Líderes
religiosos piden más acción contra antisemitismo
Tras
los incidentes en manifestaciones contra la operación israelí en Gaza,
referentes de los credos en Francia se reunieron con el presidente Hollande. Le
reclamaron proteger los lugares de culto.
Los
representantes de distintas religiones en Francia pidieron al presidente
francés, Francois Hollande, mayores dispositivos para combatir el
antisemitismo, tras los altercados registrados este fin de semana en el
transcurso de varias manifestaciones contra la operación israelí en la franja
de Gaza.
"Es
fundamental que encontremos los medios para que toda Francia diga no al
antisemitismo, para que sea una causa nacional", anunció el presidente del
Consistorio central israelí, Joel Mergui, tras haberse reunido con Hollande en
el Elíseo.
Al
encuentro acudieron también el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve; el
presidente del Consejo francés del culto musulmán, Dalil Boubakeur; el
secretario general de la Federación Protestante (FPF), Georges Michel; la
vicepresidenta de la Unión Budista, V? Minh Tri, y representantes de la
conferencia episcopal.
"El
Estado es consciente de sus responsabilidades, y tiene la responsabilidad de
tomar medidas para proteger los lugares de culto", añadió Mergui, para
quien el antisemitismo ha alcanzado cotas "intolerables" y es
importante que la condena del Estado a esos altercados se refleje en la
práctica.
Este
fin de semana, en la localidad de Sarcelles, donde tuvo lugar una manifestación
no autorizada, los altercados se prolongaron durante cinco horas, en los que
varias decenas de participantes destruyeron material urbano y lanzaron
diferentes tipos de proyectiles, como piedras, contra los antidisturbios.
La
sinagoga fue objeto de intentos de lanzamiento de algún cóctel molotov, y ante
la imposibilidad de alcanzarla por la protección de las fuerzas del orden,
algunos manifestantes se cebaron con comercios conocidos por ser propiedad de
judíos.
En
París, otra manifestación de varios miles de personas contra la acción de
Israel, que igualmente había sido prohibida antes de celebrarse, degeneró
también en incidentes violentos y llevó a la detención de una veintena de
personas.
"La
comunidad musulmana no es antisemita. Ella misma es objeto de racismo",
dijo hoy desde el Elíseo Boubakeur, quien subrayó que a los representantes de
las distintas religiones les corresponde también "evitar ciertas
derivas", e informar y enseñar a sus seguidores. EFE