Extracto de un artículo de Moimunanblog
EL MILENARISMO NUNCA
FUE UNA CREENCIA UNÁNIME DE LOS SANTOS PADRES
SOBRE EL
MILENARISMO
[Fragmento de Theologiae
cursus completus, tom. XI, Parisiis, 1838, pp. 644-646.]
Digo primero: El
reino milenario en la tierra de Cristo con los santos es ficticio.
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Primero se prueba
a partir de la Sagrada Escritura.
1º Mat. 22, 30: “Primeramente,
en la resurrección no se toma mujer ni esposo, sino que son como ángeles en el
Cielo”. Con lo cual, el reino de Cristo con los santos no será según los
placeres carnales, incluso según los moderados.
2º El ángel
profetiza que el futuro reino de Cristo es eterno, Luc. 1, 33: “reinará
sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. También Mat.
24 y 25: en el juicio final, así como los réprobos son enviados a la gehemna
eterna, del mismo modo son invitados los santos al reino eterno, lo que ya
definió la Iglesia en el concilio de Constantinopla, con estas palabras del
Credo: “El reino de Él no tendrá fin”. Con lo cual, el reino de
Cristo con los santos no debe ser circunscrito a mil años.
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Segundo se prueba
a partir de los ss. Padres que lucharon contra éste error.
1º Según Gaio,
escritor muy antiguo, conforme Euseb. lib. 3, c. 22.
2º Según s.
Dionys. Alexand. lib. de Promissionibus.
3º Según Euseb.
lib. 3, cit. c. 33. donde haciendo comentarios sobre s. Papías, dice: “11.
El mismo Papías cuenta además otras cosas como llegadas hasta él por tradición
no escrita, algunas extrañas parábolas del Salvador y de su doctrina, y algunas
otras cosas todavía más fabulosas. 12. Entre ellas dice que, después de la
resurrección de entre los muertos, habrá un milenio, y que el reino de Cristo
se establecerá corporalmente sobre esta tierra. Yo creo que Papías supone todo
esto por haber tergiversado las explicaciones de los apóstoles, no percatándose
de que éstos lo habían dicho figuradamente y de modo simbólico.”
4º Según s.
Hieron. en el prefacio lib. 18, Coment. a Is.
5º Según s. Epiph.
haeres. 77, refutando tal error levantado por Apolinario.
6º Según s. Agustín
lib. 20 de Civit. cap 7, donde admite que él mismo ha sido partidario de
aquella opinión.
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Tercero se prueba
por la razón.
Es ficticio el
reino milenario de Cristo con los santos en la tierra después del juicio
universal, si los santos inmediatamente al morir, en la medida que son
plenamente purgados, consiguen en el cielo una clara visión de Dios, y por eso
la suma beatitud, imperdible y eterna. Mas así es, por probarse la siguiente
conclusión; con lo cual:
La objeción
primera con referencia al célebre y oscuro lugar del cap. XX, donde se
dice:
“1. Vi después a
un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una
cadena enorme. 2. Sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es Satanás o el
diablo, y lo encadenó por mil años. 3. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y
además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen
los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo. 4. También vi
unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también
las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las
enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían
adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o
en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías. 5. Esta es
la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta
que se cumplieron los mil años. 6. ¡Feliz y santo es el que participa en la
primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán
sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años. 7. Y cuando se
terminen los mil años, Satanás será soltado de su prisión, 8. saldrá a engañar
a Gog y Magog etc.” Mas aquello es el
reino mismo de los milenarios; con lo cual…
Respuesta: Niego
la suposición. Porque en éste lugar no se hace ninguna mención, ni a la ley, ni
a la circuncisión que ha de ser reavivada, ni al templo de Jerusalén que ha de
ser reconstruido, como comentaba Cerintio, ni a los placeres corporales,
incluso a los moderados, como fabulaba Papías. Por eso, se entiende aquel lugar
del Apocalipsis con respecto al reino espiritual que forman y formarán los
justos con Cristo a través de todo el intervalo que se da entre la muerte de
Cristo hasta la venida del Anticristo; de tal modo que “mil años”, dice s. Agustín
lib. 20 de Civ. c. 7, “se ponen por todos los años de éste siglo, para
denotarse mediante numero perfecto la plenitud misma de los tiempos”, al
igual como el acostumbrado decir de la Sagrada Escritura por el cual se designa
a veces una multitud máxima e indefinida, como en aquel Salmo 104, 8:“Él se
acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones”;
asimismo en Salmo 89 y Job. 9. Éste lugar entero se interpreta según el sentido
dado por s. Agustín y por el ilustrísimo Bossuet en Exposit. Apocal. cap 2.
La objeción
segunda con respecto a lo que urge según la autoridad de muchos Padres
de los primeros tres siglos, la de Justino, Irineo, Tertuliano, Lactancio,
Severo Sulpicio y la de otros que han sostenido el reino milenario de Cristo;
con lo cual…
Respuesta: Los
dichos Padres, como ya he afirmado, han sido víctimas de los sermones apócrifos
del Señor, cuales son los sermones que Papías había puesto en papel siguiendo a
unas mal entendidas tradiciones orales de los Apóstoles; pero cuando llegó a
conocerse que estos sermones eran suposiciones, inmediatamente todos los Padres
impugnaron esa opinión sobre el milenario reino de Cristo.
Se establece:
Según Tertul. de Praescrip. haeret. c. 31, “aquello es del Señor y
verdadero, lo que es antes dado [prius traditum]; pero lo que es añadido
después, aquello es extraño y falso”; mas la opinión del reino milenario de
Cristo con sus santos ha sido dada antes [prius tradita est], al ser la
sostenida por los Padres de los primeros tres siglos; con lo cual…
Respuesta: Niego
la premisa menor. Porque se considera pertenecer a la tradición (traditum) o
tener fuerza de tradición aquello “lo que siempre (quod
semper), lo que en cualquier lugar (quod ubique) lo que por
todos (quod ab omnibus) ha sido dado en tradición”, como
dijo Vicentius Lirin en Commonit. Sin embargo LA SENTENCIA SOBRE EL REINO
MILENARIO DE CRISTO CON SUS SANTOS NI SIEMPRE, NI EN CUALQUIER LUGAR, NI POR
TODOS HA SIDO DADA EN LA TRADICIÓN EN LOS PRIMEROS TRES SIGLOS DE LA IGLESIA,
y de hecho Gaius, muy antiguo escritor del siglo segundo o, por lo menos, del
tercero, también Dionisio de Alejandría, cual florecía alrededor del siglo
tercero, lucharon contra esta sentencia, incluso s. Justino Mártir mismo,
patrón de ésta, en el Diálogo con Trifón, evidencia que muchos, píamente y cristianamente
sintiendo, se habían opuesto a ésta sentencia; y esas son sus palabras: “Te
confieso que de hecho yo y muchos otros lo mismo que yo sintiendo, consideramos
esto [el reino terrenal de Cristo], como bien sabéis, como
venidero. Pero también te he mostrado que muchos de los que tienen pura y pía
opinión cristiana no reconocen esto.” Este lugar, observa el
ilustrísimo Bossuet en Expositione Apocal. c. 20, fue pervertido por el
herético protestante Josepho Mede.
La objeción
tercera con respecto a Mat. 26, 29 “Les aseguro que desde
ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con
ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre”; con lo cual en el reino de
Cristo los santo disfrutarán de las delicias corporales de la comida y de la
bebida.
Respuesta: Niego
la consecuente. Porque aquellas palabras, como otros lugares de la Sagrada
Escritura donde se hace mención a la comida y a la bebida, deben ser entendidas
en sentido místico con referencia al disfrute de las delicias espirituales. O,
según interpreta Juan Crisóstomo, aquellas palabras han de referirse al tiempo
que interviene entre la resurrección y ascensión de Cristo, que de nuevo bebió
de este fruto de la vid, para probar la verdad de la resurrección suya.