Luego de la publicación de la
Carta pública de los decanos y superiores de las comunidades religiosas, el
Padre Bouchacourt trató esta iniciativa de “subversiva”, un poco como un slogan
para evitar tratar el fondo de las cosas. A pesar de esto, la pregunta puede
plantearse: ¿La carta de los siete decanos es subversiva o revolucionaria? He
aquí la respuesta que un sacerdote de la FSSPX dio a uno de nuestros lectores.
Estimado señor:
Su pregunta es muy legítima.
Cuando los inferiores se oponen a los superiores, el católico, pues es
absolutamente obediente, debe por principio inclinarse por la autoridad. San
Pedro nos dijo el pasado domingo: “Someteos a toda autoridad por Dios”.
Desgraciadamente, muchos católicos olvidan las dos últimas palabras. Si
la autoridad está contra Dios, es necesario evidentemente obedecer a Dios más
que a los hombres.
1-Revolucionario: Ser
revolucionario es oponerse a la autoridad porque ella viene de Dios. Cuando la
autoridad es para Dios, el revolucionario se opone a ella. El católico está
sometido ordinariamente a la autoridad. Cuando la autoridad es usurpada por el
revolucionario, el católico se opone a ella. En ese caso no debe ser calificada
de revolucionario, sino de contrarrevolucionario, como los Vendeanos (yo no
quiero decir que en la historia que nos ocupa haya revolucionarios y
contrarrevolucionarios. Quiero decir que un católico se opone a la autoridad no
debe ser inmediatamente calificado de revolucionario).
2- Subversión:
Subversión viene de sub vertere: cambiar desde abajo.
2.1 Un acto es subversivo cuando
vuelve a los inferiores contra los superiores. En este sentido el
revolucionario y contrarrevolucionario son subversivos. ¿Y entonces? En
realidad en este sentido la palabra subversivo es utilizada en un sentido
amplio. Por ejemplo, por su declaración de 1974, Mons. Lefebvre volvió a los
inferiores contra los superiores, contra Roma, contra la Roma moderna y
revolucionaria. Este fue un acto contrarrevolucionario y católico. ¿Quién diría
que fue subversivo? ¿O que tomó a los fieles por rehenes?
2.2 Un método es subversivo
cuando consiste en afectar una inteligencia sin que la víctima tenga conciencia
de ello, y así empujarla a actuar contrariamente a su primera intención,
siempre sin que ella tenga conciencia de ello. Es una felonía contra la
facultad más alta del hombre. Es como la zapa: en lugar de atacar el castillo
francamente o incluso penetrar en el recinto por un estrecho túnel, se cavan
galerías invisibles bajo las murallas y de un solo golpe ésta caerá…
Típicamente, el mensaje
subliminal es un método subversivo. Por ejemplo las “Luces” han utilizado
abundantemente este medio de tinieblas por la simple palabra “igualdad”, sin
siquiera definirla. En este sentido la autoridad puede ser subversiva, cuando
quiere llevar a sus inferiores a sus fines, no mandándolos, sino cambiándoles
su manera de ver por medio de una enseñanza ambigua. En este sentido, el
católico no tiene el derecho de ser subversivo, ni siquiera por hacer reinar la
verdad y el bien, porque un fin tan noble no puede ser deshonrado por medios
tan tenebrosos.
Incluso cuando la muralla parece
estar sana, es imperativo descubrir la zapa, pues la muralla se derrumbará con
un solo golpe. Por ejemplo, se nos repite “Reconocernos tal
como somos”. ¿Éste es un argumento o un slogan? “Tal como somos” es una tomada de pelo que no explica nada. En sí, “tal
como somos” es: en ruptura de hecho con las autoridades oficiales y el rechazo
del nuevo Código. Así nos dan tanto uno como otro. Afirmar una gran idea
ambigua para cubrir una operación, es subversión.
Vemos
que la Carta de los Decanos no es revolucionaria de ninguna manera, pues
proclama la verdad. La Carta de los Decanos tampoco es subversiva en sentido
estricto: el texto es perfectamente claro. Las inteligencias
la comprenden inmediatamente el sentido y son capaces de aceptarlo o
rechazarlo. No tiene nada que ver con una zapa, sino que se asemeja a un
ariete. Los autores asumen su peso y son sus visibles defensores. Si el
contenido de la carta es justo, debemos concluir que los Decanos no han hecho
mal.
Que Nuestro Señor y Nuestra
Señora nos den la luz y fuerza para servir fielmente a la Verdad.
Un sacerdote de la FSSPX.