Fuente (extracto)
Extracto de la conferencia del Padre Gleize en Lausana en 2020
A continuación los extractos de esta conferencia:
Comentarios
de Syllabus en rojo:
Cita:
Él (Monseñor Viganò) toma nota de
lo que ocurre en la Iglesia, pero para nosotros no es algo nuevo.
¿Recuerdan la
actitud típica de ciertos personajes, congregados en una extremosa Radio, que
gustan de denostar a quienes “recién ahora” se dan cuenta de las cosas, cuando
Ellos las habían visto “desde un principio”?
No quiero ser irrespetuoso, pero
para nosotros, sacerdotes de la Fraternidad, es conmovedor e ingenuo
porque llevamos 50 años en esto.
“Oh, ese pobre
obispo, que recién ahora se desayuna con lo que pasa en Roma. “Nosotros” hace
cincuenta años que sabemos lo que pasa. “Nosotros” no somos ingenuos.”
Entonces estamos felices por
ello, ¡por supuesto! Pero es como si el menor de la familia finalmente se
diera cuenta de que el mundo es malo.
Desdén hacia alguien que es un superior a
quien dice aquello. Nuevamente la mirada desde arriba. Ellos, la FSSPX, son los
mayores de la familia. ¡Cuidado con la soberbia!
Es un neófito muy celoso.
Ellos (Monseñor Schneider y
Monseñor Viganò) hablan alto y claro, se lamentan, son a veces más
duros que nosotros, ¿pero qué hacen?
Gracias, Padre, por admitir que la Fraternidad ha cambiado su lenguaje duro,
alto y claro de antes por la blandura y el susurro actual. Pero ya todo el
mundo se había dado cuenta.
¿Qué ha molestado a Roma? ¿Cuándo
Roma lanzó anatemas a Mons. Lefebvre? No fue cuando criticó la libertad
religiosa, o durante la misa en Lille. Fue cuando ordenó sacerdotes y consagró
obispos.
Viganò ha
molestado evidentemente a Roma. Permanece clandestino en algún lugar
desconocido, en previsión de algún posible atentado. Casi nadie difunde sus
palabras.
También molesta tanto a los sedevacantistas furiosos y delirantes -como los de la Radio- como a los acuerdistas liberales: los extremos se tocan.
Según el P. Gleize sólo hay que hacer y
no decir, ya que decir la verdad no les molestaría a los enemigos de la misma.
Hay acá manifestado un desprecio tremendo por el poder de la verdad. N.S. dijo “Yo
he venido para dar testimonio de la verdad”. A este Padre le parece que lo que
hace Viganò serían sólo palabras o sólo viento. Pero, ¿no es el principal
oficio del obispo, enseñar la verdad?
Por otra parte, ¿a San Juan Bautista lo
encarcelaron y le cortaron la cabeza por ordenar sacerdotes y fundar
seminarios, o simplemente por haberle dicho la verdad desnuda al déspota de su
tiempo?
Además, si según da a entender el P. Gleize,
Viganò no tendría mucho mérito porque “no molesta a Roma”, ¿qué pasa con la
Fraternidad hoy? ¿Molesta a Roma? ¡Al contrario! Roma no ha dejado de hacerle
favores. Por lo tanto, P. Gleize, saque primero la viga de su ojo, para poder
sacar después la paja del ojo ajeno.
Monseñor Lefebvre dejó algo
detrás de sí. No palabras, ni viento.
Estoy muy contento de escuchar a
Monseñor Schneider y a Monseñor Viganò, pero me digo: "¿qué van a
hacer?" Porque un día morirán, pero ¿qué dejarán detrás? ¿Palabras
que serán llevadas por el viento? ¿O seminarios, obispos?…
Interesante,
porque cuando Mons. Williamson consagró los obispos de la Resistencia, la
Neo-Fraternidad lo criticó duramente. Pero estaba haciendo lo que acá dice este
Padre que hay que hacer. Incluso la Resistencia abrió un seminario. Pero ahí,
eso tampoco le conforma a la NeoFraternidad. ¡Qué contradictorios!
Y ¿qué
significa que las palabras de Viganò serán llevadas por el viento? ¿Quiere decir
que los que las escuchan no sabrán aprovecharse de las verdades que dice? ¿O
sea que subestima a los que lo escuchan también?
Estas son voces que son bienvenidas
en la Iglesia, pero son sólo palabras de marginados.
Son bienvenidas, pero no tanto, por lo que dice. ¿Bienvenidas a medias?
Y, serían menos marginados si la Fraternidad les diese su apoyo público cuando
dicen las verdades que tienen que decir. Pero la Neo-FSSPX no está dispuesta a
enemistarse con Francisco, ya que hace años que la Neo-FSSPX busca dejar de
estar en un lugar marginado para tener un lugar de importancia en el banquete
de la iglesia conciliar…
Eso está muy bien, pero me
temo que es estéril.
¿Cómo sabe
que es estéril? ¿La buena semilla, no dará fruto? Por otro lado, ¿Cuáles son
los frutos del obispo conciliar Huonder, que reside dentro de la Neo-Fraternidad?
¿Y la Neo-Fraternidad acaso va a volver a consagrar obispos, siendo que cuando
lo hizo Mons. Williamson fueron los primeros en condenarlo?
Resumen: La actitud de Mons. Viganò
está vista y analizada en relación a “Nosotros”, es decir, a la Neo FSSPX. Es
la monomanía de mirarlo todo en relación a sí mismo. La Neo FSSPX está
encantada de sí misma, vive inmersa en un narcisismo imberbe que le impide
distinguir entre amigos y enemigos, sino en relación a la actitud que tengan
con preservar esta imagen suya impoluta, porque “desde hace 50 años” saben lo
que pasa. ¿Alguien puede pensar que Monseñor Lefebvre no tendría palabras
cordiales y entusiastas hacia Monseñor Viganò, en vez de esta actitud altiva y
prescindente de sus herederos? ¿Es que no aprecian el lenguaje vigoroso, viril,
sin titubeos y a fondo que cada vez más está teniendo Viganò? ¿No son hoy en
esta terrible crisis nuestros hermanos quienes dicen con coraje la verdad?
Simplemente
nos parece que al hablar Viganò como lo hace, una profunda incomodidad asalta a
los “capos” de la Neo-Fraternidad, porque pone en evidencia el silencio
estremecedor de la FSSPX en la actual coyuntura, y porque no tienen por dónde
agarrarlo: Viganò no es un ex fraternitario, ni es sedevacantista. Entonces, se
les escapa de las manos.
La FSSPX
llega a sus 50 años de existencia, pero parece que fuera a festejar sus 15
años. Que disfrute la fiesta.
Ignacio Kilmot