El nuevo sitio web que la FSSPX dedica a Mons. Lefebvre
no podía ser ajeno a los manejos publicitarios con que la congregación dirigida
por Mons. Fellay ha decidido ofrecer su nuevo “look” más apto para realizar
acuerdos, exhibiendo sus productos y servicios al usuario que se busca seducir.
Metida de lleno en propagandizar sus bondades, así lo hace desde el vamos con
este sitio. Lo interesante es que la primera fotografía expuesta al lector en
el ítem “Fraternidad”, suponemos que elegida entre cientos o miles de imágenes
disponibles, muestra a Mons. Lefebvre rodeado de dos “exitosos” traidores como
son el entonces P. Licinio Rangel, luego consagrado obispo por los obispos de
la FSSPX, y el entonces P. Fernando Rifán, luego consagrado obispo de la
iglesia conciliar, tras el retorno de ambos a la Roma modernista. Rifán incluso
tiene un lugar destacado en la fotografía, hasta mira hacia la cámara, estando
su figura por delante de la de Mons. de Castro Mayer, que aparece empequeñecido
detrás de él. ¿No había mejores fotografías para publicar? ¿O la “aventura
exitosa” del título es la de estos dos acuerdistas que se rindieron ante los
conciliares romanos? ¿Será acaso un guiño hacia la actual Roma, de parte de los
acuerdistas de Menzingen, desnudando las mismas intenciones de aquellos dos tránsfugas
que entregaron las armas?
Colocamos debajo el texto que acompaña esta imagen en
el sitio web (acá), con nuestros
comentarios en rojo.
Una aventura exitosa
¿Qué es lo que predestinaba a
Monseñor Lefebvre, entonces un obispo sin funciones, a fundar una nueva
sociedad sacerdotal, cuando ya había tantas en la Iglesia? ¿Una sociedad que
iría a contracorriente de las ideas de apertura al mundo, de adaptación a las
nuevas ideas y de progreso indefinido, lanzadas por el clamoroso concilio
Vaticano II, y que encontraría a su paso desconfianza y persecución casi en
todas partes…?
El candelabro y la picota
Y,
sin embargo, veinticinco años después de la muerte de su fundador, la
Fraternidad sacerdotal, provista ya de casi seiscientos sacerdotes, sigue
adelante en una Iglesia en plena tormenta (Adelante, sí, pero ¿hacia dónde? ¿Es suficiente
decir “seguimos adelante”? ¿No es la forma de hablar de los progresistas? ¿No
debería decir mejor “seguimos el combate”?). Rechazado por el papa (FALSO. Francisco le ha otorgado jursidicción para confesar. Su
amigo el Card. Poli ayudó a que fuera reconocida en Argentina. ¿Y qué acaba de
decir Mons Fellay?: “… hay un
vínculo cercano con el papa, ustedes no pueden imaginar el acceso que tenemos,
el fácil acceso que tenemos con el papa. No lo usamos, a veces lo hacemos
por estas cuestiones administrativas, pero tenemos acceso directo al
papa… tenemos al papa, diría, de nuestro lado acá) y por la jerarquía (FALSO. Varios obispos conciliares se han reunido con las autoridades de la FSSPX, le
han brindado elogios y han visitado sus seminarios donde han dado charlas.
Recientemente dijo Mons. Fellay: “Y
hay otros que dicen "la Iglesia los necesita". Cardenales, varios cardenales
me dijeron "la Iglesia necesita a la Fraternidad para salir de esta
lucha". Idem ant.), relegado sociológicamente (¡Oh!), este instituto de sacerdotes católicos
consigue construir bastiones de cristiandad, constituir una élite de cristianos
conquistadores (¡¡¡!!! ¡Eso se llama humildad! Pero ¿conquistadores con empresas de
branding y publicidad que presentan una imagen simpática y sonriente para
agradar a la opinión pública? ¿Van a conquistar Roma callando las herejías y
blasfemias de Francisco? ¿Qué es lo que están conquistando si ya ni se atreven
a criticar a los destructores de la Iglesia? ¿Si han aceptado principios
liberales?),
alentar a las familias con numerosos hijos, abrir escuelas integralmente
católicas (FALSO. Hay escuelas que enseñan oficialmente
principios liberales. Ver acá), organizar
peregrinaciones y manifestaciones de fe (como peregrinar a Roma por el Año de la falsa
misericordia de Francisco. Ver acá). Por todas partes se
acondicionan capillas, se abren iglesias para los fieles de toda condición,
raza o lengua (“y
todo gusto estético” deberían decir, incluso modernista. Ver acá), unidos por una misma
profesión de fe católica y en una misma adoración litúrgica.
‘Subiré al altar de Dios, del Dios que alegra mi
juventud’
Ya
sea en pobres capillas improvisadas, como en iglesias restauradas o construidas
de nuevo (como
esta en Madrid. Ver acá), todos se encuentran al
pie del altar vuelto hacia Dios, con la mirada fija en el sagrario. La liturgia
tradicional se despliega majestuosamente, dando al recogimiento y a la alabanza
del Dios tres veces santo todo el lugar que se merecen (¿Y defender la fe no es
también darle a Dios la alabanza que se merece? ¿De qué sirve adorar a Dios si
se sirve de ello para luego vanagloriarse a sí mismo? “El profeta Isaías nos revela -enseña
Mons. Straubinger- “que no agrada a Dios
el culto meramente externo. Dueño y autor del universo, ¿para qué necesita El
de nuestros templos, si en ellos no ha de adorársele “en espíritu y en
verdad”?”(Coment. a Is. 66,1).
La obra de las obras
Esta
liturgia de siempre, por su acción sagrada, hace realmente presente al Dios de
la Eucaristía, fruto del Santo Sacrificio de la Misa, misterio de la fe, en el
que Jesús, Sumo Sacerdote, reactualiza y perpetúa su sacrificio del Calvario.
Este es el tesoro que el arzobispo emérito de Tulle quiso transmitir en el
transcurso de toda su vida sacerdotal (¿Sólo la Misa, sin importar la doctrina, sin
importar todo lo demás? ¿Era Mons. Lefebvre un obispo “de sensibilidad
tradicional”?.
Esta es la razón de ser de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (Oh, sólo mantener la Misa
tradicional, mientras todo lo demás se va diluyendo en el liberalismo. La
neo-FSSPX piensa y habla como una congregación de las de Ecclesia Dei, que se
contentan con que las dejen tener su “misita” en su rincón, y ya… Ninguna
referencia al combate de la fe contra los errores modernistas y liberales,
ninguna mención a la resistencia contra los poderosos enemigos enquistados en
la Iglesia, se hace en este artículo que pretende señalar la razón de ser y por
lo tanto la identidad de la FSSPX. Queda claro que esta FSSPX no es la misma
que fundó y condujo Mons. Lefebvre, que fue exitoso porque fue combatido y “excomulgado”
por herejes y masones en virtud de su integrismo, y no por haber sido apoyado
por sus enemigos, los enemigos de Dios, pues se triunfa con la cruz, y no sin
ella).