Visto en Non
Possumus
Les recuerdo que estas conferencias tuvieron lugar
en junio de 2012 en Bristol, Inglaterra. En esta conferencia, Monseñor
Williamson nos habla detalladamente de Quanta Cura y el Syllabus y de paso de
las "teorías de conspiración". No se la pierda.
Llegamos ahora a una parte muy importante: LOS 16 ERRORES MONSTRUOSOS. Dice: "Por tanto, como Papa, los condeno de nuevo," y más adelante, "Por Nuestra Autoridad Apostólica, Nos reprobamos, denunciamos, condenamos todos los anteriores los errores doctrinales, y significa que todos los católicos los condenen".
Lo que vemos aquí son las cuatro causas
en la escolástica, según Aristóteles. Aristóteles dice que todo tiene cuatro
causas. Hay dos internas y dos externas. En el interior tenemos la causa formal
y la material. En el exterior tenemos la causa final y la eficiente. Todo esto
es del griego. Tomen una silla de madera. La silla está hecha de madera. La
madera es la materia de la silla. A la madera se le da una forma de manera que
tiene un respaldo, cuatro patas y tiene un asiento. Esa es la forma de la
silla. La forma se une a la materia, al igual que la forma de la silla se une
plenamente con la madera, y la forma y la materia están unidas, y son las dos
causas dentro de la cosa. Luego tenemos dos causas exteriores. En primer lugar
tenemos la causa eficiente, que es lo que afecta a la forma, lo que pone la
forma en la materia, y ese es el carpintero. Así que tenemos al carpintero,
madera, y la forma de la silla. Entonces la causa de las causas es para qué lo
hizo el carpintero. El carpintero es externo a la silla. El por qué lo hizo es
externo a la silla. Tenemos dos causas externas, dos causas internas, por lo
que la causa final es el fin o el propósito. El fin no significa el final,
significa la causa-propósito. Así que se empieza con la causa-propósito. ¿Qué
tenemos entonces? Tenemos a un carpintero que está pensando en algo que quiere
lograr, algo que quiere hacer. "Quiero hacer algo para sentarse," Esa
es la causa final de la silla: algo para sentarse. Esta causa final conduce al
carpintero, quien es la causa eficiente, a imponer la causa formal a la causa
material. La más baja de las causas, por así decirlo, es la materia, La materia
es lo más tonto, en cierto sentido. Está debajo de todo. La causa final
impulsará a la causa eficiente a imponer la causa formal en la
causa-final de la materia, la eficiente, la formal y la material.
Lo que estamos viendo son las cuatro
causas que componen una definición infalible. La Iglesia en 1870 definió la
definición infalible. La Iglesia definió su propia infalibilidad. El Papa Pío
IX definió en 1870 la infalibilidad de la Iglesia, y es bastante estricta, y
esa infalibilidad significa que el Papa está partiendo de la causa eficiente.
El Papa como Papa, en otras palabras, no el Papa como obispo de Roma o el Papa
como el habitante del Vaticano o el Papa como el hombre más inteligente en
Italia. El Papa tiene que actuar y escribir y pensar y hablar y definir como
Papa. Él tiene que estar definiendo como Papa, el Papa como Papa, y él es el
único que puede hacerlo.
Él está definiendo. La forma de una
definición es su carácter definitivo - "Esto es de una vez por
todas. Yo, el Papa como Papa, digo esto es así. Esta es la Verdad. Esta es la
verdad absoluta. Esta es la verdad cierta." Esa es la
definición. La causa material, como la madera, la única que el Papa puede
utilizar para hacer una definición es respecto a la fe o la moral. Si el Papa
dice: "Creo que el ‘Manchester United’ merece ganar al ‘Manchester
City’" de ninguna manera. Si el Papa dice: "Yo prefiero los
champiñones a la coliflor", entonces eso no es de interés. "Prefiero
el tocino a los huevos " - No, no, nada de eso. Tiene que ser sobre la fe
o la moral. Entonces, la causa final es que él va a sujetar a los católicos. El propósito que el Papa tiene para
definir, para hacer una definición infalible, es para sujetar a los católicos a
la Verdad, para dar certeza de la Verdad a los católicos. El Papa no va a inventar una verdad para
luego definirla. Él no puede inventar una verdad para definirla. Él sólo puede
tomar una parte de la enseñanza de la Iglesia y hacerla definitiva. Él no hace
la Verdad. Eso es algo crucial. Él no hace la Verdad con la definición. Él sólo
otorga certeza a la Verdad.
Primero tenemos la realidad, como por
ejemplo, la Inmaculada Concepción, que se definió en 1854. El Papa hizo la
declaración solemne de que la Santísima Virgen María fue concebida inmaculada,
que por un milagro, Dios intervino y obró en el interior del vientre de Santa
Ana y el Señor Dios frenó la contaminación habitual del alma, que Dios infunde
en cada ser humano para que exista. Dios crea el alma y la infunde en los
materiales reunidos por el padre y la madre. Por lo general, a partir de
material del padre pasa la contaminación del pecado original en el alma que
Dios está infundiendo. El alma y el cuerpo están íntimamente unidos. Ellos sólo
se separarán por la muerte. En el momento de la concepción, debido a la falta
de Adán y Eva, de Adán, en particular, los padres no pueden unir un
espermatozoide y un óvulo, sin que en ese momento se infunda el alma, el
alma contaminada por el pecado original. Esa es la culpa de Adán. No es
culpa de Dios. Esa es la doctrina. Entonces la doctrina de la Inmaculada
Concepción es que en ese momento, cuando el pecado original pasa al alma y
contamina el alma, por un milagro de la intervención de Dios, impidió la
contaminación, y por lo tanto el alma de la Santísima Virgen María fue
concebida inmaculada. Ustedes y yo, todos nosotros, fuimos concebidos con
mancha. Ella fue concebida inmaculada. Ella es la única persona que ha sido
concebida de esa manera. Nuestro Señor fue concebido inmaculado porque no tenía
padre humano. La contaminación del pecado la trasmite el padre, no la madre. Es
responsabilidad de Adán. Por lo tanto, en Nuestro Señor, teniendo como padre al
Espíritu Santo, por así decirlo, de su naturaleza humana, nuestro Señor nunca
tuvo riesgo de contaminación. Nuestra Señora sí lo tuvo, pero ella fue
preservada de él.
Se comienza con la realidad. Entonces tenemos la Verdad, luego la
definición y después la certeza. Primero la realidad, segundo la verdad,
tercero la definición, cuarto la certeza. La realidad produce la Verdad. La
definición produce la certeza. Así que lo que tenemos es la realidad
de lo que ocurrió en el vientre de Santa Ana cuando ella concibió a la
Santísima Virgen María. Esa es la realidad. Es una realidad histórica. La
Iglesia lo había pensado así hasta su definición en 1854. Era una enseñanza
común, pero aún no se tenía la certeza. Esa era la realidad que tuvo lugar
cuando la Madre de la Santísima Virgen concibió, alrededor del año 16 AD, si
asumimos que ella se convirtió en madre a la edad de 16, probablemente no mucho
más. Ese es el acontecimiento histórico. En ese momento prácticamente nadie lo
sabía. Cuando ella se convirtió en la Madre de Nuestro Señor, prácticamente
nadie lo sabía. Cuando Nuestro Señor nació, prácticamente nadie lo supo.
Realmente nadie decía, todavía, que ella fue concebida Inmaculada. Desde los
pastores, muchas almas tuvieron una inmensa veneración por la Santísima Madre
de Dios, pero sólo con el tiempo dicen: "No es posible que ella tuviera el
pecado original." Entonces, otros argumentaron, "Oh, sí, ella es
humana, normal. Ella debe haber tenido el pecado original." No, ella no
era normal, porque es imposible que el tabernáculo de su vientre estuviera
contaminado o manchado con cualquier tipo de pecado. Eso no es posible. El
argumento se puso en marcha. En general, la Iglesia lo cree y, finalmente, en
1854, lo que el Papa hizo no era crear la realidad. Absolutamente no ha creado
la realidad de lo que pasó en el vientre de Santa Ana cerca de 1.850 años
antes. Tampoco tuvo nada que ver con la verdad de todos los doctores de
todas las épocas que dijeron: "No puede haber sido concebida con mancha.
No es posible”.
Llegamos a 1854, y el Papa, entonces,
con el fin de dar a los católicos claridad y certeza en sus mentes, su
finalidad es la certeza de esta gran doctrina. Debido a que es una doctrina que
obviamente implica al pecado original, es un documento que supone la
existencia del pecado original, para los modernistas, el mundo moderno, los
liberales, que no creen en el pecado original, fue una gran ocasión para
golpearlos, para demostrarles que el pecado original es una realidad. La
Iglesia siempre ha creído que es una realidad que la Santísima Virgen María fue
preservada del pecado original, por lo que obviamente es un asunto doctrinal.
Es la Fe pura y la moral. En contra de este miserable mundo moderno, que está
destruyendo la mujer, que está destruyendo el pecado original, que está
destruyendo a los seres humanos, que está destruyendo la humanidad. Y a este
miserable mundo moderno, el Papa Pío IX golpea de nuevo con una definición
solemne. “Ella fue concebida inmaculada" ¿Inmaculada de qué?
Inmaculada del Pecado Original. Así que su propósito es dar a los católicos la certeza
de esta doctrina noble y pura. Era ampliamente enseñada en la Iglesia, pero
todavía había algunos que la negaban. El Papa dice: "Esto es así." Su
propósito es la definición, y entonces el Papa habla como el Papa.
Él reunió a los obispos en el Vaticano.
Fue una ocasión muy solemne, con trompetas de plata, ornamentos de oro, lo que
sea, pero eso no es lo que hace una definición solemne: Las trompetas de plata
son para solemnizar la ocasión, pero no crean la definición. La definición la
hace el Papa que es el Papa, que habló con el fin de definir, con el fin de
resolver esta cuestión para los católicos de buena voluntad, que están
dispuestos a someter sus mentes y aceptar lo que la Iglesia enseña sobre la fe
y la moral, como una cuestión de fe, nadie en el mundo puede ser concebido sin
pecado original, sólo la Santísima Virgen María fue concebida sin pecado
original, y finalmente se habló de manera definida. Así el carpintero es el
Papa, la declaración es la silla, el material es la fe y la moral, la materia
de fe, como ser inmaculada la Virgen María, y el propósito es dar certeza
a los católicos como un ancla en sus mentes en contra de los pobres del
miserable mundo moderno que quieren destruir el pecado original, la feminidad,
la familia y la humanidad. Esta es un ancla para los católicos, para
mantener su mente clara.
Lo que hay en el texto de Quanta Cura es - "Por Nuestra
Autoridad Apostólica, nos, reprobamos, denunciamos y condenamos" - que
es la definición - "todos los errores doctrinales mencionados
anteriormente" - que es el material de la fe y de la moral - "
y significa que todos los católicos los condenen”. Nuestro propósito es
compeler a los católicos. No vamos a obligar a los católicos de mala voluntad,
sino a cualquier católico dispuesto a someter su mente a lo que la Iglesia
enseña. Para los pobres del miserable mundo moderno, toda definición es una
limitación de la libertad: "¡Una definición! ¡Tengo que pensar esto! ¡La
Iglesia está imponiéndome esto! ¡La Iglesia está limitando mi libertad, mi
libertad de investigación, mi libertad de mi mente, libertad de mi intelecto!
¡Oh, horror, horror, horror! Ese es el mundo moderno.
Hubo un famoso converso al catolicismo
en Inglaterra en algún momento del siglo 19, y él dijo: "Oh, yo sería muy
feliz si cada mañana en la mesa del desayuno tuviera un ejemplar de “The Times”
con una nueva definición de la Madre Iglesia". Lo había conseguido. Había comprendido que toda definición es
una ayuda para su mente para entender la Verdad, para estar seguros de la
verdad, que no es una limitación de su libertad, pero aumenta su poder de
pensar verdaderamente. Es como la diferencia entre la libertad para y la
libertad de. Lo que adora el mundo moderno es la libertad de, pero lo que
necesitamos es libertad para.
Yo siempre pongo el ejemplo de un
avión, un Airbus 380, antes de que despegue de Francia para el Lejano Oriente.
Ahí está este enorme avión en la pista, y el piloto tiene una lista de
verificación, y él tiene que volar de acuerdo a esta lista, y él tiene que
obedecer cada pequeña cosa en esa lista, porque si no obedece cada pequeñez, si
él comete un pequeño error el avión se estrella, por lo que antes de salir se
guía por esta lista de verificación. Ahora bien, esta lista de verificación
limita su libertad de (acción). Él está atado a ella, pero al estar atado a
todas esas cosas la libertad es extremadamente reducida. Tal vez hay una lista
de 100 o 200 puntos, y han visto a un piloto sentado en la cabina revisando los
botones, las marcaciones, los gráficos, las pantallas pequeñas, todo, para
asegurarse de que todo está en forma, y los ingenieros están en tierra, y hemos
visto cómo poco antes de salir el avión, uno u otro rodea el avión una o dos
veces, y están obviamente mirando a las alas. Se trata de una revisión exterior
y luego está la revisión interior. Tienen que comprobar todas estas cosas.
Tienen que obedecer la regla 1, 2, 3, hasta 300 para asegurarse de que el avión
puede despegar, pero si disminuyen su libertad de, garantizan su libertad para.
La libertad para, es la libertad para que el avión vuele. Si usted no tiene un
montón de regulaciones que disminuyan su libertad de, usted no va a tener la
libertad de para. El avión no va a ser capaz de volar, así que hay que revisar
todas esas cosas antes de que pueda volar.
Así, una definición de la Iglesia es
otro reglamento de cabina, pero es algo que garantiza a la mente el poder volar
al cielo con la fe de la Iglesia. Toda definición es una disminución de la
libertad de, para la mente, pero, como el lector de The Times entendió, todas las definiciones que podrían llegar con
el ejemplar de The Times a su mesa de
desayuno aumenta su libertad para. Este británico inteligente entendió que la libertad para, es mucho más importante
que la libertad de, porque la libertad para, es para lo que es la libertad. En
cambio, hoy la libertad es solamente la libertad de, libertad de, la libertad
de. Eso es lo que todo el mundo moderno entiende acerca de la libertad. Así
que lo que tenemos en este texto son las cuatro condiciones cumplidas de una
definición solemne e infalible.
Los liberales tratan de argumentar que Quanta Cura no es una definición
solemne, pero aquí está. No sé cómo tratan de argumentar eso, pero sé que
tratan de discutir porque ellos la retuercen para zafarse de estos 16 errores
que están condenados. Quanta Cura
hace retorcerse a los liberales, por lo que Monseñor Lefebvre ancló en su
mente, como el caballero Inglés, estas definiciones que aplastan absolutamente
al miserable mundo moderno.
Un liberal con su libertad de, no importa para qué, ejerciendo sus "derechos humanos" y a punto de comprender la realidad.
El mundo moderno está desviado del
camino. El Concilio, que quería ir con el mundo moderno, y con todos estos
otros errores está desviado, y un católico debe mantener su mente en la línea
recta que ha sido la misma durante siglos y siglos, línea que los Papas estaban
defendiendo hasta el Vaticano II. El Papa Pío XII estaba defendiendo todavía,
en forma absoluta la línea recta con la gran encíclica, por ejemplo, Humani Generis. Humani Generis de 1951 realmente cierra la serie de las grandes
encíclicas anti-liberales, aunque todavía Pío XII escribió una o dos más antes
de morir en 1958. Sin embargo, Humani
Generis es otra pieza tremenda. Es como un Syllabus. Es un compendio de los errores, pero no tiene una
definición infalible.
Lo que tenemos aquí son las cuatro
causas. Las cuatro causas que se definirían solemne e infaliblemente en 1870
están aquí en la realidad actual de 1854. Por tanto, en la sección 8 de Quanta Cura, hay un caso muy fuerte -
que es lo menos que se puede decir – hay un caso muy fuerte, que es lo menos
puede decirse, de que esto es para la Iglesia una definición infalible. Cuando
el cardenal Ratzinger dice: "Oh, bueno, es sólo un anclaje
sustancial, una fijación provisional de la doctrina de la Iglesia, pero el
ancla debió ser levantada para llevar a la Iglesia a otro puerto, a una
doctrina diferente para los siglos el 20 y 21 ", se puede ver por qué
Monseñor se enoja con el cardenal Ratzinger y lo llama un “tramposo ingenioso”
cuando el cardenal Ratzinger esquivó dándole vuelta a esta definición. La
definición es muy grave. Las cuatro causas de la definición de 1870 se
presentan aquí de forma explícita en el párrafo solemne de Quanta Cura.
Entonces finalmente se concluye la
"urgencia de una solución" - "Obispos, ustedes saben que
se están difundiendo publicaciones malvadas, que incluso llegan a negar
que Jesucristo es Dios." Recuerden, las encíclicas siempre
se dirigieron a los obispos, por lo que no se sorprendan si las encuentran un
poco exigentes. No están escritas estrictamente para los laicos, aunque no hay
absolutamente ninguna razón para que un laico católico deje de estudiar, leer,
digerir y entender las encíclicas, pero fueron escritas para los obispos. "Enseñen
a los hombres cómo, para poder ser felices, ellos y sus naciones deben someterse
a la Iglesia Católica”. Eso no tiene ningún sentido para 999 de cada 1.000
personas modernas. Simplemente no tiene sentido, pero es la Verdad. "Por desgracia, la conspiración
contra la Iglesia es terrible." Así que Pío IX era un creyente en
las conspiraciones, este Papa Católico fue muy fructífero, júzguenlo por sus
frutos. Los frutos fueron una gran consolidación y avance del catolicismo, o un
gran mantenimiento del catolicismo contra un mundo impío, liberal y ateo. Esos
son los frutos, por lo que los frutos de este creyente en conspiraciones fueron
excelentes. Por lo tanto los creyentes en las teorías de la conspiración no son
necesariamente disparatados.
Es interesante -había un escritor
francés que estudió la masonería, trabajó mucho y escribió un libro sobre
ella, y luego lo llevó a Roma. He olvidado toda la historia. O se lo llevó a su
obispo, y el obispo dijo: "Oh, eso es basura. Eres un creyente en las
conspiraciones," o tal vez algunos funcionarios en Roma, dijeron: "Eres
un creyente en las conspiraciones", y por eso tiró el libro, lo destruyó y
lo perdió. Entonces yo no estoy seguro si fue personalmente Pío IX, pero el
Papa recibió el mensaje de que este libro había sido escrito y destruido. Y
dijo: "Yo quiero ese libro." Así que el buen hombre lo escribió todo
de nuevo, y es uno de los clásicos sobre la conspiración y el complot de la
masonería.
¿Qué es una conspiración? Es gente
conspirando literalmente. Se trata de personas que se reúnen en secreto para
elaborar un plan de cómo cambiar el mundo de una manera que nadie lo sepa. Eso
es una conspiración. Los conspiradores, por supuesto, pretenden absolutamente
que nadie descubra lo que hacen, y por lo tanto los conspiradores liberales
hacen burla de los creyentes en la conspiración. Lo que ellos son, de hecho, es
una gran conspiración: La conspiración liberal contra la Iglesia. Los liberales
no pueden creer en la conspiración, ya que para los liberales el mundo moderno
es maravilloso, y si es tan maravilloso, ¿cómo pueden las personas creadoras no
ser maravillosas? Así que a cualquiera que ustedes ataquen por ser conspirador,
los liberales dicen: "Estas personas son maravillosas. Han creado nuestro
mundo moderno. Usted dice que la masonería es terrible, horrible y perversa
pero si ellos han tenido una influencia en la creación del mundo moderno, ellos
son buenos." Así que los liberales no pueden creer en la conspiración
porque creen en el mundo moderno creado por conspiradores. Por lo tanto, los
liberales castigan a los locos de la conspiración. Por lo tanto los viles
medios de comunicación castigan, ridiculizan constantemente y se burlan de los
locos de la conspiración. Pero eso no prueba que no haya conspiraciones. Por
supuesto que hay conspiraciones: 9/11 fue una conspiración.
La conspiración de que fueron 19 “guías
de camellos” los creadores de ese acontecimiento es una conspiración mucho más
grande, es una conspiración mucho más improbable que la de 200 agentes del
Servicio Secreto creando esta escena de una manera u otra. Las personas que
castigan a cualquiera que critique el 9/11 viéndolo como el resultado de una
conspiración, son personas son locos conspiradores sin siquiera darse cuenta.
Ellos creen en una conspiración aún más increíble de 19 árabes, que ni siquiera
saben volar, derribando todo aquello, etc.
Así que "la conspiración
contra la Iglesia es terrible". Pío IX estaba en condiciones de
saberlo porque se le informó. Dios se aseguró de que se le informara acerca de
la Masonería. Sin duda, Pablo VI y Benedicto XVI han sido informados. Sin duda
los católicos decentes que saben acerca de la conspiración, saben todo acerca
de la masonería, sobre la judeo-masonería, si van con el Papa y le dicen:
"Santo Padre, ¿sabe usted esto?" "Oh, sí, lo he oído. Eso es una
tontería." ¿Qué más se puede hacer, sino irse? Sin duda la Providencia ha
provisto para que todos y cada uno de los Papas estén suficientemente
informados, acerca de la conspiración. Algunos de ellos lo tomaron en serio
porque tienen células grises que trabajan. Ellos lo tomaron en serio y
han hecho uso de la información que se les dio. Pero los Papas liberales dicen:
"Ah, yo soy más inteligente como para creer en una conspiración. No es más
que una locura la conspiración." Muy bien, Santo Padre, como usted
diga." No pueden tragárselo. Usted no puede hacer que la gente trague
estas cosas. O tienen la inteligencia para darse cuenta de que el mundo moderno
no es gobernado por los que parecen gobernarlo, o no la tienen.
Disraeli: "El mundo no está
gobernado por la gente que parece gobernarlo." Disraeli alababa a la Reina
Victoria. Ella prefería a Disraeli que a Gladstone, porque Gladstone era un
remilgado y correcto puritano quien le daba un sermón cada vez que la veía, y
Disraeli era un judío delicado que la adulaba cada vez que la encontraba. Así
que, la Reina Victoria más bien prefería al adulador judío. Disraeli era
inteligente. Por supuesto que lo era. Muchos de los judíos son inteligentes.
“La terrible conspiración de los
enemigos contra la Iglesia Católica y esta Silla Apostólica
(…) hemos creído conveniente excitar la piedad de todos los fieles
para que unidos con Nos y con Vosotros rueguen y supliquen sin cesar con las
más humildes y fervorosas oraciones” “pongamos con toda confianza por medianera
para con Él a la Inmaculada y Santísima Madre de Dios la Virgen María” “a San
Pedro y San Pablo y todos los santos” “Con Nuestra bendición Apostólica, Roma,
8 de diciembre de 1864”
Ahora, el Syllabus es un apéndice de Quanta
Cura. Fue publicado exactamente al mismo tiempo, y no se le ha dado el
mismo peso que a Quanta Cura. Quanta Cura contiene 16 proposiciones,
más solemnemente condenadas. El Syllabus
es una lista de 80 proposiciones. Las propuestas del Syllabus tienen el peso del documento del que se toman. Pío IX, en
1864, había escrito varias encíclicas desde que se convirtió en Papa en 1846, y
especialmente desde que volvió a Roma en 1851. Si nos fijamos en el original
del Syllabus, se encontrarán contra
cada uno de los errores, la fuente, la escritura, el documento, la encíclica de
la cual Pío IX, había elaborado este. Dónde se encuentra el error lo explica
con detalle y lo condena extensamente, se da la explicación del error.
Se puede ver que, de arriba abajo,
desde el número 1 hasta el número 80, son errores. No se lee alguna de las
proposiciones y se piensa que eso es lo que la Iglesia está definiendo. Es todo
lo contrario de lo que enseña. Todos estos son errores. Esa es la clave.
En primer lugar, del 1 al 18, son
errores de ideas: que se podría decir de doctrina o fe. A continuación, del 19
al 80 sobre la moral. El centro de gravedad está en la moral. Hay muchas más
proposiciones en la moral, pero las proposiciones de la doctrina siempre son
más importantes. La Fe es siempre más
importante que la moral, porque las ideas siempre van por delante de la acción.
Lo moral concierne a la acción. La acción siempre se sigue de alguna idea. Una
idea siempre va por delante de cualquier acción. "Tengo hambre.
Necesito comida. Voy a ir a almorzar." Una idea siempre va por delante de
cualquier acción. "Quiero volver a Burghclere esta tarde porque todavía
queda un poco de cerdo para el momento en que llegue allí." Tengo la
idea que hay cerdo, tengo una idea que me gusta cerdo, y por eso voy a conducir
rápido. La acción siempre sigue las ideas.
Para el mundo moderno, la acción es más importante que las ideas. Para
el mundo moderno, las ideas son basura. No importa las ideas que se tienen, y
eso es más bien una idea inglesa. Aristóteles dijo: "Si usted quiere
filosofar va a filosofar. Si usted no quiere filosofar también tendrá que
filosofar." Porque con el fin de despreciar
la filosofía se tiene que tener la idea de que la filosofía es inútil y una
pérdida de tiempo. Incluso, si es sólo la idea de que las ideas son una
basura, siguen siendo ideas que van al frente. Por lo tanto, las primeras 18
proposiciones son ideas, y de la 19 a la 80 son acciones. Sin despreciar los
errores de acción, por supuesto que no, pero hay una razón del por qué los
Papas, en las encíclicas, casi siempre tienen los errores de las ideas primero
que los errores de la acción, debido a que los
errores en la acción simplemente se derivan de los errores de las ideas. La
Madre Iglesia siempre está desenredando las ideas, desenredando la verdad del
error, con el fin de separar el bien del mal.
Las ideas del 1 al 7 son racionalismo
absoluto. Del 8 al 14 son racionalismo moderado. El término Racionalismo viene del
latín ratio, que significa razón. El
racionalismo es la exageración de la razón: el error de la sola razón, la razón
natural por sí sola, mi pensamiento, mi proceso de pensamiento natural puede
llegar a toda la verdad y es supremo. Para el racionalismo, la razón humana es
lo máximo, la razón humana es el número uno. Olvídate de Dios. Mi cerebro es
él, eso es el racionalismo. Así que tienen racionalismo absoluto en primer
lugar y, a continuación, más peligroso, el racionalismo moderado. ¿Por qué más
peligroso? Es menos evidente. Es menos grosero. Es algo más sutil. Está más
cercano a la Verdad. Es más peligroso. El error craso sale a la luz y no se
tiene en rechazarlo. 2 + 2 = 5 sé que es una tontería inmediatamente. Eso es
una tontería absoluta. La tontería moderada es más peligrosa porque se infiltra
más fácilmente.
El Racionalismo absoluto. En primer
lugar es contrario a Dios, y se le enfrenta. Número 1: "No hay
Dios", y esa es la base de los fundamentos del error. "Dios es
la naturaleza en evolución." Continúa: no hay espíritu, no hay
libertad, no hay verdad, no hay bien y mal, y no hay justo ni injusto. No hay
verdad ni mentira en la mente. No hay bien ni mal o justo ni injusto en la
voluntad, por lo que la negación de Dios es para socavar todo ideal, toda
verdad, toda bondad y toda belleza. Todo está socavado. En nuestro mundo sin
Dios, los artistas son prácticamente incapaces de producir algo bello porque
carecen de armonía en sí mismos. No se pueden realizar obras de arte
bellas o armoniosas. "Dios es la naturaleza en evolución. Ningún
espíritu, nada espiritual. Todo es simplemente materia y la materia no es
libre." La libertad va con el espíritu, el cual no está atado
por la materia, pero desde el momento en que algo está atado a la materia, al
igual que un ordenador, que maneja posibilidades aleatorias, pero no tiene
libertad en el verdadero sentido de la palabra. No hay libertad en el
ordenador, no una auténtica libertad. Sólo hay aleatoriedad.
2. "Dios no actúa
sobre los hombres o sobre el mundo." En primer lugar, Él no
existe. En segundo lugar, Él no actúa. Tal vez se puede pensar que sí existe,
pero si Dios existe o no, en cualquier caso, no actúa sobre el mundo. Él es
como el relojero que creó el reloj, le dio cuerda, lo deja funcionando y luego
no tiene nada que ver con eso. Esa fue una concepción de Dios. Esa es una
concepción racionalista de Dios. Es una concepción de Dios del siglo 18,
totalmente falsa. Dios está actuando todo el tiempo en el mundo. No puedo
levantar mi dedo meñique sin que Dios me de la fuerza para hacerlo. No puedo
dar a Dios en el rostro con un pecado mortal si Dios no me da la fuerza para
hacerlo. Dios no me da la maldad de mi pecado, pero Él me da la capacidad y el
poder para cometer el acto que es pecaminoso. Es mi voluntad libre la que elige
la maldad del acto pecaminoso, pero es Dios quien provee todo lo que es
positivo y bueno en el acto.
3 - "La razón humana es su
propia verdad y ley, y puede asegurar la felicidad de los hombres." Eso
es racionalismo: la razón humana es suficiente. No hay verdad o ley que la
razón humana no pueda comprender, o de la cual la razón humana no sea soberana,
y la razón humana por sí sola puede asegurar la felicidad de los hombres, y eso
es obviamente lo que un gran número de personas creen hoy: "Nosotros no
necesitamos a Dios. No necesitamos a Jesucristo. Podemos hacer una sociedad
humana sin Dios, sin Cristo y sin la Iglesia." Error terrible. ¿Por qué? A
causa del pecado original, y no sólo a causa del pecado original, sino porque
la naturaleza por sí sola es incapaz de la gracia y de fe, las cuales son del
orden sobrenatural, y sin fe no podemos agradar a Dios y no podemos llegar al
cielo, por lo que no se puede asegurar la felicidad de los hombres. No se puede
asegurar la felicidad de los hombres en la próxima vida porque la naturaleza es
incapaz por sí misma de un acto sobrenatural de fe, de esperanza y de caridad.
No se puede asegurar la felicidad de los hombres en esta vida a causa del
pecado original. Se corta la religión y el pecado original va a apoderarse de
todo.
4 - "Todas las verdades
religiosas se originan en la razón que puede guiar al hombre a la verdad."
La razón humana por sí sola puede guiar al hombre para descubrir a Dios uno y
trino. Es un disparate. La razón humana es incapaz de comprender la
Sagrada Eucaristía, que Dios está sustancial, real y verdaderamente presente
bajo las especies del pan y del vino, no se puede comprender eso. Es
inaccesible para la razón puramente humana. La razón puramente humana, dice que
no tiene sentido que Dios pueda estar escondido debajo de un pedazo de pan y
unas gotas de vino. Es una tontería. La razón humana es incapaz de
comprenderlo. Lo que los racionalistas dirán es: "Si se trata de una
verdad que mi razón no puede comprender, entonces no es una verdad, por lo que
la Sagrada Eucaristía no es verdad porque mi razón no lo puede comprender. Mi
razón es la medida de la verdad. En lugar de que la verdad sea la medida de mi
razón, mi razón es la medida de la verdad. En lugar de que la verdad de Dios
sea la medida de mi razón humana, la razón humana es la medida de la verdad de
Dios." Es el hombre en el lugar de Dios. Es la gran apostasía de los
tiempos modernos, alejándose de Dios.
5 - "La revelación divina
está incompleta y avanza con la razón humana." ¿Qué enseña la
Iglesia? La Iglesia enseña que la revelación divina se completó con la muerte
del último Apóstol. ¿Por qué la muerte del último Apóstol? Debido a que la
revelación ciertamente incluye todo lo que está en la Escritura, todo lo que
hay en el Nuevo Testamento. La revelación escrita continuó por lo menos hasta
que el último libro del Nuevo Testamento fue escrito, y que sería hasta el
libro del Apocalipsis, que fue escrito, yo no sé lo que dicen los eruditos,
probablemente en los años 90. Creo que se considera que Juan el Apóstol
habría muerto a principios de los 100s como un anciano. Era joven durante
el tiempo de Nuestro Señor. Vivió mucho tiempo. Luego está la revelación
transmitida, la Tradición. Al igual que los Apóstoles pudieron revelar verdades
que el Señor les había confiado, los Apóstoles las revelaron de manera escrita
hasta su muerte, pero también las revelaron de forma oral, hasta su muerte;
pero una vez que todos los apóstoles murieron la revelación directa de Nuestro
Señor a través de sus doce Apóstoles llegó a su fin. A partir de ellos la
revelación está completa. Seguirá siendo explicada. Será en adelante
profundizada. Se comprenderá a medida que se profundiza, pero la verdad no se
cambiará y la verdad no se ampliará. Así que habrá un desarrollo de la doctrina
pero no una extensión de la Verdad, sólo una mejora en la comprensión de
los seres humanos de las profundidades y el descubrimiento de esa Verdad.
6. "La Fe cristiana
se opone a la razón y perjudica la perfección humana". Así que
aquí tienen este error terrible de la Fe opuesta a la razón. Piensen en una F
enorme de este modo, esa es la Fe, y luego piensen en una R pequeña en la parte
inferior, así. El trazo de la izquierda de la R es la parte inferior del trazo
de la Fe, por lo que la razón y la Fe están en sintonía perfecta. La Fe
sobrepasa a la razón porque la Fe puede llegar al corazón de Dios. Por la Fe se
pueden comprender los misterios sobrenaturales que mi razón no puede entender,
por lo que la Fe va más allá de la razón, pero no contradice la razón, y la
razón no contradice la Fe. Es un terrible y típico error de nuestro tiempo que
la Fe y la razón se oponen una a la otra.
Por último, por hoy, el número 7: "Las
profecías y los milagros son una ficción." Los racionalistas
simplemente niegan los milagros. Niegan las profecías católicas. Así, por
ejemplo, en el libro de Daniel hay una profecía asombrosa de acontecimientos
que sucederían 400 años más tarde. Daniel vivió en los 500 AC, y en el Libro de
Daniel, en el capítulo once, tenemos una historia detallada de los
acontecimientos en el 100 AC, creo que eso es. Así que 400 años antes Daniel
describió la historia. Está ahí en la Escritura. Los racionalistas dicen que
Daniel fue escrito realmente por alguien en el 100 AC. Tienen que rebatir de
alguna manera, pero es indiscutible que lo que Daniel escribió corresponde a los
eventos que ocurrieron mucho más tarde. Daniel también escribe acerca de la
venida del Mesías, etc. Pero los racionalistas no pueden soportarlo, por lo que
simplemente pretenden fingir que fue escrito por otra persona. "Los
milagros son una ficción. Los misterios son meramente humanos, y Cristo es un
mito." Es una horrible blasfemia. Lo que tenemos aquí son mentes
absolutamente modernas que niegan las profundidades y las alturas del misterio
divino y de la revelación divina, minimizando a Dios hasta un tamaño que quepa
en mi cabecita. "Mi cabecita es la número uno. Yo soy Rey. Mi cabecita es
la medida de Dios, y todo lo que se relacione con Dios o suponga un
desbordamiento en los límites de mi pequeña razón es simplemente una
tontería," Esto es racionalismo absoluto.
FIN DE LA CONFERENCIA