martes, 31 de marzo de 2020

SOBRE EL CORONAVIRUS Y LA SITUACIÓN ACTUAL DE LOS CATÓLICOS – S.E. MONS. DOM TOMÁS DE AQUINO






 Fuente

Ante la pandemia de coronavirus y sus consecuencias, podemos decir que es un castigo por los pecados de los hombres: los laicos, el clero y el Santo Padre, cuyos escándalos claman al cielo.

Esta pandemia ha causado profundos trastornos en la vida social de los países afectados, además de una tasa de mortalidad cada vez mayor. ¿Son estos males también la señal de la venida del Anticristo? podríamos preguntar. Es difícil saberlo, pero haremos algunas consideraciones al respecto.

Antes de eso, queremos recomendar la Cruzada del Rosario para obtener la conversión de las almas, el perdón por el abandono de la Tradición, por parte de la jerarquía en el Vaticano II, y la gracia de la Consagración de Rusia por el Papa y los Obispos de todo el mundo. Es por Nuestra Señora y por el rosario que vendrá la salvación del mundo.

La pandemia de coronavirus ha cobrado víctimas, pero es demasiado pronto para evaluar todas sus consecuencias. Lo que podemos ver son, desde un punto de vista espiritual y social, las medidas preventivas que en Italia, Francia y otros países limitan el número de fieles en la misa o incluso prohíben la celebración o la distribución de la comunión, así como la confesión.

Además, las interrupciones del transporte y en las escuelas parecen estar aumentando. En varios lugares, las personas se ven obligadas a quedarse en casa, con la prohibición de irse sin permiso de las autoridades civiles.

Creemos que estas disposiciones deben obedecerse en general y orar por la liberación de iglesias, misas, confesiones y las actividades normales de la sociedad.

¿Cuál será la consecuencia de este estado de cosas?

Nuevamente, es difícil responder esta pregunta. ¿Es la crisis del coronavirus el comienzo de los hechos que nos llevan a preguntarnos si son los eventos anunciados en las Sagradas Escrituras para el final de los tiempos?

No nos atreveríamos a decirlo, pero nos atrevemos a proponer la conducta de una gran santa que es el modelo por excelencia de los cristianos en los tiempos futuros del juicio:

"Si mis pensamientos se vuelven hacia los tormentos sin precedentes de los que serán parte los cristianos en el tiempo del Anticristo, escribe Santa Teresita, siento que mi corazón se estremece: quisiera que esos tormentos me fuesen reservados".

Por ahora, simplemente preparemos nuestros corazones para el futuro, preparémonos por la Santa Misa y la recitación del Santo Rosario.

Aquella que aplastó la cabeza de la serpiente en el pasado y la aplasta en el presente, la aplastará en el futuro. Es con ella que obtendremos la victoria, porque la victoria depende de una sola palabra de ella. Ella es toda nuestra esperanza. Sin eso, todo está perdido, pero con ella la victoria está asegurada, como en Lepanto y en muchas otras batallas. Que Nuestra Señora de Fátima obtenga esta victoria para la Santa Iglesia y para cada uno de nosotros.

21 de marzo de 2020, fiesta de San Benito

+ Tomás de Aquino, OSB