FUNCIONARIO ALEMÁN
FILTRA INFORME DENUNCIANDO AL CORONAVIRUS COMO ‘UNA FALSA ALARMA GLOBAL’
Traducción de la noticia publicada
por Daniele Pozzati en STRATEGIC
CULTURE.
El gobierno federal alemán y los medios
mayoritarios están enzarzados en control de daños luego que se filtrara desde
el Ministerio del Interior un informe que
desafía la narrativa establecida sobre el Coronavirus.
Algunos de los puntos claves del informe
son:
• La peligrosidad del Covid-19 (sic) fue
sobreestimada: probablemente en ningún punto el peligro planteado por el nuevo
virus va más allá del nivel normal.
• Las personas que murieron del
coronavirus son esencialmente aquellas que estadísticamente morirían este año,
porque habían alcanzado el fin de sus vidas y sus cuerpos debilitados no podían
con cualquier estrés cotidiano aleatorio (incluyendo los aproximadamente 150
víruses actualmente en circulación).
• Mundialmente, en un trimestre, no ha
habido más de 250.000 muertes por Covid-19 (sic), comparados con el millón y
medio de muertes [25.100
en Alemania] durante la oleada de influenza 2017/18.
• Obviamente, el peligro no es mayor que
el de muchos otros víruses. No hay evidencia que esto fuera más que una falsa
alarma.
• Parece surgir un reproche tras estas
líneas: Durante la Coronacrisis, el Estado se ha probado a sí mismo como uno de
los mayores productores de Noticias Falsas.
Hasta ahora, malo. Pero se pone peor.
El informe se enfoca en las “múltiples y
duras consecuencias de las medidas por el coronavirus” y advierte que estas son
“graves”.
Están muriendo más personas por las
coronamedidas impuestas por el estado que las que mueren por el virus.
La razón es un escándalo en curso:
Un sistema sanitario alemán enfocado en
el coronavirus está posponiendo cirugías vitales o reduciendo tratamientos para
pacientes no-coronavirus.
Berlín en Modo Negación. Los científicos
se defienden.
Inicialmente, el gobierno trató de
descalificar el informe como “la obra de un empleado”, y su contenido como “su
propia opinión”, mientras los periodistas cerraban filas, sin preguntar, con
los políticos.
Pero el informe de 93 páginas titulado
“Analyse des Krisenmanagements” (Análisis del manejo de crisis) ha sido
proyectado por un pánel científico nombrado por el ministro del interior y
compuesto por expertos médicos externos de varias universidades alemanas.
El informe fue iniciativa de un
departamento del ministerio del interior llamado Unidad KM4, y encargado de la
“Protección de infraestructuras críticas”.
Es aquí también donde el funcionario
alemán devenido en denunciante, Stephen Kohn, trabaj(ó), y de donde lo filtró a
los medios.
Los autores del informe presentaron
un comunicado
conjunto ya el 11 de Mayo, censurando al gobierno por ignorar el
consejo de los expertos, y pidiéndole al ministro del interior comentarios
oficiales sobre la declaración conjunta de los expertos:
“Las medidas terapéuticas y preventivas
no deberían traer más daño que la misma enfermedad. Su objetivo debe ser
proteger a los grupos de riesgo, sin afectar la disponibilidad de la atención
médica y la salud de la población general, como infortunadamente ocurre.
Diariamente nosotros en la práctica
científica y médica estamos experimentando los daños secundarios de las medidas
por el coronavirus en nuestros pacientes.
Por tanto le pedimos al Ministerio
Federal del Interior que comente sobre nuestro comunicado de prensa, y
esperamos una discusión pertinente respecto a las medidas [por el coronavirus],
una que lleve a la mejor solución posible para toda la población”.
Al cierre de este escrito, el gobierno
alemán aún no ha reaccionado.
Pero (tristemente) los hechos están
vindicando las preocupaciones de los expertos médicos.
El 23 de Mayo, el periódico alemán Das
Bild titulaba: “Dramáticas consecuencias de las medidas por el
coronavirus: 52.000 operaciones de cáncer retrasadas”.
Dentro, un doctor en medicina advierte
que “sentiremos los efectos colaterales de la coronacrisis durante años”.
Dispararle al denunciante. Ignorar el
mensaje.
Como informara Der
Spiegel el 15 de Mayo: “Stephan Kohn [el informante] ha sido
suspendido del cargo. Se le aconsejó buscar un abogado y le fue confiscado su
ordenador de trabajo”.
Originalmente, Kohn había filtrado el
informe el 9 de Mayo a la revista liberal-conservadora Tichys
Einblick, uno de los medios alternativos más populares de Alemania.
La noticia del informe fue tendencia en
Alemania durante la segunda semana de Mayo, pero ya en la tercera semana los
medios y los políticos parecían absteniéndose de discutir el asunto rehusando
comentar sobre él.
Fue emblemática la postura tomada por
Günter Krings, el representante del ministro del Interior Horst, el jefe del
denunciante: Preguntado si trataría seriamente el documento, Krings replicó:
“Si empiezas a analizar documentos como
ese, entonces pronto estarás invitando a los hombres con sombreros de papel
aluminio a las sesiones parlamentarias”.
Hombres con sombrero de papel aluminio
(Aluhut en alemán) es un término usado para describir a las personas que creen
en teorías de conspiración.
De hecho, un artículo en Der Spiegel
tratando del movimiento de protestas contra el coronavirus y las consecuencias
del informe filtrado contenía la palabra “conspiración” no menos de ¡17 veces!
Y ninguna discusión sobre los temas
suscitados por el mismo informe.
Fuera de Alemania, la noticia pasó
desapercibida.
El movimiento de protesta – o
“Corona-Rebellen”
Protestas en Alemania contra el
confinamiento
Tan temprano como el mes de abril, los
alemanes comenzaron a protestar contra el confinamiento.
Y miles de ciudadanos se han visto en
manifestaciones cada fin de semana, incluso cuando el gobierno mitigaba las
restricciones.
Las manifestaciones no eran solamente
contra las restricciones, que para la época eran comparativamente blandas
comparadas con muchos otros países occidentales.
Las manifestaciones cuestionaban toda la
narrativa del coronavirus, y aun más sus principios, especialmente el rol
jugado por Bill Gates como el segundo mayor donante para la OMS (el primero
desde que Trump suspendió la contribución estadounidense).
De hecho, la mayor de tales
manifestaciones tuvo lugar en Stuttgart el 9 de mayo, donde decenas de miles de
personas se congregaron para decirle NO al Nuevo Orden Mundial.
Los alemanes están diciendo NO a
cualquier solución orwelliana que el gobierno pueda imponer un día a partir de
un cuestionable “estatus de emergencia”, desde aplicaciones de vigilancia
masiva hasta vacunación obligatoria.
El informe filtrado ha probado que sus
temores están bien fundados.
Al menos mientras concierna a la
naturaleza falsa de la “Coronapandemia”.
Pronto podrá verse el resto.