El Cardenal Marc
Ouellet, “conservador” y “amigo de la Misa tradicional”, se expresa así sobre
las relaciones de Roma con la FSSPX en su libro Actualidad y futuro del
Concilio Ecuménico Vaticano II:
..."Todo esto (las negociaciones de Roma con la FSSPX) tiene
que ser considerado con una mirada abierta, ecuménica. Hay que darle a
estas iniciativas (de Benedicto XVI) el
beneficio de la voluntad de construcción. Estas fueron saboteadas de varias
maneras por ciertos errores o ciertos juegos mediáticos. El asunto Williamson,
por ejemplo, hizo más difícil la recepción y el desarrollo de estas iniciativas
del Santo Padre. Pero a largo plazo, traerá fruto".
«Hay ciertamente una razón ecuménica que justifica esta iniciativa del Papa Benedicto XVI respecto a la liturgia. El mismo se lamentó anteriormente en sus escritos, que se haya descartado completamente el rito que ahora se llama “extraordinario”. Se dio cuenta que, pedagógicamente, ésta no fue la mejor solución.
El Card. Ouellet
expresa claramente, sin retraerse, el propósito tanto de las relaciones con la
FSSPX como de la implementación del motu proprio sobre la Misa
que ellos llaman “extraordinaria”: el Ecumenismo. Y admite asimismo
que a pesar de los inconvenientes causados por “el asunto Williamson” (que no
se circunscribe a las famosas declaraciones a la TV sueca sino también a su
sola presencia en la FSSPX, motivo por el cual debió ser censurado y
posteriormente expulsado), la iniciativa ecuménica “a largo plazo,
traerá fruto”. En esto y tanto más el Card. Ouellet y Mons. Fellay son
coincidentes en su paciencia.
Sin dudas que hoy
con el más zafado Francisco en el Vaticano la iniciativa ha recobrado fuerzas y
probablemente se acelere, pues Francisco sabe cómo complacer a todo el mundo es
sus afanes de sacar tajada para satisfacer cada cual su ambición, pues parece
que Roma hoy da para todos (y todas, como dicen ahora con la neo-parla
igualitaria antidiscriminatoria). Francisco sabe que el control debe ser total.
Por eso a los que amagan erigirse en disidentes los hace a un lado sin
contemplaciones. Hemos tenido el reciente ejemplo del obispo Livieres de Ciudad
del Este, Paraguay. Precisamente el Card. Ouellet como Prefecto de la
Congregación para los Obispos fue el destinatario de la carta de defensa del
obispo de Paraguay, aunque hasta ahí no llegó el ecumenismo vaticano, pues
Livieres estuvo falto de “cordialidad” y pareció sacar los pies del plato,
cosas en las que Mons. Fellay no ha sido hasta ahora capaz de incurrir.
La FSSPX, para Roma, una "sensibilidad" religiosa más... |
Queda evidenciado
que si la FSSPX estuviera en contra del Ecumenismo tal como ha surgido del
Vaticano II, y como siempre lo ha dicho y criticado, entonces debería
abstenerse de formar parte de él, es decir, de ser “ecumenizada” por Roma,
evitando relación con ésta pues no es otra la intención que tiene. Sin embargo,
Mons. Fellay sigue su prédica negociadora y cordial con los herejes modernistas
conciliares, prestándose a ser parte del ecumenismo al que dice oponerse. Otra
mentira de Mons. Fellay: él desde hace años sabe lo que Roma piensa y hace,
sabe que hacen su ecumenismo con la FSSPX, alguna vez hasta lo ha
confesado en una entrevista, pero sin embargo con su cuento de “ir a dar
testimonio de la verdad” (amparándose mentirosamente en Mons. Lefebvre, que al
final repudió absolutamente todo contacto con los herejes de la iglesia
conciliar) se presta a ser parte del ecumenismo conciliar que sólo puede
existir a costa de la verdad católica y que en este caso no tiene otro objetivo
que acabar con toda resistencia en la FSSPX para integrarla al gran movimiento
mundial de las religiones. Para comprender mejor el ecumenismo del que forma
parte y que practica Mons. Fellay desde hace muchos años, puede leerse este
artículo: http://syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2013/02/el-ecumenismo-de-monsenor-fellay.html