién ahora?), si no es, acaso, un enemigo consciente, un agente del Maligno (lo es sépalo o no, con o sin intención). La Iglesia está con todos los Pedros que han sido fieles a Cristo a lo largo de la Historia. De la boca de este “Pedro” solo sale confusión y malas obras (¿Y de su tan defendido Benedicto XVI, no salían esas cosas? ¿Y de su defendido Mons. Fellay no salen confusión y malas obras?). Parece difícil que tuerza ya su plan –que lo es-, tan solo nos engañará con maniobras de distracción (Exactamente lo mismo puede decirse de Mons. Fellay). Sus objetivos han sido claramente planteados y ejecutados con asombrosa energía.
No es tiempo para el cómodo: “yo tengo donde refugiarme, el resto, si no quiere venir, que se arregle”. Es hora de invitar con urgente insistencia y el corazón lleno de la caridad de Cristo a todos los que están en riesgo de hundirse definitivamente en la ciénaga del mundo actual. De irlos a buscar. De darles una caritativa bienvenida (¿para después llevarlos todos juntos a Roma como quiere Mons. Fellay?)
Ya no es tiempo para el gritón que declama su fidelidad recriminando de un modo insolente las miserias ajenas (y olvidando las propias). No se edifica la Iglesia solamente con la fidelidad a la Fe, sino con las obras de la Fe (Perfecto, pero antes de hacer obrar la Fe hay que ser fiel, pues cuando se es infiel se termina perdiendo la caridad). Que son las obras de la Misericordia. 
Corporales
1.ª Visitar y cuidar a los enfermos.
2.ª Dar de comer al hambriento.
3.ª Dar de beber al sediento.
4.ª Dar posada al peregrino.
5.ª Vestir al desnudo.
6.ª Redimir al cautivo; y
7.ª Enterrar a los muertos. 
Espirituales
1.ª Enseñar al qué no sabe
2.ª Dar buen consejo al que lo necesita.
3.ª Corregir al que yerra.
4 ª Perdonar las injurias
5.ª Consolar al triste.
6.ª Sufrir con paciencia los defectos del prójimo; y
7.ª Rogar a Dios por los vivos y difuntos. 
Si hacemos esto nos santificamos y lo que más necesita hoy la Iglesia es santidad. (De acuerdo)
No es tiempo de puristas (Esto es ambiguo, parece propio de Francisco. ¿Qué quiere decir con puristas? ¿Puritanos? ¿Integristas? ¿Qué?) ni de obreros celosos de lo que el Dueño de la Viña paga a cada uno (De acuerdo). Hoy no se puede aletargar el espíritu recordando lo que cada uno dijo en tal o cual momento (Vuelve a aparecer la retórica del P. Simoulin, que es similar a la del Cardenal Di Noia). Hoy es tiempo de subir a los botes salvavidas que el tradicionalismo (en su amplia expresión) ofrece a los que son arrojados de la Nave de la Iglesia (Pues lo que está buscando Mons. Fellay y sus cómplices desde hace muchos años es volver con esos botes a la Roma modernista, ¿se entera usted? Diecisiete años desde la creación del GREC. Por otra parte, “en su amplia expresión”, ¿qué quiere decir? Esta de MG parece ser una verdadera confesión. Sólo un liberal puede promover una idea tan falsa del tradicionalismo. El verdadero tradicionalismo es esencialmente antiliberal (es decir, enteramente católico) mientras que el falso tradicionalismo o "tradicionalismo en su amplia expresión" es ese grupo que comprende desde los sedevacantistas hasta el cura diocesano que a veces celebra la Misa Tridentina. Este falso tradicionalismo se centra en lo secundario, la liturgia, en lugar de fundarse en lo esencial: la fe, doctrina, la Verdad. Traga el camello y cuela el mosquito... Por eso el "tradicionalismo amplio" de MG no es la solución a nada, sino la más refinada trampa satánica, una impostura liberal, la vertiente "conservadora" de esa diabólica mezcla de Verdad Católica con ideas liberales y herejías que está demoliendo a la Iglesia desde el concilio. ¿Acaso se pretende hacer un “ecumenismo” de la Tradición para que se unan todos los que están hartos de Francisco?), hasta que Dios -por el rayo y el fuego, o cualquier otro medio que su Divina providencia haya previsto- deponga de sus sitios y cargos a los enemigos de Cristo que tienen secuestrada a la Iglesia. La parábola de los obreros debe ser suficiente advertencia, en particular para los tradicionalistas:
“Y por eso los grandes peligros y tentaciones para nosotros son de abatimiento, de derrotismo, de desesperanza, de desesperación… cuando esa Fe no está acompañada de la Esperanza cristiana, que es la fortaleza más sobrenatural, puesto que radica en la voluntad misma.
“Y la otra gran tentación es caer en la tristeza, en la acedia,  la amargura… y lo que es peor, el celo amargo. Esos son los peligros que nosotros sufrimos. Y no basta conservar la Fe. Hay que conservar la Fe que es operante por la caridad. Esa es la única que salva. (Absolutamente de acuerdo. Pero, ¿se dio cuenta que lo que está faltando dentro de su “arca tradicionalista” llamada FSSPX es la caridad, o todavía no se entera? ¿Y no vio acaso las fallas doctrinales que ha habido? Si no las vio es porque Ud. está confundido o mira para otro lado. Si esto es así todo su bonito discurso no conduce verdaderamente a buen puerto y es sólo un desahogo hecho en voz alta, como tantos que estamos presenciando en estos días en sitios y blogs de línea-media que comienzan a despertar de su larga siesta).
“San Agustín tiene una frase que ya alguna vez les he citado, pero que me place recordar hoy: es una oración que le hace a Dios y le dice: “Señor, envía mitigationes, envía dulzura a mi corazón para que el amor de la verdad no me haga perder la verdad del amor”. Y creo que podríamos agregar pedirle a Nuestro Señor su gracia para que ese amor de la verdad que tenemos ¡porque lo tenemos! (Entonces empiece a decir la verdad de lo que sucede dentro de la Neo-FSSPX, pues el signo de que se tiene amor verdadero a la verdad es el odio al error) no nos haga perder la verdad de la Esperanza y la verdad de la Caridad. Porque esa Verdad en quien creemos es Dios, es Nuestro Señor Jesucristo, y Él es nuestra Esperanza. ¡Esa es la Verdad! (Mons. Alfonso de Galarreta, Homiía del 12 de abril de 2009) (Bueno, citar a ese señor, al obispo democrático cómplice del traidor Mons. Fellay es toda una declaración de que M.G. está perdido “como perro en cancha‘e bochas”…)
La Santificación de la Iglesia está en nuestras manos
La santificación de la Iglesia depende de cada uno de nosotros (La Iglesia es santa y Ella nos santifica a nosotros. Por ella nos vienen las Gracias. La Iglesia es indefectible.). A decir verdad, cada uno de nosotros es partícipe necesario de la noche de la Iglesia, en buena medida por omisión, por no sacudirse sus miserias. (Indudablemente, por no amar suficiente la verdad, no desear la santidad, no velar y orar)
Y también es partícipe necesario de su restauración, en la medida en obre las obras de la Fe. Para hacerlas, para tener la luz, la claridad, la fuerza, la voluntad perseverante de hacerlas, es necesario santificarse (El último remedio nos lo dio Ntra. Sra. en Fátima con la devoción a su Inmaculado Corazón, el rezo del santo Rosario y la Consagración de Rusia por el Papa con los obispos). Velar, orar, frecuentar los sacramentos, rezar devotamente el Rosario, sacrificar el propio orgullo, practicar la mansedumbre… (Esto está muy bien. Pero ad extra, ¿no hay que combatir el error con el testimonio de la verdadera doctrina?)
“Buscad primero el Reino de Dios y su Justicia, el resto os será dado por añadidura”. Vamos por todo: por el Reino. La añadidura será una Iglesia reformada en sus costumbres y en la santidad de sus miembros.
Mirad a María…
En la noche oscura, cabe esperar especialmente el auxilio de la luz de quien la recibe de Dios, sin mácula, y la refleja, sin mácula, con la mayor fidelidad. La luz de quien se ha asociado de tal modo a la obra redentora que la Iglesia llama la Correndentora.
Ella, dicen los santos, es como la luna, que brilla con luz ajena, porque es criatura, pero tan excelsamente que Dios ha querido sea la causa instrumental de su salvación. Y que administre  los méritos infinitos del Santo Sacrificio Redentor de la Cruz. Protagonista de primer rango en estos tiempos.
Ella nos ha llamado a rezar el Rosario, a sacrificarnos, a pedir urgentemente por las almas de los “pobres pecadores”.  Nos ha advertido de los peligros y los castigos en Fátima. Parece que no hemos hecho lo necesario, los castigos se nos han venido encima. 
Roguemos ahora a Nuestra Señora, la Corredentora, que abrevie los tiempos y regatee ante su Divino Hijo un número pequeño de justos, necesarios para que la ira divina se atenúe, en particular sobre quienes por confusión o abandono de sus pastores están extraviados, y sobre los que por debilidad y flaqueza humanas, no hemos sabido dar satisfacción a sus pedidos. (Acordamos)
Maria, Auxilium Christianorum, ora pro nobis.

Parece que el tema de ir a Roma –que es la posición oficial de la Neo-FSSPX- el editor y responsable de PCI no se animara a tocarlo, que no queriendo dar su adhesión, tampoco quisiera dejar sentada claramente su posición. No es el único que actúa de tal modo, “entre el sí y el no”, como diría un acuerdista. Pero es N.S. quien nos ha enseñado que debemos hablar “sí, sí, no, no” y ante un tema que involucra la continuidad de la obra de la Tradición que quien escribe aquello predica, no debiera soslayarse. Sin embargo, vuelve a escribirse allí algo insustancial, contagiado de la vaguedad fellecista que no se anima a hablar con absoluta claridad, por miedo a “ofender a alguien”. ¿Hasta cuándo?

Monseñor Lefebvre concluía así su “Itinerario espiritual”, siendo absolutamente claro sobre este tema, porque es cuestión no sólo de qué debemos hacer, sino de qué nos debemos abstener para conservar la Fe y transmitirla caritativamente a los demás:


“Guardemos la fe por encima de todo, es por ella que Nuestro Señor ha muerto, a causa de la afirmación de su divinidad, es por ella que han muerto todos los mártires, es por ella que se han santificado los elegidos. Huyamos de los que nos la hacen perder o que la disminuyen. “Oh Timoteo, guarda el depósito evitando las novedades profanas… pelea el buen combate de la fe, arrebata la vida eterna!”