Traducción de Alejandro Villarreal.
¿Podríamos decir que la tesis del Sedevacantismo es simplemente una
tesis errónea?, pero, ¿debemos tolerarla con un espíritu de caridad? No, pienso
que el Sedevacantismo es muy peligroso, lleva hacia una actitud que no es
católica, sino cismática.
“Es consecuentemente verdadero que puede existir alguna discusión
teológica de si el Sedevacantismo es cismático o no. La respuesta a esto
depende sobre el grado de Sedevacantismo. Existe un Sedevacantismo radical que
nos llama herejes a nosotros, por estar en comunión con un hereje (Wojtyla),
dicen ellos. Esto ciertamente es cismático, debido a que ellos claramente
rechazan la comunión con verdaderos católicos, quienes no son modernistas.
Haciendo de su Sedevacantismo un quasi-artículo de fe, ellos ciertamente caen
en la segunda categoría de las personas que el canon 1325, §2, declara como
cismáticos: ‘Son cismáticos quienes rechazan la comunión con los miembros de la
Iglesia, sujetos a él (i. e., el Soberano Pontífice)’. Consecuentemente, su
rechazo es a ser parte de la Iglesia, y efectivamente haciendo una ‘iglesia’
como ellos la ven, consiste sólo en Sedevacantismo y ciertamente cismático.”
[29]
Esto es exactamente el caso del CMRI (Mount St. Michael, Spokane), el
cual declara:
“¿Están los católicos tradicionalistas sujetos a la jerarquía local y
en última instancia a Roma?… Ellos (el Sedevacantismo) reconocen que no están
en realidad sujetos a Juan Pablo II ni le obedecen.” [30]
Algunos otros sedevacantistas afirman que, por causa de las fallas de la
jerarquía del Vaticano II, ellos pueden ahora elegir a su propio papa. Tal
teoría es llamada Conclavismo. Este es la rama más radical, pero de alguna
manera, la consecuencia más lógica del Sedevacantismo. Actualmente existen
aproximadamente unos veinte “papas” en el mundo, por ejemplo ‘Gregorio XVII’
de Palmar de Troya, España; otro ‘Gregorio XVII’ de St. Jovite, Québec;
‘Pío XIII’ en los EEUU… Ciertamente, el Conclavismo es cismático.
¿Significa que todo sedevacantista es un cismático formal? No, yo no iría tan
lejos. Entre la gente que sigue las teorías del Sedevacantismo existe
un número de católicos confundidos quienes son atraídos por estas respuestas
“simples” y “claras” a los problemas y situación actual de la Iglesia que les
ofrecen los maestros del Sedevacantismo. Es a estos católicos confundidos a
quienes este estudio se dirige: tengan cuidado de los espejismos del
Sedevacantismo, ¡los podría llevar al extravío de la Iglesia y los Sacramentos!
[Nota de B&T: Irónicamente, estos ‘papas’ que nacen en el
Sedevacantismo podrían llamarse con propiedad antipapas.]
¿Cómo podríamos entender el estado de la mentalidad sedevacantista?
Pienso que está caracterizada por una idea fija, la cual es casi una obsesión. Su mente parece congelarse
ante el problema del papa, el cual aparece ante ellos como serio y urgente. Este
es el caso típico de la Desolación Intelectual, por la cual sus
almas son perturbadas en tanto que una ‘respuesta clara’ no haya sido
encontrada a tal problema tan serio. Los sedevacantistas afirman que es
urgentemente necesario realizar un juicio sobre los papas de Vaticano
II. Para ellos, esto parece ser EL problema fundamental de todos los
católicos tradicionales y en el que deberían enfocarse. Por ejemplo, permítanme
citar al Obispo Pivarunas:
“Tan desagradable es este tema al que los católicos tradicionalistas
se enfrentan por la terribles y abrasadoras cuestiones: ¿Es la Iglesia Conciliar
la Iglesia Católica? ¿Es Juan Pablo II, como cabeza de la Iglesia Conciliar, un
verdadero papa?… Es suficiente decir que el tema sobre el papa es difícil,
desagradable y estremecedor, y aún así es un tema necesario e importante que no
puede ser evitado.” [31]
Permítanme resumir la forma en que los sedevacantistas abordan la
cuestión del papa:
#1 es una cuestión que ellos tienen en el corazón; #2 ellos desean
obtener una respuesta final con absoluta certeza; #3 tal problema es tan
urgente que se convierte en el foco de su atención hasta el punto que no pueden
ver nada más. Así, ellos dirigen sus argumentos no tanto en contra de la
Iglesia modernista, la cual les importa menos, sino en contra de aquellos
colegas católicos quienes no comparten sus conclusiones. San Francisco de Sales
sufrió una Desolación Intelectual similar, fue en materia de
predestinación, su intelecto se congelaba ante esta cuestión y su corazón se
llenaba de angustia ante el pensamiento de que él pudiera estar condenado sin
importar lo que hiciera. Esto lo estaba llevando a la locura. ¿Cómo es que San
Francisco se liberó de esta prisión intelectual? Un día, cayó de rodillas ante
la estatua de Nuestra Señora y dijo: “Oh Santa Virgen, creo que me
condenaré, si deberé maldecir a Dios por toda la eternidad, déjame al menos
ofrecerte este día en honor a Dios”. Cuando San Francisco se levantó, fue
sanado, siendo capaz de poner su ‘problema’ en segundo término, lo cual era
parte de cumplir con humildad sus labores diarias. Permítanme aplicar este
ejemplo en el gusanillo sedevacantista: “¿Quién sabe si Juan Pablo II es
papa? ¿Quién sabe si la FSSPX es cismática a la vez que reconoce al papa y no
lo obedece?”
En la mentalidad sedevacantista, tales cuestiones les producen profundas
reacciones emocionales, lo cual los lleva a la ira y el pánico: los
sedevacantistas buscan una respuesta definitiva de inmediato. Esta
clase de Desolación Intelectual es muy peligrosa. Amenaza a
las almas pías, quienes se convencen que podrían traicionar a sus consciencias
si ignoran tales asuntos fundamentales. Este problema afecta a las personas
tentadas con el orgullo intelectual, y tienen la tendencia de mirar hacia
las soluciones más extremas y desesperadas, como el Hermano Michael Diamond, de
Most Holy Family Monastery (Monasterio de la Sagrada Familia).
En el libro de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola se
dan algunas reglas para Discernir los Espíritus. He aquí algunas de las que pueden
utilizarse para enfrentar la Desolación Intelectual de los
sedevacantistas: No se haga ningún cambio respecto a las resoluciones
previas (5ª regla); contraatáquese la tentación con oración y penitencia (6ª
regla); haga un acto de voluntad por medio del cual rechace encerrarse en una
controversia en la cual uno no está calificado para resolver (12ª regla).
Usted necesita practicar auto disciplina intelectual y la mortificación de la
voluntad, en otras palabras, la humildad. En nuestra vida diaria existen muchos
problemas que somos incapaces de resolver, debido a que no contamos con las
herramientas. Seamos humildes y reconozcámoslo. Aún más, creo que es importante
desapasionar y desdramatizar el problema del papa: ¿cuándo te presentarás ante
él?, ¿piensas que San Pedro te preguntará tu opinión sobre uno de sus
sucesores? Permítanme ser claro: No pretendo desaparecer el problema real de la
Iglesia desde el Vaticano II, pero es útil dar simples reglas de auto
disciplina intelectual con el fin de desdramatizar el tema sedevacantista, el
cual parece ser un claro ejemplo de Desolación Intelectual. Recuérdese
siempre que el demonio es un mentiroso, él utiliza el gusanillo sedevacantista
para alejar a algunas almas pías de los medios de santificación, la Misa y los
Sacramentos, ¡cuidado!