Acaba de realizarse en la Argentina, más precisamente en la provincia de Tucumán, “cuna de la Independencia”, como la llaman, uno de esos bochornosos espectáculos de la neo-iglesia o iglesia conciliar. Se trata del “Congreso Eucarístico Nacional”, llevado a cabo dentro de un hipódromo y con la presencia de la plana mayor política nacional, incluyendo al Presidente Mauricio Macri.
"La “Agencia informativa católica argentina” AICA, tituló en su portal digital sobre la ovación de los asistentes al “Congreso Eucarístico” al presidente Macri por su “catolicidad y postura próvida”.
El problema es que en la
Argentina desde hace mucho tiempo los presidentes y políticos en general, así
como una gran parte de los clérigos de éste bendito y vapuleado país, saben que
la norma de conducta que vende es “haz lo que yo digo más no lo que yo
hago”, o simplemente, decir hoy una cosa y mañana la contraria, pues el
autoprovocado alzheimer popular, siempre juega a su favor. Maestro en estas
actitudes es sin lugar a dudas Jorge Mario Bergoglio.
A pesar de la invocación a
Jesucristo como “Señor de la Historia”, el presidente Macri prefiere a la hora
de buscar protección el Reiki y “limpiezas energéticas” antes que un Padrenuestro. Y de hecho, a pesar
de la algarabía neocatólica por la supuesta catolicidad de Macri, éste se
declara budista y
actúa como tal. En ese sentido fue criticado por el obispo Aguer por esas conductas, siendo uno de los pocos
obispos que se acuerdan que una de sus funciones es la defensa de la fe. Pero,
siguiendo con la obnubilación del sentido común, ¿a quién se le puede ocurrir
propiciar el discurso “católico” en un congreso eucarístico de un“casado” tres
veces con una igualmente divorciada en más de una oportunidad?"
Claro que además en su
alocución o pedido a Dios Macri no se privó de solicitar el fomento de la fe “cualquiera
sea su expresión”, terminando su discurso con un viva a la Patria y un “viva el
amor” seguramente dichos en el sentido “obámico” de la palabra, pues como se
sabe Mauricio es un activo promotor de los “derechos humanos lgbt” habiendo
convertido a la ciudad de Buenos Aires en “gayfriendly”.
Formaron parte del
acomodo con el poder liberal imperante el nefasto Mons. Zecca, Arzobispo de
Tucumán, de quien son muy conocidas sus tropelías y matufias en su paso por la
UCA (ver acá y acá) y el enviado del
Vaticano, Cardenal Giovanni Battista Re, recordado por firmar el decreto del “levantamiento
de las excomuniones” de los obispos de la FSSPX.
Arriba, tres versiones de Zecca: antes
de llegar a Tucumán, en un día en que hacía abstinencia de carne; durmiendo
durante un discurso; y finalmente con la legítima cruz pectoral francisquista. Debajo,
el Cardenal Re saluda a Maurisión.
Además de la
disertación del budi-sionista Mauricio, también se conferenció en el encuentro acerca
de la “conversión ecológica”, conforme a las pautas del jefe emérito de la ONU
Jorge Mario Bergoglio.
Pero quizás baste
simplemente con ver este video (¡perdone, lector!) acerca de la juventud
bergogliana promocionando el congreso, para entender de qué va la cosa:
¡Sin palabras!
Se entiende cuál es el
amor y el sentido “eucarístico” que habrá habido allí, viendo al gran maestro
de esta religión falsamente católica, el anticristo que ahora está en Roma: