Número CDLXXXIX (489
26 de noviembre de 2016
Cinco “Dubia”
Mons. Williamson
Cuatro
Cardenales obligaron un papa a hablar –
Sus
profundas convicciones vienen del abismo infernal.
En un
escándalo de gravedad sin precedente, incluso para el reinado cargado de
escándalos del Papa Francisco como Papa Católico desde el 2013, cuando
desafiado por cuatro honorables Cardenales por su aparente negación de la base
misma de la enseñanza de la Iglesia en moralidad, acaba de dar respuestas en
público que prácticamente afirman la libertad del hombre sobre la ley moral de
Dios Todopoderoso. Con esta afirmación papal de la religión Conciliar del
hombre como opuesta a la religión Católica de Dios, un cisma en la Iglesia
Universal se perfila mucho más cercano. Por medio siglo desde el Vaticano II,
los Papas Conciliares se las arreglaron para permanecer de alguna manera como
la única cabeza de dos religiones opuestas, pero esa contradicción no podía
durar indefinidamente y debe pronto resultar en una división.
En el 2014 y
2015 Francisco mantuvo Sínodos en Roma para consultar a los obispos del mundo
sobre cuestiones concernientes a la familia humana. El 19 de Marzo de este año,
publicó su Exhortación Apostólica post-sinodal sobre “Amor en la Familia” cuyo
capítulo octavo de los nueve suscitó controversia desde el principio. El 15 de
Septiembre cuatro Cardenales en particular, enviaron al Papa una carta privada
y perfectamente respetuosa, en la cual le pedían que como Supremo Pontífice
clarificara cinco “dubia” o puntos dudosos de la doctrina que quedaban poco
claros en la Exhortación. He aquí la esencia de los cinco puntos:
1 Del #305 de la Exhortación, ¿a partir
de ahora, puede una persona casada que vive como marido y mujer con una persona
que no es su conyuge legítimo, recibir la Absolución sacramental y la Comunión
cuando ellos continúan viviendo en su estado cuasi-casado?
2 Del #304, ¿todavía es necesario creer
que existen normas morales absolutas que prohíben actos intrínsecamente malos y
que son obligatorias sin excepción?
3 Del #301, ¿puede uno decir todavía
que una persona viviendo en violación de uno de los Mandamientos de Dios, por
ejemplo en adulterio, está en una situación objetiva de pecado grave habitual?
4 Del #302, ¿puede uno decir todavía
que las circunstancias o intenciones que rodean un acto intrínsecamente malo
por su objeto, nunca pueden cambiarlo para que ese acto sea subjetivamente
bueno o aceptable, como una elección?
5 Del #303, ¿debemos todavía excluir
cualquier rol creativo de conciencia de manera que la conciencia nunca pueda
autorizar excepciones a las normas morales absolutas que prohíben actos
intrínsecamente malos por su objeto?
A estas cinco
preguntas diseñadas para responder sí-o-no, la respuesta de la Iglesia Católica
desde Nuestro Divino Señor en adelante ha sido siempre clara y nunca ha
cambiado: la Comunión no puede dársele a los adúlteros; existen normas morales
absolutas; existe algo llamado “estado de pecado grave habitual”; las buenas
intenciones no pueden hacer que actos malos sean buenos; la conciencia no puede
hacer que actos malos sean legítimos. En otras palabras, a las cinco preguntas
sí o no, negro o blanco, la respuesta de la Iglesia siempre ha sido: 1 No, 2
Sí, 3 Sí, 4 Sí, 5, Sí.
El 16 de
Noviembre, hace apenas diez días, los cuatro Cardenales hicieron su carta
pública (cf. Mat. XVIII,15–17). El 18 de Noviembre, en una entrevista dada al
periódico italiano Avvenire,
el Papa Francisco dio la respuesta exacta opuesta a las preguntas sí o no: 1
Sí, 2 No, 3 No, 4 No, 5 No. (Él afirmó cada vez que “Estas cosas no son blanco
o negro, estamos llamados a discernir”, pero él sólo estaba intentando de este
modo confundir las inmóviles cuestiones de principio con móviles cuestiones de aplicación de principio, las cuales vienen
después del principio).
Todo crédito
para los cuatro Cardenales por obtener luz y claridad para muchas ovejas
confundidas que desean llegar al Cielo. Los Cardenales Brandmüller, Burke,
Caffarra y Meisner estarán inmersos en el Novus Ordo, pero obviamente ellos no
han perdido todo su valor o su sentido del deber. No hay duda de que su
actuación tuvo el mejor de los motivos al presionar al Papa para que se aclare
a sí mismo. Y, ¿dónde deja esta claridad a la Iglesia? Debe ser al borde del
cisma.
Kyrie
eleison.