sábado, 26 de septiembre de 2020

APUNTES DESDE LA TRINCHERA

 



Mons. Viganò, signo de contradicción

Parecería que todos los católicos que siguen la línea trazada por Monseñor Lefebvre, todos los que pretenden ser antiliberales y contrarrevolucionarios,  deberían alegrarse por la aparición de un obispo que renueva el mensaje y la combatividad del Obispo Lefebvre con gran pujanza, perseverancia, lucidez y coraje. Que todos los que a duras penas soportan la abominación pachamámica instalada en Roma, deberían festejar que Dios haya sacado de entre lo que parecía imposible, la cúspide del episcopado romano oficial, un obispo como Monseñor Viganò, que cada día se manifiesta con mayor sabiduría, cuestionando a fondo el Vaticano II, y hasta mentando a Lefebvre o hablando ya de una “Iglesia conciliar”. Y todo esto dicho sin los titubeos o zalamerías de los Burke o Schneider de rigor.

Sin embargo, lejos de ello, un manto de silencio, o de injurias, se han abatido sobre el destacado obispo. Y salvo una minoría de honestos tradicionalistas, o de los llamados de la Resistencia, incluyendo los cuatro obispos, que han sabido ver la trampa hacia la cual estaban llevando a la neo-Fraternidad del Arzobispo, el resto ha quedado descolocado con esta aparición que los pone en una situación muy incómoda.

Por un lado están los neo-fraternitarios, en plena renovación acuerdista, que ven cómo alguien sale a decir lo que ellos ya no dicen, y entonces quedan “en offside”. Así que, por ese lado, como tienen el “copyright” de la Tradición, no pueden compartir escena con alguien que habla más fuerte y más alto. Por lo tanto hacen “mutis por el foro”.

Luego están los recalcitrantes sedevacantistas o ex fraternitarios, ya cada vez más farisaicos, que acusan a Viganò de ¡Fariseo! (así a los gritos, con signos de admiración), como el Padre C. de la alicaída Radio, la cual ha llegado a publicar un artículo la mar de orgulloso y desvariado, del cual no resistimos publicar este parrafito:

Escribe Viganò que está en curso una batalla entre “los hijos de la luz y los de la oscuridad”, y que “estos dos bandos, que tienen una naturaleza Bíblica, siguen la clara separación entre la descendencia de la Mujer y la descendencia de la Serpiente”; finalmente concluye diciendo que “es necesario que los buenos, los hijos de la luz, se reúnan y hagan oír su voz”.

Esta es una interpretación gnóstica de la Sagrada Escritura y distorsiona en una clave antropocéntrica la profecía del Génesis 3, 15, donde “la descendencia de la Mujer” ES SÓLO CRISTO.

https://radiocristiandad.org/2020/07/23/grace-el-otro-evangelio-de-monsenor-vigano/

 

De acuerdo a este artículo, San Luis María Grignion de Montfort sería un hereje y gnóstico, ¡y no nos habíamos dado cuenta!:

Pongo hostilidades entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; ella herirá tu cabeza cuando tú hieras su talón (Gén 3,15).

52 Dios ha hecho y preparado una sola e irreconciliable hostilidad, que durará y se intensificará hasta el fin. Y es entre María, su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer.

(Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen)

 

Luego están los conservadores semi-tradicionales, como el cura de un sitio de internet que tiene cosas realmente valiosísimas, pero ha hecho “silencio de radio” sobre Viganò como suele hacerlo sobre Monseñor Lefebvre, porque, claro, cuestionan el malhadado Concilio y los Papas que lo han aplicado. ¡Vaya lío se les armaría! ¡Y eso que proclaman mucho llevar adelante una labor “parresíaca”! Y luego, cuando un Obispo habla en “parresíaco”, lo ignoran y evitan que “se la cuenten”…a la verdad, decimos.

En fin, nos parece ver que todos tienen alguna posición, situación, lugar, comodidad u orgullo que perder, y, claro, no quieren perderlo.

Al respecto, nos parecen muy esclarecedoras estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo, dichas a Sor Josefa Menéndez:

“El camino de la virtud y de la santidad se compone de abnegación y de sufrimiento; el alma que generosamente acepta y abraza la Cruz, camina guiada por la verdadera Luz y sigue la senda recta y segura, sin temor de resbalar en las pendientes, porque no las hay…” (Un llamamiento al amor)

Como vemos, quien abraza la cruz camina por el sendero de la luz. Quien no quiere aceptar la cruz de ser señalado, condenado, abandonado, o la cruz de aceptar unos papas pésimos siendo parte de la Iglesia, o la cruz de aceptar paradojas inadmisibles, o el misterio de iniquidad, o hasta una “excomunión” y la persecución por parte de la autoridad, pues bien, entonces la luz va disminuyendo, y la senda ya no será tan recta y segura.

De allí que debemos aceptar generosamente la Cruz, como ha hecho Mons. Viganò, que ha dejado su situación cómoda, tranquila, errática, permisiva, diplomática, para hacer una revisión de sus posiciones, hacer un mea culpa y dedicarse a dar el buen combate, cuando ha arribado a una edad en que podría dejar de lado todo esfuerzo y toda complicación en su vida.

 

¿Qué hicieron con la bendición?

Ingresamos al sitio web de la (Neo) FSSPX. Vamos a su biblioteca virtual:

https://fsspx-sudamerica.org/es/biblioteca-virtual Luego vamos en busca de las obras de Monseñor Lefebvre https://fsspx-sudamerica.org/es/escritos-de-monse%C3%B1or-lefebvre Allí encontramos un escrito titulado  Dios bendice a la Fraternidad San Pío Xhttps://www.fsspx-sudamerica.org/es/node/35869 Hacemos “click” y aparece:

Página no encontrada

La página "/es/node/35869" solicitada no se ha podido encontrar.

¡Caramba! ¿Qué hicieron –nos preguntamos- con la bendición que había recibido la Fraternidad? ¿Quién la hizo desaparecer? ¿Adónde ha ido?

Quizás quieran leer el último Comentario Eleison de Monseñor Williamson (“Arzobispo transferido”), para entenderlo mejor.

 

Fray Llaneza