Número
DXXI (521)
08 de julio de 2017
Error de Menzingen – I
Mons. Williamson
Los liberales son
lobos, y los lobos solo pueden morder –
Los católicos que
se mantienen lejos, error no podrán cometer.
No todos los
lectores de estos “Comentarios” aprecian necesariamente su retorno regular a lo
que puede parecer simplemente “disputas entre sacerdotes”, pero que estos
lectores recuerden – o aprendan – que la Iglesia Católica existe como el solo y
único medio para salvar las almas para el Cielo eterno, mientras que el Diablo
existe como un agente de primera clase para mandar las almas al Infierno eterno.
Si entonces Nuestro Señor elige a los sacerdotes para ser los agentes de Su
Iglesia, el Diablo los atacará, y uno de los mejores medios para atacar
sacerdotes es otros sacerdotes. De hecho, fácilmente la mayoría de los
archiherejes de la Iglesia han sido sacerdotes, p. ej. el Obispo Nestorio y el
Padre Martín Lutero. “Disputas entre sacerdotes” son poco importantes solo si
nadie quiere ir al Cielo, ¡pero entonces el Demonio habría realmente ganado!
Así que veamos el
documento de 20 páginas divulgado el 13 de junio por los sacerdotes del Cuartel
General de la FSSPX en Menzingen, Suiza, para defender su agradecimiento a la
Roma Conciliar por el documento del 4 de abril, que propuso una más o menos
cercana participación de los eclesiásticos conciliares en la celebración de los
matrimonios de la FSSPX. La Carta sobre los matrimonios: aclaraciones y
puntualizaciones está bien pensada y es bastante persuasiva si uno no
nota los argumentos falaces, pero sufre del paralizante defecto de los líderes
en Menzingen, a saber, confunde las apariencias conciliares por sustancia
católica. En las palabras la “Carta” condena repetidamente los
errores conciliares en general y del matrimonio en particular, pero en la acción trata
a los eclesiásticos conciliares como si fueran eclesiásticos católicos
normales, cuando en realidad ellos son eclesiásticos profundamente anormales –
son modernistas. En palabras de San Pablo para los últimos tiempos, ellos
tienen “apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza” (II Tim. III, 5).
Y añade: “A esos apártalos de ti”.
Así que toda la
primera parte de la Carta presenta la participación del obispo
diocesano o del párroco o su delegado atestiguando los matrimonios católicos
para asegurar su validez, como una práctica clásica de la Iglesia y parte de su
ley desde el Concilio de Trento. ¿Quién discute eso? Pero la aplicación de
esta ley ha estado, desde el Vaticano II, en las manos de clérigos que tienen
una visión cada vez más anormal del matrimonio católico. ¡Hoy la Iglesia ya no
está en tiempos normales! ¿Menzingen no se ha dado cuenta? ¿O decidió ya no
darse cuenta más? El protestantismo tardó unos cuantos siglos en romper el
dominio universal de la Iglesia Católica. El liberalismo tardó pocos siglos más
para introducirse dentro de la jerarquía de la Iglesia, pero una vez que Dios
permitió, como un justo castigo, que prevalecieran las elecciones de Juan XXIII
y Paulo VI, entonces la más alta autoridad de la Iglesia se volvió liberal,
y desde entonces nunca ha sido más fácil para todos los católicos bajo
esta autoridad el convencerse, incluso sinceramente, de que ellos permanecen
católicos aún mientras están destruyendo la Iglesia.
Cuando en 1987
Mons. Lefebvre llamó a los clérigos conciliares “anticristos” (Carta a los
futuros cuatro obispos), estaba pasando por alto su posible sinceridad
subjetiva de ellos y sosteniendo firmemente su innegable destructividad
objetiva. Cuando en 2017 Menzingen recalca la normalidad de la participación de
los Superiores jerárquicos en los matrimonios católicos, está dando por sentado
la sinceridad de los jerarcas y pasa por alto su ruinoso liberalismo. Pero
ellos siguen siendo liberales, con un concepto del matrimonio que incluye las
anulaciones fáciles, etc. Si una vez llegan a poner su pie en la puerta de los
matrimonios Tradicionales, ¿qué los detiene mañana o pasado mañana para aplicar
incluso la ley Tradicional de la Iglesia de acuerdo a su idea “renovada” de
matrimonio? De hecho ¿cómo no aplicarían, mañana o pasado mañana, sus propias
convicciones sinceras?
Por décadas desde
el Vaticano II, según como los católicos se daban cuenta de lo que estaba
sucediendo a la Iglesia y se volvían “Tradicionalistas”, así iban
distanciándose de las autoridades oficiales de la Iglesia. Sin falta de
cortesía o de respeto, ellos se apartaron para proteger su Fe y Moral
Católicas. ¡Ahora viene Menzingen aproximándose a estas autoridades y queriendo
que todos los Tradicionalistas lo sigan! Menzingen olvidó la famosa cita de la
Eneida de Virgilio: “Temo a los griegos incluso cuando traen regalos”.
¡Menzingen confía en los griegos!
Kyrie eleison.