“¿Qué
unidad se propone a la Fraternidad San Pío X?
El 20 de octubre
de 2014, en una entrevista otorgada al semanario francés Famille
chrétienne, Monseñor Guido Pozzo, secretario de la Comisión pontifical
Ecclesia Dei, recuerda –luego del encuentro entre el Cardenal Muller y Mons.
Fellay (23 de septiembre)- cuáles son las cuestiones de desacuerdo entre Roma y
la FSSPX: “Los aspectos controvertidos conciernen, por una parte, la
estimación de la situación eclesial en el período posterior al concilio
Vaticano II, y las causas que produjeron ciertas agitaciones teológicas y
pastorales en el periodo del pos-concilio y, más generalmente, en el contexto
de la modernidad. Por otra parte, algunos puntos específicos relativos al
ecumenismo, al diálogo con las religiones del mundo y la cuestión de la
libertad religiosa”. Nótese como minimiza y
trivializa la mayor catástrofe de la historia de la Iglesia.
A la pregunta “¿Se
puede disociar acuerdo jurídico y discusión doctrinal? ¿Establecer una
prelatura personal, pero continuado, a largo plazo, las discusiones sobre los puntos
teológicos controvertidos?” el prelado romano responde: “La
Congregación para la Doctrina de la Fe siempre ha considerado que la superación
de los problemas de naturaleza doctrinal era la condición indispensable y
necesaria para poder proceder al reconocimiento canónico de la Fraternidad. Y
agrega: Sin embargo, me permito precisar que la superación de las
dificultades de orden doctrinal no significa que las reservas o las posiciones
de la FSSPX sobre ciertos aspectos que están fuera del ámbito de la fe, sino
que pertenezcan a los temas pastorales o de enseñanza prudencial del
Magisterio, deban ser necesariamente retirados o anulados por la Fraternidad.
El deseo de continuar la discusión y profundización de estas cuestiones que
implican dificultad para la FSSPX, en vista de precisiones y de clarificaciones
ulteriores, no solo es todavía posible sino que –por lo menos en mi opinión- (subrayado
nuestro) deseable y debe alentarse. No se le pide por consecuencia,
renunciar a esta exigencia que ella manifiesta respecto a un cierto número de
temas”. Dicho de otro modo: se acepta la
posibilidad de reconocer a la Fraternidad sin previa solución de las
diferencias doctrinales (acuerdo práctico) o de reconocerla sin que
aparentemente se le exija nada a cambio (reconocimiento unilateral o de
tolerancia).
Un poco más
adelante, Mons. Pozzo afirma: “No es verdad el decir que la Santa Sede
quiere imponer una capitulación a la FSSPX. Muy al contrario, la invita a
reunirse a su lado en un mismo marco de principios doctrinales necesarios para
garantizar la misma adhesión a la fe y a la doctrina católica sobre el
Magisterio y la Tradición, dejando al mismo tiempo al campo del estudio y de la
profundización las reservas que ella ha expresado sobre ciertos aspectos y
formulaciones de los documentos del concilio Vaticano II, y sobre ciertas
reformas que le siguieron, pero que no conciernen a las materias dogmáticas o
doctrinalmente indiscutibles. No hay duda alguna que las enseñanzas del
Vaticano II tienen un grado de autoridad y un carácter obligatorio
extremadamente variable en función de los textos”. En
conclusión: Roma apóstata y Mons. Fellay siguen buscando ese “mínimo común” que
permita hacer el acuerdo.
Comentario: En esta entrevista, Mons. Pozzo no precisa si
él está hablando en su propio nombre –salvo cuando indica “por lo menos en
mi opinión”- o en nombre de sus superiores. Tampoco sabemos si hay que
relacionar estas aperturas hacia la FSSPX con las realizadas recientemente por
el papa Francisco hacia los carismáticos. Así, en un discurso a los miembros de
la Fraternidad católica de las comunidades y asociaciones carismáticas de
Alianza, el 31 de Octubre de 2014, el papa insistió largamente en la noción
“de unidad en la diversidad”. "La unidad no es uniformidad, no es
hacer todo juntos obligatoriamente, ni pensar de la misma manera, ni tampoco
perder la identidad – explicó. “La unidad en la
diversidad es precisamente lo contrario; es reconocer y aceptar con alegría los
diferentes dones que el Espíritu Santo da a cada uno y ponerlos al servicio de
todos en la Iglesia”. Y pidió a su auditorio “no olvidar que la
Renovación Carismática es, por naturaleza, ecuménica''. En un contexto tan
“ecuménico”, ciertamente las cuestiones doctrinales recordadas por Mons. Pozzo
tienen una importancia muy relativa. ¿Esto es todo lo que
DICI tiene que comentar de las declaraciones de Mons. Pozzo, que son
detestables por falsas, por tramposas y por liberales?
“¿Qué unidad se propone a la Fraternidad
San Pío X?” ¿Qué importa, mientras sea la Roma liberal, modernista y apóstata
la que proponga esa unidad?
“Los sacerdotes que quieren permanecer
católicos, tienen el estricto deber de separarse de la Iglesia Conciliar” (Mons.
Lefebvre, “Itinerario Espiritual”).
“El más grande servicio que podemos hacer
a la Iglesia y al sucesor de Pedro, es rechazar la Iglesia reformada y liberal” (Mons.
Lefebvre, “Carta Abierta a los Católicos Perplejos”).