Hacemos
mención de los siguientes comentarios advertidos en un blog pro-FSSPX con la
sola intención de alertar sobre el gran peligro que hay para quienes están
inmersos en una estructura que se ha vuelto liberal, de tornarse asimismo
liberales, usando del entendimiento de una manera peligrosamente arbitraria,
torcida e ilógica con el solo fin de justificar la permanencia en una realidad que se ha tornado
falsa y ya no se verifica en los hechos. El hombre suele sostener sus ilusiones
con un mar de argumentos que gusta de creer para no tener que afrontar la dura
y objetiva verdad.
Introduce un comentario (aquí) el responsable de un blog llamado “La honda de David”, diciendo lo
siguiente:
Lhd1/18/2014
08:12:00 p. m.
Peter:
Hay
que distinguir la estructura (FSSPX) de quienes la integran. Si bien la
estructura no tiene las promesas de infalibilidad de la Iglesia, ella ha sido y
es un instrumento elegido por Dios para el mantenimiento de la liturgia y
doctrina de siempre. Yo le he dado una connotación escatológica que Ud. podrá
no compartir, pero pienso realmente que es el Testigo de Dios para estos
tiempos y un Testigo elegido por Dios no falla (en su esencialidad). Entonces,
no hay individuos puros ni elegidos pero si hay una estructura pura -los
fundamentos o propósitos de la asociación- y elegida por Dios, con un fundador
que tiene todas las características de santidad. Algo similar ocurre en la
Iglesia, aquí sí con promesas explícitas de Cristo de indefectibilidad e
infalibilidad , con el alcance que le ha dado la misma Iglesia, pero cuyos
miembros -excepto la Cabeza celeste y la Santísima Virgen- que son pecadores.
Por tanto ha hecho Ud. mal en dejarla como haría mal si dejara a la Iglesia por
el desmadre que sufre actualmente.
Toda
la argumentación de este señor se basa en una mera opinión:
pienso
realmente que es el Testigo de Dios para estos tiempos y un Testigo elegido por
Dios no falla (en su esencialidad).
Es
decir que la FSSPX a pesar de no tener ninguna promesa de infalibilidad o indefectibilidad,
sería el testigo elegido de Dios, y por lo tanto por eso no podría fallar.
Entonces,
no hay individuos puros ni elegidos pero si hay una estructura pura -los fundamentos
o propósitos de la asociación- y elegida por Dios, con un fundador que tiene
todas las características de santidad
O
sea que aunque los miembros de la congregación se corrompan y se desvíen del
camino señalado al inicio de la misma, aunque traicionen y dejen de lado los
fundamentos y propósitos de la asociación, la estructura, como es elegida por
Dios -y su fundador además tiene características de santidad-, es una
estructura pura y eso hace que la estructura (la FSSPX) no pueda claudicar (¿no
suena esto un poco a fariseísmo?). Pero si esto es así, ¿entonces por qué no
pasó lo mismo con los franciscanos, los jesuitas, los dominicos, los carmelitas,
los salesianos, etc., etc., que fueron sin dudas instrumentos de Dios con
fundadores santos, y sin embargo todos se corrompieron y claudicaron? “Ah, no,
esto en la FSSPX no puede ocurrir”. ¿Y por qué no? “Porque yo pienso así”.
Y
porque además
Algo
similar ocurre en la Iglesia (…) Por tanto ha hecho Ud. mal en dejarla (la
FSSPX)
como haría mal si dejar a la Iglesia por el desmadre que sufre actualmente.
Es
decir, que dejar a la FSSPX sería similar a dejar la Iglesia. En definitiva,
los que militan en las filas de los resistentes son prácticamente apóstatas.
Bueno, si no se quiso decir eso, el razonamiento utilizado allí puede
conducirnos muy fácilmente a eso.
A
esto se reducen generalmente los argumentos usados para defender a la actual
neo-FSSPX: obedecer mediante una confianza ciega, mediante un fideísmo sentimental
e irracional, a una congregación que, como la Revolución para los comunistas,
está más allá de los hombres, y aunque los hombres fallen, ella no fallará
jamás. ¿Y eso está escrito en algún lado, está revelado por alguna aparición
del cielo, está profetizado? No. Está en la cabeza de algunas personas que se
resisten a creer lo que no se animan a ver y ni siquiera a pensar.
Ahora,
si alguien nos preguntara por qué no usamos del espacio dedicado a comentarios
del post que mencionamos para decir estas cosas, sencillamente diríamos que no
lo hacemos porque una manifestación más de esta ceguera empecinada se
manifiesta un poco más abajo del post, donde en un comentario el responsable
del blog dice lo siguiente:
Ermindo
Pericón Argentino1/20/2014 10:13:00 a. m.
Agradecemos
a quienes se expresan aquí con el fin de contribuir al fortalecimiento de la
Fraternidad San Pío X.
Sólo
vale expresarse allí –y sólo agradecen que se haga ello- “con el fin de
contribuir al fortalecimiento de la Fraternidad San Pío X”, no al
fortalecimiento de la verdad. La FSSPX es un fin en sí mismo, es un sinónimo de
la verdad, el bien y la Iglesia misma. Es, en definitiva, un ídolo para esta
gente. Se comprende entonces que si alguien osa criticar –con o sin
fundamentos- la sacrosanta FSSPX, ellos se disgusten y la emprendan contra los
“rebeldes” , los “falsos tradicionalistas”, los "parásitos" (sic). ¿La Fraternidad es para la verdad, o la
verdad está subordinada a los intereses de la Fraternidad? Pues ojalá alguna
vez entiendan estas personas que negando la verdad no contribuyen “al
fortalecimiento de la Fraternidad San Pío X”, sino más bien a su segura
destrucción.
Aprovechamos este
espacio para dar a conocer otra brillante exposición de esta deformación de la
verdad por parte de los fellaycistas del citado blog, que hemos encontrado de
casualidad. Un comentarista hace mención de una entrada de nuestro blog y
recibe dos respuestas, una que se escapa por la tangente (la del autor de ese
blog) y otra que no dice toda la verdad y así falsea las cosas para justificar la felonía del
Superior General de la Neo-FSSPX. Veamos:
Anónimo9/30/2013 01:42:00 a. m.
Estimado Ermindo:
está bien, son traidores, pero entradas como ésta:
http://www.syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2013/09/un-error-monstruosopero-legitimo.html
¿no merecerían al menos una aclaración, una mínima
explicación de la aparente contradicción? (en todo caso te pido me indiques
algún blog o sitio que explique la cuestión).
Gracias desde ya.
Catoperplejus.
Responder
Ermindo Pericón Argentino10/01/2013 08:31:00 a. m.
Estimado Catoperplejus: Quienes pertenecemos a la
feligresía de la Fraternidad San Pío X desde que se instaló en la Argentina,
siempre hemos oído lo mismo: debermos abstenernos de la llamada misa nueva,
cuyos textos ambiguos favorecen la protestantización. No quita que en muchos
casos sea válida, mas no siempre, ni que esa validez le quite el peligro que
conlleva.
Justamente en nuestra bitácora hemos hecho
referencia, más de una vez, al contraste que nos proponen las Sagradas
Escrituras, desde el génesis mismo, sobre el sacrificio.Así sucede con los
sacrificios que presentaban Abel y Caín: sin discutir sobre su validez como
sacrificio, el uno era grato a Dios, el otro no. El uno tenía por fin la Gloria
de Dios, el otro la satisfacción del Hombre. El uno dedicaba lo mejor a Dios,
el otro reservaba lo mejor para el Hombre.
No creemos que haya necesidad de abundar más al
respecto. Además, y con la mala fe que los distingue, Syllabus errorum saca de
contexto determinadas expresiones para probar lo que ya dan por probado de
antemano. No vamos a llevar estas cuestiones a un plano científico, pero
ninguna duda cabe que el planteo que hacen quienes se escudan en los sellos
Syllabus errorum, Spes, y Non Possumus, que son las mismas personas, o el mismo
grupo si prefieren, carece de rigor suficiente para probar lo que pretenden. No
emiten juicios sino prejuicios.
Pericón Argentino
Responder
Anónimo10/01/2013 12:12:00 p. m.
Catoperpeljus:
El tema se lo explico de esta manera:
La legitimación de que habla Mons. Fellay en su
declaración hace referencia a la promulgación de una ley. Una ley es ley si en
su facción cumple con determinados requisitos. Es un concepto positivista pero
no alejado del ser de las cosas. Pero algo muy distinto es que esa ley sea
buena y allí la posición de la FSSPX no ha cambiado, es la que expone muy bien
el P. Gomis.
Algunos llevados por el error de considerar que una
ley para ser tal debe además tener una finalidad buena le quitan valor de ley.
Pero es como decir que un hombre malo no es hombre porque no cumple su
finalidad de ser bueno.
En definitiva, el novus ordo es legítimo porque fue
promulgado por la autoridad legítima, pero no obliga por ser una ley mala.
El escándalo que arman los
"recalcitrantes" carece, una vez más, de todo sentido.
Luso
Mons.
Fellay realizó una declaración ambigua, pues aparentemente se habría referido a
la promulgación de la ley (que es como lo interpretan algunos) y no a la ley en
su conjunto (como lo interpretan otros). Pericón se justifica diciendo que los
Padres de la Fraternidad siempre han hablado mal de la nueva misa. Bien. Pero esto
es una declaración doctrinal realizada para que quede en claro a los romanos en
qué creen los de la FSSPX. Por lo tanto no puede haber un contenido implícito y
ambiguo. Si se llama “declaración doctrinal” debe declararse claramente cuál es
la doctrina católica que supuestamente se profesa. Pero Mons. Fellay no lo hizo
así. Dejó las puertas abiertas para una doble interpretación o lectura.
Explica
el Padre Altamira:
“…dice Mons. Fellay
que esta misa moderna está LEGÍTIMAMENTE PROMULGADA, lo cual es absolutamente
inaceptable, pues siendo una misa mala y que daña la Fe Católica y la
realidad del Sacrificio de la Cruz, ¡cómo se puede hablar de una promulgación
legítima! El primer criterio de
legitimidad de una promulgación es “la cosa promulgada”, si ésta es mala, la promulgación
es ILEGÍTIMA. El Padre Bouchacourt me respondió que podía decirse
“promulgación legítima” pues fue algo “salido de la autoridad” (algo que siguió
“el procedimiento de promulgación”), lo cual es falso, pues esto es accidental
y es la tesis del positivismo jurídico. Con este criterio se puede afirmar que
la promulgación de la ley del aborto, de la ley de dar niños a los homosexuales
en adopción, son leyes legítimas, pues se siguió “el procedimiento” adecuado
para su promulgación (“la mitad más uno”, etc). Si “la cosa promulgada” es
mala, es totalmente secundario que haya salido o no de la autoridad, que se
haya seguido o no “el procedimiento de promulgación”: Si la cosa es mala, ¡la
promulgación es ilegítima, y así con la misa moderna!” (http://syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2014/01/p-altamira-sermon-domingo-ii-despues-de.html).
En la confusión creada por Mons. Fellay, el mismo P.
de Cacqueray, que es oficialista, contradijo a Mons. Fellay afirmando la
ilegitimidad de la nueva misa, para lo cual citó a otro oficialista, el P.
Gleize:
“La nueva misa no puede agradar a
Dios porque es engañosa, nociva y equívoca: “Ella no puede ser el
objeto de una ley obligatoria como toda la de la Iglesia. En efecto, la ley
litúrgica tiene por objeto de proponer con autoridad el bien común de la
Iglesia y todo lo que se requiere. La nueva misa de Paulo VI,
representando la privación de este bien, no puede ser objeto de una ley: ella
no solamente es mala sino que también es ilegítima, a pesar de todas
las apariencias de legalidad de que la pudieron rodear y que todavía la rodea” (Padre
Jean-Michel Gleize: “Vaticano II en debate”, página 63 http://syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2013/03/de-la-legitimidad-de-la-nueva-misa-en.html)
El último comentarista del citado blog dice que el P. Gomis expone muy bien acerca de la posición de la FSSPX sobre la nueva misa. Pero no dice que Mons. Fellay (que es el Superior general) lo haya hecho así. ¿No
debía hablar con esta claridad Mons. Fellay frente a los modernistas romanos?
No, desde luego, si su declaración fue sólo “diplomática” y buscaba agradar a
Roma en vistas a un futuro entendimiento o acuerdo.
“No
creemos que haya necesidad de abundar más al respecto”, decía el bloguero oficialista,
acusando además de mala fe a quienes no interpretaban a Mons. Fellay católicamente.
De manera tal que un obispo puede hablar con ambigüedades, puede no condenar el
error y así y todo mantenerse incólume simplemente porque señalar su ambigüedad
es obrar con mala fe.
No
creemos que haya necesidad de abundar más respecto de la conducta de los
liberales que escriben en defensa de la Nueva FSSPX.
Esperamos
sí que el católico perplejo que había indagado en aquel entonces, tenga las
cosas un poco más claras ahora y comprenda que no puede dejarse pasar así como
así –como hacen los del blog oficialista y obsecuente que hemos citado- una
declaración doctrinal de Mons. Fellay muy grave que contradice lo que la
Fraternidad había enseñado siempre. Lo menos que puede hacerse con este tema,
por una cuestión de honestidad intelectual, es debatirlo, y no hacerse el
desentendido por la sola razón de que “confiamos en las autoridades” o
simplemente atacar a los otros afirmando que tienen “prejuicios y no juicios”
para dar por cerrada toda discusión.