Mis queridos amigos:
Sé que han sido más de dos meses desde que
publiqué nuestra última edición, y algunos de ustedes se han estado preguntando
qué sucedió. Gracias a Dios, me encuentro muy bien, vivo y con espíritu
combativo. Simplemente estuve demasiado ocupado en cuestiones de mi parroquia
(juntas con los grupos de hombres y mujeres, construcción de la sacristía,
nuestro primer bautismo, bendición de una casa en Bellingham, WA; mejoras en
nuestro salón, etc.), sin olvidar la oración, estudio y el simple día a día en
el Priorato. Recuerden que no tengo un Hermano o Hermana que se ocupe de esas
cosas. Tuve también algunas cruces pequeñas que me frenaron un poco (estuve
enfermo de un virus, mi laptop tuvo que ser enviada a reparación, etc.) Gracias
por su paciencia y comprensión. Y estén seguros: mis fieles están tan fuertes y
determinados como nunca, lo que me ayuda mucho. Además, Nuestro Señor me asiste
de muchas maneras y me mantiene feliz y resuelto.
¿Qué pasó con mi situación con la Neo-FSSPX?
A mediados de octubre, recibí mi segunda Monición Canónica del Padre Wegner,
pero no tuvo éxito en convertirme en un “blando”, y no me molestó en absoluto
contestarla. El Lunes, en la fiesta de la gran mártir Santa Catalina, recibí
por correo registrado prioritario un sobre ¡con unas estampillas suizas
hermosas! ¡Sí, era de Menzingen! De Su Excelencia Monseñor Bernard Fellay! Una
carta en francés, con un titulo de grandes letras mayúsculas: DECRETO DE
EXPULSIÓN DEL R.P. PATRICK GIROUARD. Sí, queridos lectores, otra cabeza ha
rodado de la guillotina de Menzingen: ¡La mía! Les daré el texto completo en mi
última edición, pero las palabras son claras: ¡He sido expulsado!
Pero ¿realmente lo he sido? Lo pregunto pues,
aunque el texto del decreto es muy claro, tal vez su autor tratará de justificarlo
diciendo que el texto es ambiguo y demasiado sutil para entenderlo. Así es,
para usar sus propias expresiones, nosotros los lectores no “estamos en su
cabeza” (recuerden cuando Monseñor Fellay trató de justificar su vergonzosa
Declaración del 15 de Abril de 2012). Por lo tanto ¿estoy o no estoy fuera? Ser
o no ser, he aquí la pregunta capital. He tenido la tentación de escribirle y
preguntarle lo que hay “en su cabeza” respecto a mi expulsión, pero entonces me
di cuenta que su eventual respuesta no me ayudaría en lo absoluto. Seguiré con
el mismo problema al leer su segunda carta. Todavía no estaré “en su cabeza”.
Por lo tanto, me apegaré a lo que hay en mi cabeza cuando leo el texto: ¡He
sido expulsado!
Bueno, en realidad lo que tenemos que
entender es que yo nunca pertenecí, y por la gracia de Dios nunca perteneceré a
la Neo-FSSPX que fue creada en el Capítulo General de julio de 2012. Una
Neo-FSSPX que realmente abrió oficialmente la puerta a su reconocimiento por la
Roma modernista a pesar de las últimas instrucciones de Monseñor Lefebvre. Esta
puerta sigue abierta de par en par a pesar de que un Obispo y los sacerdotes
que se opusieron al cambio fueron sometidos a la guillotina “legal” [Nota del
blog: a un lector su Prior le dijo que él y otros Sacerdotes también se
opusieron al acuerdo pero no fueron expulsados. Habría que preguntarle a ese
Prior si sigue opuesto al acuerdo traidor. ¿Pueden estar realmente contra del
acuerdo si continúan obedeciendo al impenitente, cambiante, errático, ambiguo e
indigno de confianza Superior General que estuvo a un paso de firmarlo, que lo
puede firmar en cualquier momento, y que ahora hunde lentamente a la FSSPX?]
Aunque es muy triste ver que la fundación de Monseñor Lefebvre ha sido
secuestrada, como la misma Roma lo ha sido por bastante tiempo, hay un aspecto
positivo en este decreto de expulsión: Para mi, es solamente una confirmación
oficial que he permanecido fiel a la antigua FSSPX, fundada por Monseñor
Lefebvre en Noviembre de 1970. Por favor, recen por mi fidelidad en el combate,
como yo lo haré por ustedes.
Padre Patrick Girouard