FRATERNIDAD
SAN PÍO X, RECONCILIACIÓN CADA VEZ MÁS CERCA
Secretario de Ecclesia Dei, Mons.
Pozzo: "estamos trabajando en el perfeccionamiento de la forma
jurídica"
NOTA
DE NP: MONS. POZZO
REACCIONA ANTE LAS PALABRAS DE MONS. FELLAY EN LA ENTREVISTA A TV LIBERTÉS,
RATIFICANDO, EN LO SUSTANCIAL, LO EXPRESADO POR EL SUPERIOR GENERAL
DE LA FSSPX, CORRIGIENDO LO DICHO POR ÉSTE ACERCA DE CIERTOS PUNTOS
SECUNDARIOS, Y AGREGANDO MÁS ANTECEDENTES ACERCA DEL FUTURO ACUERDO SUICIDA DE
LA FSSPX CON ROMA APÓSTATA.
ANDREA
TORNIELLI
CIUDAD DEL
VATICANO
"En este
momento estamos trabajando en la mejora de algunos aspectos de la figura
canónica, que será la prelatura personal". El arzobispo Guido
Pozzo, secretario de la Comisión " Ecclesia Dei ", a
cargo del diálogo con la Sociedad de San Pío X, también confirma a Vatican
Insider que la etapa de plena comunión con Lefebvre se acerca. La meta
del acuerdo está a la vista, aunque será necesario cierto tiempo.
El superior de la
Sociedad de San Pío X, el obispo Bernard Fellay, el 29 de enero de 2017
participó como invitado en la transmisión "Tierras de Misión" de TV
Libertés. Durante la entrevista, Fellay confirmó que el acuerdo está en
marcha y para llegar a la solución canónica no tendrá que esperar hasta que la
situación en la Iglesia se haya vuelto "totalmente satisfactoria" a
los ojos de la Fraternidad San Pío X, que en todos estos años nunca ha
dejado de mencionar el nombre del Papa, y orar por él en la celebración
de las misas. Fellay ha enmarcado la actitud de Francisco hacia la
Fraternidad como parte de la atención a las "periferias" y explicó la
importancia de poner fin a la separación con Roma.
El acercamiento,
después del mini-cisma causado por las cuatro ordenaciones episcopales
ilegítimas celebradas por el arzobispo Marcel Lefebvre en 1988, comenzó en
2000, cuando los lefebvristas vinieron en peregrinación a Roma para el Jubileo. Juan
Pablo II dio su consentimiento para el inicio de nuevas
conversaciones. Los contactos se intensificaron con Benedicto XVI, incluso
con el examen de las cuestiones doctrinales abiertas. El Papa Ratzinger
había liberado, en primer lugar, el uso del misal preconciliar y luego levantó
las excomuniones de los cuatro obispos de la Fraternidad. Con
Francisco, además de la continuación de los contactos, se dio también el paso
de autorizar a los sacerdotes lefebvristas para confesar no sólo válida sino también
lícitamente a los fieles durante el Jubileo de la misericordia. Esta
concesión luego se extendió sin límite de tiempo en la carta "Misericordia
et mísera".
En cuanto a los
problemas doctrinales, lo esencial parece superado en vista del acuerdo. A
los miembros de la Fraternidad de San Pío X les sería exigido lo que se
necesita para ser católicos, a saber, la "Profesión de fe", la
creencia en la validez de los sacramentos celebrados según el Novus
Ordo (la liturgia resultante de la reforma postconciliar), la
obediencia al Papa. Hubo un diálogo y un debate sobre la relación entre
el Magisterio y la Tradición, mientras todavía siguen siendo objeto de
profundización -e incluso de desacuerdos que podrían continuar- temas
relacionados con el ecumenismo, la libertad religiosa y la relación
Iglesia-mundo.
En la entrevista
televisiva de Fellay, además de recordar la concesión de Francisco relativa a
los sacramentos de la reconciliación y la unción de los enfermos, también citó
las ordenaciones sacerdotales de la Fraternidad, indicando que se llevan a cabo
con el permiso de la Santa Sede y sin la necesidad del consentimiento del
obispo local. El estado de los hechos, precisa Pozzo, es más complejo y se
remonta a una decisión tomada por Benedicto XVI y la Congregación para la
Doctrina de la Fe hace unos años. “La Santa Sede - explica el
secretario de Ecclesia Dei - permite y tolera las ordenaciones
sacerdotales de la FSSPX previa comunicación de los nombres de los recién
ordenados al obispo del lugar, considerándolas válidas pero
ilícitas. Francisco ha concedido solamente la legitimidad de la
administración de los sacramentos de la penitencia y la unción de los
enfermos. Precisamente para que todos los demás actos
sacramentales, además de válidos sean legítimos, es necesario llegar a una
solución canónica que configure la Fraternidad".
La ruta elegida
para la solución canónica, por supuesto, es el de la prelatura personal,
figura inédita introducida en el nuevo Código de Derecho Canónico de 1983, y
que hasta ahora sólo se aplicaba al Opus Dei.
Durante estos últimos años se han incrementado las voces de los que se
oponen al acuerdo. Uno de los cuatro obispos a los que el Papa Ratzinger
había quitado la excomunión, Richard Williamson, ha dejado la fraternidad
fundando un grupo más extremista, y ha procedido a nuevas ordenaciones
episcopales. La posición de Fellay parece bastante más en línea con la
de su fundador, el Arzobispo Lefebvre, quien en 1988 había casi llegado a un
acuerdo con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, cancelado a último momento.