HABLA MONSEÑOR LEFEBVRE
“Meterse dentro de la Iglesia, ¿qué quiere decir eso? Fácil es decirlo, pero ¿de qué Iglesia estamos hablando? Si hablamos de la Iglesia “conciliar”, eso significaría que después de 20 años de lucha por la Iglesia “católica” ahora deberíamos entrar en esta Iglesia conciliar para hacerla supuestamente católica. Esto es totalmente ingenuo. No son los inferiores quienes hacen a los superiores, sino los superiores a sus sujetos”.
Fideliter N 70, Julio-agosto 1989.
“No creo que sea una verdadera vuelta (a la Tradición). Aquí ocurre como en las guerras: cuando da la impresión de que la tropa va demasiado lejos, se le manda retirarse un poco. Así, cuando se frena un poquito la aplicación del Concilio Vaticano II, es porque sus ejecutores van demasiado lejos. Algunos teólogos se equivocan al alarmarse. Estos obispos (conservadores) son partidarios del Concilio y de las reformas postconciliares, del ecumenismo y del carismatismo.En apariencia hacen las cosas con más moderación, con cierto sentimiento tradicional, pero no es profundo. Los grandes principios fundamentales del Concilio, los errores del Concilio, los aceptan y los ponen en práctica. Para ellos no es un problema, al contrario. Ellos son los más duros con nosotros, y quienes más exigirían que nos sometiéramos a los principios del Concilio”.
Fideliter N 70, Julio-agosto 1989.
“Era cosa clara y que reflejaba muy bien su actitud. No se trata para ellos de abandonar la nueva misa. Al contrario. Por ello, lo que puede parecer una concesión no es en realidad sino una maniobra para alejar de nosotros el mayor número de fieles, Con esta perspectiva es con la que parecen conceder, cada vez un poco más e ir más lejos. Pero hay que convencer a los fieles de que se trata de una maniobra, que es un peligro ponerse en manos de los obispos conciliares y de la Roma modernista. Es el mayor peligro que les amenaza. Si hemos luchado durante 20 años para evitar los errores conciliares, no es para ponernos ahora en manos de quienes los profesan”.
Fideliter N 70, Julio-agosto 1989.
“Queremos que se nos entienda bien: no estamos contra el Papa en cuanto representante de todos los valores inmutables de la Sede Apostólica, de la Sede de Pedro; sino contra el Papa modernista que no cree en su infalibilidad y que practica el ecumenismo. Estamos claramente contra la Iglesia conciliar que en la práctica es cismática, aunque no lo reconozca. Se trata de una Iglesia de hecho virtualmente excomulgada, porque es una iglesia modernista”.
Fideliter N 70, Julio-agosto 1989.