RESPUESTA DEFINITIVA DEL P.
ALTAMIRA AL P. BOUCHACOURT, DE 06.01.14
Estimado P. Bouchacourt:
Luego de mi sermón del 22 de
diciembre sobre la Nueva Cruzada de Rosarios, usted me pedía dos cosas “para no
tomar medidas”.
Le respondí que no a ambas por
los motivos allí expresados. Como consecuencia de mi negativa, usted me ha
dicho que soy cambiado a Buenos Aires como ayudante del prior (Padre Rubio) y
que aquí a Bogotá viene en reemplazo de mí un nuevo prior (Padre Francisco
Jiménez).
La situación en que está
nuestra Congregación, la Fraternidad San Pío X, lleva una buena cantidad de
años (algunos la vieron desde el principio). Se agravó enormemente en los
últimos dos años y medio, y se hizo más evidente y explícita para muchos de
nosotros los sacerdotes.
Este estado de cosas está
causado por las ideas, palabras y errores de nuestro Superior General, Monseñor
Bernard Fellay. Igualmente por las acciones que realiza en su gobierno. Mons.
Fellay ha hecho casi desaparecer en él el lenguaje de La Verdad, haciendo
reinar –en el menor de los casos- EL IMPERIO DE LA AMBIGÜEDAD, y en
otros casos peores manifestando errores contra la Doctrina Católica (ver sobre
todo la Declaración Doctrinal que él presentó a Roma en abril del 2012). Y
mejor ni hablemos de su expresión sobre la misa moderna: Si Monseñor Lefebvre
la hubiera visto bien celebrada, no hubiera dado el paso que dio (caso Cardenal
Cañizares); ¡y tomando el nombre del fundador para decir eso!
Existe en todo esto de Mons.
Fellay, además, un punto clave: El Concilio Vaticano II.
Él está haciendo todo un
movimiento para que terminemos aceptando y reconociendo como “Magisterio
Católico” al mencionado Concilio Vaticano II. Sus palabras: lo aceptamos con
reservas, no nos piden la aceptación total sino parcial, estamos a favor del 95
% del Concilio, hay bueno y malo en él.
Creo que éste es uno de los
puntos más importantes de todos en su agenda, pues sabemos
que la Roma Modernista jamás aceptará que no reconozcamos como “Magisterio”
dicho Concilio. ¿Puede ser “magisterio” algo que tiene bueno y malo, verdad y
error? Mons. Fellay ha tenido “buenos” teólogos que le escriban artículos en
pos de esto y que manifiesten que Vaticano II “representa el Magisterio
de la Iglesia”. Así estamos.
Pero dicho Concilio es tan
sólo “un conciliábulo más” dentro de todos los que ha habido en la historia de
la Iglesia. VATICANO II NO ES MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, y
como enseña el Padre Calderón y otros “se debe declarar solemnemente (por
nosotros) su total nulidad”.
Además, esa especie de
fijación que tiene Mons. Fellay en pensar como si nosotros no estuviéramos
dentro de la Iglesia Católica. Leamos estas palabras de él (creo que muchas más
se podrían mostrar): “Les Nouvelles caléedoniennes”: «el Papa vuelve a
las ideas tradicionales (nota del PA: habla de Benedicto XVI, lo cual
es falsísimo, él es muy modernista “hasta en su corazón”)… Tal vez estamos
mucho más cerca del Papa de lo que parece. (…) Además (…) Basta un acto de Roma
para decir que ha terminado y que nosotros REINGRESAMOS en la Iglesia.
Esto llegará. Soy muy optimista” (27 de diciembre 2010). Son
los otros los que se han ido: La falsa “Iglesia Conciliar”. Nosotros tenemos
las cuatro notas (leer a Mons. Lefebvre en mi sermón del 22 de diciembre). Esta
crisis de la Iglesia se arreglará –creo- sólo por Dios, y mientras tanto
nosotros tenemos que seguir haciendo lo que siempre hemos hecho (¿o hacíamos?).
No me quiero alargar, tal vez
escriba una carta abierta a Monseñor Fellay.
Sin duda que mis decisiones no
están tomadas “por” la última cruzada lanzada, sino más bien “con
ocasión” de ella. Esta cruzada no es un hecho aislado, y en mi caso fue
“la gota final”, luego de un estado que ha durado ya estos años. HAY
QUE SABER DECIR BASTA, creo que muchos de nosotros los sacerdotes debemos
ya decir basta, y creo que nuestra paciencia ha sido EXCESIVA. Por otro
lado, sabemos ambos que usted hace ya más de un año, en Bucaramanga, luego de
que yo le explicara mi oposición a lo que se hacía, me dijo “pero si usted está
tan en contra de lo que hace Monseñor Fellay tiene que irse”, y yo le respondí
entonces: “Padre, sí estoy muy en contra de lo que está haciendo Monseñor
Fellay, tengo la impresión de que la Congregación va a terminar mal, pero yo
ahora estoy viendo qué cosas ocurren y ocurrirán en estos meses, y veré
entonces qué hago”. Demasiado que haya durado un año más.
En conclusión, no haré
entonces como usted me dice (irme a Buenos Aires, etc). Me quedo en mi puesto
de prior y en mi casa el Priorato de Bogotá a la espera de las dos admoniciones
canónicas y el proceso de una muy probable expulsión (¿inválida?).
En el proceso que se inicie,
casi seguramente se argumentará que es porque no voy a Buenos Aires:
Dejo desde ya sentado que el motivo no es ése, EL
MOTIVO ES DOCTRINAL, EL MOTIVO ES LA DOCTRINA: Los errores, dichos,
palabras y AMBIGüEDADES de Mons. Fellay, el cual probablemente termine
destruyendo nuestra Congregación INCLUSO SIN NECESIDAD DE HACER UN
ACUERDO con la falsa “Iglesia Conciliar”.
Le saludo atentamente.
En María Santísima. Padre F.
Altamira (lunes 6 enero: Fiesta de los Reyes Magos).