“La Fraternidad San Pío X no tiene solamente
la cuatro marcas, mas según la palabra de san Pío X, una quinta: ella es una,
santa, católica, apostólica y perseguida, como lo era la verdadera Iglesia
antes del Vaticano II, porque ella es la única que desagrada al mundo a causa
de su santidad. La Iglesia nueva no es perseguida, porque ella agrada al mundo,
pero la Fraternidad San Pío X desagrada al mundo a causa de su santidad Y
persiguiendo a la Fraternidad san Pío X, usted no hace más que imitar al mundo
en su odio de la verdad, y usted prueba que esta última es muy santa para
usted”.
(Hermano Jean-Marie Lefebvre, Carta del 25 de
marzo de 2006, días antes de su muerte, cit. En Le Sel de la terre n 62, Otoño 2007, p. 160)
Reproducimos un
fragmento de una de las tantas cartas que aquel valiente defensor de la fe que
fue el hermano Jean-Marie Lefebvre, escribiera para contestar, en este caso,
los ataques de los sedevacantistas, contra la obra de Mons. Lefebvre (sin
parentescos con él, dicho sea de paso). Fue una de sus tantas batallas. Es un testimonio que hoy los defensores de la
Neo-FSSPX ya no puede sostener. ¿Perseguida la Fraternidad, cuando se quitó de
encima las gloriosas cicatrices –mediante una excelente cirugía plástica- que
le había impuesto la Roma modernista con las “excomuniones”? ¿Perseguida
cuando los modernistas no dejan de
otorgarle licencias y permisiones, o cuando el mismo Mons. Fellay dijo que la
persecución contra la Fraternidad había cesado? ¿Perseguida por el mundo cuando
se le dan facilidades, por ejemplo en Argentina, y de hecho hoy decir Roma
conciliar es lo mismo que decir “mundo”? ¿Perseguida cuando el propio
destructor de todo lo que es católico, el blasfemo Francisco, dijo –atención,
en la misma entrevista donde criticó a Mons. Williamson- que tenía con Mons.
Fellay “buenas relaciones”? ¿Perseguida cuando Mons. Fellay dijo en una
conferencia que el demoledor Francisco “està de nuestra parte” (esto es, de
parte de la Fraternidad)? Y lo más grave
aún, es que la Neo-Fraternidad dejó de ser perseguida para convertirse en
perseguidora, expulsando de sus filas a los antiliberales, o castigando a los
superiores en Francia, después del affaire
de los matrimonios concilio-tradicionales…Ultima prueba que presentamos de las
tantas que hay, del nuevo status de la Neo-Fraternidad: ya no es perseguida y
por eso se le abrieron las puertas de importantes basílicas de Roma, para
celebrar allí sus misas. Y allí la Neo-Fraternidad, en contrapartida, no hizo
la menor alusión, ni la más pequeña crítica, ni la más sutil protesta, ante la
destrucción de la Iglesia que es realizada actualmente por la secta modernista
y sodomítica que ocupa Roma (Ver acà)
La Fraternidad se ha
quitado la quinta marca. Por eso es justo hablar de Neo-Fraternidad. La
Fraternidad que defendió el hermano Lefebvre, oficialmente, ya no existe.