Al nombre de Jesús dóblese toda
rodilla en el cielo, en la tierra y en los infiernos. Y toda lengua confiese
que Nuestro Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre.
Oh, Señor y Dios nuestro: ¡cuán
admirable es tu Nombre en toda la tierra!
(Introito
de la Misa)