Lettre
des dominicains d’Avrillé
Trimestrielle, n° 69 – MARS-AVRIL 2014.
«
In necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas. Unidad en las cosas necesarias,
libertad en las cosas dudosas, caridad en todas las cosas »
Este
adagio se atribuye comúnmente a San Agustín. En realidad, no se encuentra en la
obra del obispo de Hipona. Ni siquiera es de origen católico, porque apareció a
principios del siglo XVII en un entorno luterano. En 1626, un oscuro teólogo
protestante, Petrus Meiderlin, conocido como Rupert Meldenius, publicó una
Parænesis votiva pro pace Ecclesiæ (Exhortación en forma de voto por la paz de
la Iglesia), con el fin de poner fin a las disputas internas y traer de vuelta
la concordia entre sectas protestantes rivales. Fue en esta ocasión que empleó
la famosa fórmula que ha sido falsamente atribuida a San Agustín, porque uno encuentra en el santo doctor
algunos rasgos de estilo vagamente cercanos.
Entendemos
por qué los espíritus irénicos, que quieren la unidad y concordia a toda costa,
incluso contra la verdad, de buena gana usan esta expresión en el fondo muy
ambigua. Así, Juan XXIII lo cita en su primera encíclica (Verdad, unidad y paz,
bajo la inspiración de la caridad, Ad Petri cathedram, 29 de junio de
1959): "De todos modos, siempre debemos recordar la máxima, a veces
expresada en diferentes términos o atribuida a varios autores: unidad en las
cosas necesarias, libertad en las cosas dudosas, caridad en todas las
cosas."
La
encontramos también en la respuesta de la congregación para el Culto divino del
17 de diciembre de 1997 a Mons. Laise, para legitimar la distribución de la
santa comunión sea en la mano o sobre los labios. No hace falta imponer a los
obispos una práctica específica en este asunto, explica en esta carta el
cardenal Medina, quien concluye: "Permítanme recordar lo que dijo San
Agustín: in necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas. »”
Asimismo,
el cardenal Darío Castrillón Hoyos, cuando era presidente de la comisión
pontificia Ecclesia Dei, justificó la diversidad de ritos (Misa de Pablo
VI o Misa de San Pío V) gracias a esta máxima, en el sermón que pronunció
durante los medios de comunicación tridentinos que celebró excepcionalmente el
24 de mayo de 2003 en Santa María la Mayor: "Estamos todos llamados a la
unidad en la verdad, con respeto recíproco por la diversidad de opiniones,
sobre la base de la misma fe, procediendo in eodem sensu y recordando el
adagio generalmente atribuido a San Agustín: in necessariis unitas, in
dubiis libertas, in ómnibus caritas. »”
Por lo tanto, debemos devolver a cada
uno lo que le corresponde y decir que San Agustín es totalmente inocente de
esta paternidad liberal que se le pretende imponer.