Según
el cardenal, que fue responsable de las relaciones con las demás confesiones,
habría que replantear el papel del Papa.
REDACCIÓN
Vatican Insider
ROMA 02/20/2013
ROMA 02/20/2013
La renuncia
del Papa Ratzinger arroja «una nueva luz sobre el Papado», porque «la esencia,
la naturaleza del ministerio petrino proviene de Jesús y no puede cambiarse»,
pero «lo que cambia es la aureola sacral
alrededor del Papado, que se ha tenido sobre todo en los últimos dos
siglos» y «que se ha perdido un poco». Lo explicó en una entrevista con el
periódico “Corriere della Sera” el cardenal Walter Kasper, que fue responsable
durante diez años de la relación de la Santa Sede con las demás confesiones. Kasper indicó que «había que replantear el
papel del Papa».
Además,
añadió, habría que volver a plantear «la relación entre la Curia y las Iglesias
individuales, para ver cómo realizar la comunión y mejorar la comunicación en
la Iglesia». Es fundamental que la Curia esté organizada «de una manera más
adecuada para afrontar los desafíos de nuestro tiempo. Es necesaria una mayor coordinación entre los dicasterios, más
colegialidad y comunicación». A veces, indicó el cardenal Kasper, habría
que preguntarse por qué «los obispos se reúnen alrededor de temas demasiado
genéricos, y no se habla de la agenda concreta de la Iglesia». Misma que vive
una «secularización en aumento por toda Europa; sabemos que la mayor parte de
los católicos está en otra parte, en el hemisferio sur del planeta. Es un hecho
y un desafío nuevo».
Según Kasper,
el nuevo Papa tendría que ser «un hombre que tenga carisma y que sepa guiar a
los fieles. Un verdadero pastor para la gente, pero también un pastor que sepa
guiar a la Iglesia. Creo que hoy se requiere el conocimiento, la experiencia de
la Iglesia universal, no basta con conocer solo un país o una diócesis
particular».