Número CDXXI (421)
08 de agosto de 2015
Comida,
Agua
Mons.
Williamson
Sin
Dios el hombre vive malamente y con cuernos.
Su
“civilización” pronto se derrumbará a los infiernos.
No me gusta ser un profeta
de desgracias pero lo que un empleado jubilado del Gobierno de Estados Unidos
con numerosos premios nacionales por sus servicios, ve venir, según me
escribió, debe ser dicho, porque estoy seguro que es la verdad.
“El Occidente está
precipitándose a toda velocidad a la destrucción ya que continúa abandonando a
Dios y a Su Santa Iglesia Apostólica. Mi familia y yo vivimos en una tierra
baldía del Novus Ordo. Asistimos a Misa en una capilla de la FSPX, pero estamos
velando y rezando porque la FSPX parece estar reconciliada con su absorción y
destrucción por parte de los modernistas. La solución al problema es la
Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de Nuestra Madre. Pero en este
momento el Papa no tiene interés en hacerlo ni tampoco la Curia. Nuestro Señor
nos ha informado que la Consagración se hará, pero que será tarde. Creo que
esto puede significar luego del comienzo del Castigo, que será bien diferente
de cualquier cosa imaginable.
“Estoy al tanto de las
noticias concernientes a la economía mundial, o, debería decir, al esquema
Ponzi de las bancas centrales. No puede continuar por siempre. La deuda no es
ni divisas, ni dinero, ni riqueza. Es esclavitud, un lazo a ser puesto
alrededor del cuello de la gente del pueblo para el control de sus trabajos y
riquezas. Creo que un colapso económico ocurrirá dentro de un par de años. Será
como el derrumbe estrepitoso de la tulipomanía en Holanda en 1637, cuando la
gente se dio cuenta que los bulbos de tulipán realmente eran simplemente eso,
bulbos y no oro. Cada poder mundial está imprimiendo tanto papel moneda sin
respaldo como puede, y está mintiendo sobre sus cifras económicas. Todas las
economías colapsarán como una avalancha, y serán aniquiladas.
“El hombre moderno habiendo
devenido una creatura de extremo confort y extrema ingratitud, se puede sólo
imaginar como la gente reaccionará cuando no haya más cosas gratis, Internet,
televisión, teléfonos celulares, o cupones para alimentos, a pedido. Será el
caos. Los dueños del poder están condicionando a la gente para este momento,
creando chivos expiatorios. Esto ha sido hecho muchas veces antes para
justificar las decisiones malas y destructivas de la cúpula criminal para
proporcionar cobertura para aquellos que verdaderamente causaron el problema,
señaladamente aquellos nombrados por el Padre Denis Fahey.
“El Gobierno de Estados
Unidos espera tambaleante pérdidas de vidas como resultado del colapso, sin
embargo no hace nada. La maldad será desatada cuando la gente se de cuenta de
la increíble anchura y profundidad de la crisis, y entonces volverán sus
ciudades en zonas de violencia y depravación indecibles. La población sin Dios
ni moralidad estará infernalmente empeñada en la supervivencia personal. En un
instante el mundo moderno será detenido en seco. El hombre se enfrentará a la
cruda realidad de su debilidad, su total carencia de control y su verdadera
dependencia de Dios.
“Su Excelencia, la gente
está en un punto en que sabe hacer cualquier cosa con un teléfono celular pero
no sabe hacer crecer una papa, clavar un clavo, o realizar una plomería
rudimentaria. Cuando el esquema Ponzi colapse, solamente los oficios prácticos
y el verdadero sacerdocio tendrán algún valor. Carpintería, Plomería,
Electricidad, Manejo de Agua, Manejo de Basura, mecánica, agricultura,
ganadería (no criaderos industriales), eso es todo. Los jóvenes Católicos deben
ser estimulados a ingresar a esos oficios y luego a crear un nuevo sistema de
Gremios. Las universidades corruptas de hoy en día, actualmente sustentadas por
la deuda del mercado, serán claramente inútiles. La verdad se necesita ahora
más que nunca. A los Católicos Tradicionales se les debe decir que abracen las
prácticas tradicionales, los roles tradicionales y las vidas tradicionales.
Ciertamente debemos abandonar el Catolicismo solamente de Misa dominical “à la”
Bing Crosby, pero también debemos abrazar el trabajo diario necesario para
restaurar en nuestras vidas diarias a Cristo como Nuestro Rey y a la Santísima
Virgen María como Nuestra Reina. A los fieles se les debe aconsejar prepararse
para la seguridad de sus familias y de otros en necesidad. Esto involucra
asegurarse de comida y de agua, porque la mayoría de los supermercados
contienen suministro de productos para la población local de no más que 36
horas”.
Kyrie eleison.