"Todo
el que admira con amor religioso a los Santos y celebra una y otra vez con
alabanzas la gloria de los justos, debe imitar su justicia y su vida santa. El
que siente alegría ensalzando los méritos de algún santo, ha de tener empeño
también en ser, como el santo, fiel al servicio de Dios. Así, pues, o imita uno
al que alaba o no alaba al que no quiere imitar. El que tributa elogios a otro,
hágase digno de ser alabado, y el que admira el mérito de los Santos, hágase
también admirar por su vida santa. Si amamos a las almas justas y fieles por el
aprecio que hacemos de su justicia y su fe, también nosotros podemos ser lo que
son ellos, si lo que hacen ellos, lo hacemos nosotros.
NUESTROS
MODELOS
"Y
no es difícil para nosotros imitar sus acciones, pues, mientras los primeros
Santos, para hacerlas, no tuvieron ejemplos anteriores que imitar, no fueron
imitadores de otros, se nos presentan ellos a nosotros como ejemplares que
debemos copiar en la práctica de la virtud. Así, tanto por el provecho que
sacamos nosotros de su ejemplo, como por el que saque el prójimo del nuestro,
será Jesucristo perpetuamente glorificado por sus siervos en la Santa Iglesia.
"Ya
en los primeros tiempos del mundo el inocente Abel fue sacrificado; Henoc,
porque era grato a Dios, fue arrebatado de este mundo; Noé fue hallado justo; Abraham, probado y hallado
fiel; Moisés se distinguió por su mansedumbre; Josué, en la castidad; David por
la clemencia; Elías agradó al Señor; Daniel fue piadoso; sus tres compañeros,
vencedores; los Apóstoles, discípulos de Cristo, fueron nombrados maestros de
los creyentes; instruidos por ellos, los Confesores luchan con valentía; los
Mártires, consumados en perfección, triunfan; y legiones de cristianos, armados
por Dios, infligen al diablo continuas derrotas. Por sus virtudes todos estos
son parecidos; por sus combates, diferentes; por sus victorias, gloriosos.
NECESIDAD
DE LUCHAR
"Oh
cristiano, eres soldado cobarde si piensas que vas a vencer sin luchar y a
triunfar sin esfuerzo. Despliega tu fuerza, lucha con valor, pelea sin desmayo
en esta refriega. Recuerda tu pacto, atiende a las condiciones, mira lo que es
la milicia: el pacto, lo hiciste; las condiciones, las aceptaste; en la
milicia, te alistaste".
San
Juan Crisóstomo, Sermón sobre la imitación de los
Mártires.