“Nosotros
contamos con atraer a todas las naciones a la construcción de un nuevo edificio
fundamental, del cual hemos proyectado nosotros mismos los planos. Por esto,
ante todo, nos es necesario hacer provisión de esta audacia y de este poder de
espíritu que, en la persona de nuestros agentes, arrollará todos los obstáculos
que se presenten en nuestro camino.
Cuando
hayamos llevado a cabo nuestro golpe de Estado, diremos a los pueblos: “Todo
marchaba espantosamente mal, todos habéis sufrido más allá de lo que se puede
soportar. Nosotros venimos para destruir las causas de vuestros tormentos,
borrando las nacionalidades, las fronteras y la diversidad de monedas. Libres
estáis de jurarnos o no obediencia, pero ¿podéis negaros en justicia antes de
haber probado lo que os ofrecemos?”.
(Protocolos de los Sabios de Sión,
Décima sesión, Edición con estudios y comentarios de Mons. E. Jouin).
“En
el momento que un Estado gentil se permita hacernos la menor resistencia, nos
es necesario estar en disposición de arrastrar a su vecino para que le haga la
guerra.
Pero
si por otra parte los vecinos quieren hacer causa común con él y ponerse en
contra nuestra, entonces desencadenaremos la guerra mundial”.
(Protocolos…)
“Podemos
reducir a pocas palabras nuestro plan para humillar a los Estados gentiles.
Probaremos nuestro poder con uno de ellos, por medio del terrorismo y el
asesinato”
(Protocolos…)
“Quienquiera
se niegue a obedecer a la voluntad general, sea constreñido a acatarle por todo
el cuerpo, lo que no significa otra cosa sino que se lo forzará a ser libre”.
(J.
J. Rousseau)
“El
Estado es dueño de todos los bienes y sus miembros deben ser considerados como
depositarios del bien público”.
(J.J.
Rousseau)