Páginas
▼
sábado, 30 de noviembre de 2013
¿CUÁL ES EL DIOS DE FRANCISCO?
De
la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM de Francisco:
Las
relaciones con el Judaísmo
247.
Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás
ha sido revocada, porque «los dones y el llamado de Dios son irrevocables» (Rm
11,29). La Iglesia, que comparte con el Judaísmo una parte importante de las
Sagradas Escrituras, considera al pueblo de la Alianza y su fe como una raíz
sagrada de la propia identidad cristiana (cf. Rm 11,16-18). Los cristianos no
podemos considerar al Judaísmo como una religión ajena, ni incluimos a los
judíos entre aquellos llamados a dejar los ídolos para convertirse al verdadero
Dios (cf. 1 Ts 1,9). Creemos junto con ellos en el único Dios que actúa en la
historia, y acogemos con ellos la común Palabra revelada.
248.
El diálogo y la amistad con los hijos de Israel son parte de la vida de los
discípulos de Jesús. El afecto que se ha desarrollado nos lleva a lamentar
sincera y amargamente las terribles persecuciones de las que fueron y son
objeto, particularmente aquellas que involucran o involucraron a cristianos.
249.
Dios sigue obrando en el pueblo de la Antigua Alianza y provoca tesoros de
sabiduría que brotan de su encuentro con la Palabra divina. Por eso, la Iglesia
también se enriquece cuando recoge los valores del Judaísmo. Si bien algunas
convicciones cristianas son inaceptables para el Judaísmo, y la Iglesia no
puede dejar de anunciar a Jesús como Señor y Mesías, existe una rica
complementación que nos permite leer juntos los textos de la Biblia hebrea y
ayudarnos mutuamente a desentrañar las riquezas de la Palabra, así como
compartir muchas convicciones éticas y la común preocupación por la justicia y
el desarrollo de los pueblos.
------
Hasta
acá una selección del escrito, aquellos puntos dedicados a “las relaciones con
el Judaísmo”.
Comentario Syllabus:
Vamos
a decirlo con el lenguaje lunfardo al que el tanguista o tanguero Bergoglio es
tan afecto: Usted, Jorge Bergoglio también conocido ahora por Francisco, ningunea a Jesucristo, reduce,
disminuye, aparta, desmerece, menosprecia al verdadero Dios y verdadero Hombre,
al Mesías, Redentor, Salvador, Mediador, al Verbo de Dios. ¿Usted anuncia como
dice a “Jesús como Señor y Mesías” a
los judíos, o no lo hace ya que “Dios
sigue obrando en el pueblo de la Antigua Alianza y provoca tesoros de sabiduría
que brotan de su encuentro con la Palabra divina”? Pero ¿cómo Dios, el Dios
que rechazan los judíos puesto que rechazan a Jesucristo, puede seguir obrando tesoros
de sabiduría en aquellos que lo rechazan y lo combaten, en aquellos que no lo
escuchan y a quienes usted no se lo quiere anunciar? ¿Y cómo la Iglesia de
Jesucristo puede enriquecerse “cuando
recoge los valores del Judaísmo”? ¿Qué, acaso a Jesucristo le falta algo, y
ese algo lo tienen los que lo niegan y combaten? ¿Entonces para Usted
Jesucristo es o no es Dios? Usted actúa escandalosamente como si para Usted no
lo fuera; propicia un diálogo que no puede obtener ninguna paz y justicia
porque sin el Reinado de Cristo sobre las naciones no los puede haber. Usted dice
mentiras porque los cristianos no creemos en el mismo Dios que los judíos, que
no creen en Dios porque no creen en Jesucristo, Segunda Persona de la Santísima
Trinidad. “Yo y mi Padre somos uno”
(Jn. 10, 30) dijo el mismo Cristo. “El
diálogo y la amistad –dice Usted- con
los hijos de Israel son parte de la vida de los discípulos de Jesús”. ¿De
qué Jesús está hablando usted? Porque la historia entera contradice su
afirmación. Las persecuciones a los cristianos de todos los tiempos han estado
instigadas casi siempre por los judíos, que no se mostraban muy amigos que
digamos.
Francisco,
no sabemos qué es exactamente Usted, si es un simulador, un creyente sincero de
lo que se empeña en enseñar, un anti-Papa, un masón… Nuestra opinión es que probablemente
como Benedicto XVI renunció bajo presión, su renuncia sería
inválida y por lo tanto seguiría siendo el Papa (y por ello sigue en Roma con su atuendo y
su nombre).
Pero
si no podemos afirmar con absoluta certeza quién es usted, más allá de las
opiniones sí podemos decir qué es: Un enemigo de Cristo y la Iglesia que
siguiendo las herejías del Concilio Vaticano II combate la verdadera religión
de Dios y en especial a la tradición. Estas palabras suyas –como tantas otras-
son infamantes, son la negación de la verdadera enseñanza de la Iglesia
Católica, son una afrenta y desafío a Dios y son una burla a los fieles
cristianos, porque encima presenta este documento pontificio con una imagen
llena de globitos de colores, como si se tratase de un circo (así puede verse
en la página del Vaticano News.va).
Ya
decía San Vicente de Lérins en su Conmonitorio: “Puedes escuchar cómo dicen algunos: venid, pobres ignorantes, los que
sois comúnmente llamados católicos, y aprended la fe verdadera, que, aparte de
nosotros (hoy, los modernistas) nadie
entiende. Permaneció oculta durante muchos siglos (hasta el Vaticano II,
según ellos) pero ahora ha sido revelada
y manifestada. Mas aprendedla en secreto (eso fue antes, ahora es
absolutamente pública). Os dará alegría”.
Usted
repite lo que anteriores herejes manifestaron, insiste con traer una
“renovación” que no es otra cosa que un pisotear la Fe y las Escrituras, en
nombre del bien y de la alegría. Sus palabras se alejan cada vez más de la
eterna Sabiduría de Dios que se manifestó por nuestros mayores en la Fe y nos
fue transmitida por el Magisterio y la Tradición hasta que llegó el maldito Vaticano
II.
Se
está por cumplir aquello que decía San Jerónimo: “Por el delito de los judíos la salud pasó a los gentiles; por la
incredulidad de los gentiles volverá a los judíos”. Estamos en ese camino y
si los judíos llegan mañana a tener la salud (es decir: la fe en Cristo, y será
al fin de los tiempos) será a pesar del diálogo y la condescendencia suyas,
Francisco. Los judíos se convertirán al final –es un misterio, (Romanos 11,25)-,
por lo tanto necesitan convertirse. En esto no pueden ser engañados por un
diálogo que evite los temas conflictivos (¡al mismo Dios!). Usted menciona este
pasaje paulino: “Porque los dones y la
vocación de Dios son irrevocables” (Rom. 11,29), pero con eso el Apóstol
enseña que por esa razón los judíos se convertirán al final, no quiere decir
que no necesiten convertirse. También se basa en San Pablo para decir lo
siguiente: “Los cristianos no podemos
considerar al Judaísmo como una religión ajena, ni incluimos a los judíos entre
aquellos llamados a dejar los ídolos para convertirse al verdadero Dios (cf. 1
Ts 1,9)”, pero en el pasaje allí mencionado el Apóstol de los Gentiles se
refiere a los que creen en Cristo, no a los judíos que lo rechazan. Asimismo,
dice en otro pasaje de Romanos que “por
la caída de ellos (los judíos) vino
la salud a los gentiles para excitarlos (a los judíos) a emulación” (Rom. XI, 11). La preocupación de San Pablo era salvar
a los judíos haciendo que éstos lo emulasen a él y a los cristianos, que parece
es lo contrario de lo que hoy está haciendo Francisco.
San
Pablo nos indica que debemos ser “alegres
en la esperanza” (Rom, 12, 12). ¿Cómo podemos ser verdaderamente alegres si
la esperanza no la ponemos en Cristo y su reino que no tendrá fin? ¿Cómo
Francisco plantea a todo el mundo en este documento una alegría si no se basa
en la verdad, en la verdadera esperanza? Su reivindicación del Judaísmo y del
Islam entre tantas aberraciones no pueden traer sino una falsa alegría, a base
de risas pueriles y globos de colores, mientras miles de cristianos en todo el
mundo son cada vez más perseguidos sin que él explique realmente por qué. Pero
esos globos de colores a los que es tan afecto Bergoglio, con su estilo tan
chabacano y nada solemne, luego se pinchan o se desinflan, al igual que esta
palabrería insensata, apagando toda falsa alegría, toda la falsificación del
cristianismo que hoy hiede.
N.B.:
Encontramos un muy interesante y minucioso análisis al largo documento de
Francisco, publicado por el sitio Panorama
Católico Internacional. Pero allí, además de la crítica precisa del autor a
diversos puntos erróneos del documento, se hacen notar también unas “señales
positivas”, lo cual es nefasta candidez
en el caso de los textos ambiguos de los modernistas y su diabólica mezcolanza
de verdad y error. Es táctica hábil de los herejes colocar de vez en cuando
algunas afirmaciones que el católico puede aprobar, para intentar hacer más
pasable todo un documento maligno que debe ser desechado por completo, más allá
de los puntos “positivos”. El hecho de que en tal sitio se destaquen las “señales
positivas” (¿señales de qué? ¿de algo bueno que hay que esperar de Francisco?)
sin afirmar lo anterior nos confirma su resabio de liberalismo.
SI ES PECADO EL LIBERALISMO, Y QUÉ PECADO ES.
El
Liberalismo es pecado, ya se le considere en el orden de las doctrinas, ya en
el orden de los hechos.
En
el orden de las doctrinas es pecado grave contra la fe, porque el conjunto de
las doctrinas suyas es herejía, aunque no lo sea tal vez en alguna que otra de
sus afirmaciones o negaciones aisladas.
En
el orden de los hechos es pecado contra los diversos Mandamientos de la ley de
Dios y de su Iglesia, porque de todos es infracción.
Más
claro. En el orden de las doctrinas el Liberalismo es la herejía universal y
radical, porque las comprende todas: en el orden de los hechos es la infracción
radical y universal, porque todas las autoriza y sanciona.
Procedamos
por parte en la demostración. En el orden de las doctrinas el liberalismo es
herejía. Herejía es toda doctrina que niega con negación formal y pertinaz un
dogma de la fe cristiana. El liberalismo doctrina los niega primero todos en
general y después cada uno en particular.
Los
niega todos en general, cuando afirma o supone la independencia absoluta de la
razón individual en el individuo, y de la razón social, o criterio público, en
la sociedad. Decimos afirma o supone, porque a veces en las consecuencias
secundarias no se afirma el principio liberal, pero se le da por supuesto y
admitido. Niega la jurisdicción absoluta de Cristo Dios sobre los individuos y
las sociedades, y en consecuencia la jurisdicción delegada que sobre todos y
cada uno de los fieles, de cualquier condición y dignidad que sea, recibió de
Dios la Cabeza visible de la Iglesia. Niega la necesidad de la divina
revelación, y la obligación que tiene el hombre de admitirla, si quiere
alcanzar su último fin. Niega el motivo formal de la fe, esto es, la autoridad
de Dios que revela, admitiendo de la doctrina revelada sólo aquellas verdades
que alcanza su corto entendimiento. Niega el magisterio infalible de la Iglesia y del Papa, y en consecuencia todas
las doctrinas por ellos definidas y enseñadas.
Y
después de esta negación general y en global, niega cada uno de los dogmas,
parcialmente o en concreto, a medida que, según las circunstancias, los
encuentra opuestos a su criterio racionalista. Así niega la fe del Bautismo
cuando admite o supone la igualdad de todos los cultos; niega la santidad del
matrimonio cuando sienta la doctrina del llamado matrimonio civil; niega la
infalibilidad del Pontífice Romano cuando rehúsa admitir como ley sus oficiales
mandatos y enseñanzas, sujetándolos a su pase o exequatur, no como en su
principio para asegurarse de la autenticidad, sino para juzgar del contenido.
En el orden de los hechos es radical inmoralidad. Lo es porque destruye el
principio o regla eterna de Dios imponiéndose a la humana; canoniza el absurdo
principio de la moral independiente, que es en el fondo la moral sin ley, o lo
que es lo mismo, la moral libre, o sea una moral que no es moral, pues la idea
de moral además de su condición directiva, encierra esencialmente la idea de
enfrentamiento o limitación. Además, el Liberalismo es toda inmoralidad, porque
en su proceso histórico ha cometido y sancionado como lícita la infracción de
todos los mandamientos, desde el que manda el culto de un solo Dios, que es el
primero del Decálogo, hasta el que prescribe el pago de los derechos temporales
a la Iglesia, que es el último de los cinco de ella. Por donde cabe decir que
el Liberalismo, en el orden de las ideas, es el error absoluto, y en el orden
de los hechos, es el absoluto desorden. Y por ambos conceptos es pecado, ex
genere suo, gravísimo; es pecado mortal.
R. P. Félix Sardá y Salvany – “El
liberalismo es pecado”
jueves, 28 de noviembre de 2013
¿SÍ O NO? UN CUESTIONARIO PARA COMPRENDER LO QUE SUCEDE EN LA FSSPX.- LA SAPINIÈRE
Este cuestionario les ofrece hechos y
preguntas. Usted, solo y en conciencia, debe responderlo.
Para leer, reproducir, difundir entre
amigos, padres, fieles…
“ El que tenga oídos para
escuchar, escuche” (Mc 4, 9)
El Capítulo general de 2006.
1.- «Los contactos que
mantiene la Fraternidad esporádicamente con las autoridades romanas tienen como
único objeto ayudarles a que hagan otra vez suya la Tradición, de la que la
Iglesia no puede renegar sin perder su identidad, y no para lograr una ventaja
para sí misma ni para llegar a un imposible “acuerdo” puramente práctico”. Por
estas palabras, el Capítulo de 2006 ¿ha prohibido todo acuerdo práctico sin
acuerdo doctrinal previo?
2. Sabiendo que «si es el Capítulo
quien trata, es una ley que vale hasta el siguiente Capítulo” (Mons.
Fellay, Ecône, sept. 2012), esta ley, que prohibía todo acuerdo puramente
práctico ¿tuvo fuerza de ley entre el Capítulo de julio de 2006 y el Capítulo
de julio de 2012? SÍ O NO.
La desobediencia del Consejo General.
3. En abril de 2012, escribiendo a
los tres obispos: “Dicho sea de paso que
nosotros no hemos buscado un acuerdo práctico. Eso es falso. Lo único que
hicimos es no rechazar a priori, como ustedes lo solicitan, el considerar la
oferta del Papa”, el Consejo General,
¿dio a entender que estaba dispuesto a transgredir la ley del Capítulo de 2006? SÍ
O NO.
4. Escribiendo a
Benedicto XVI el 17 de junio de 2012 : « Creí
comprender que usted estaba dispuesto a dar largas la resolución de los
desacuerdos todavía en curso sobre cierto puntos del Concilio y de la reforma
litúrgica, (…) para llegar a pesar de todo a la unión, y yo me comprometí en
esta perspectiva a pesar de la oposición bastante fuerte en los rangos de la
Fraternidad y al precio de trastornos importantes. Y tengo toda la intención de
continuar haciendo todos mis esfuerzos para proseguir por este camino con el
fin de llegar a las clarificaciones necesarias”, Monseñor Fellay
¿desobedeció al Capítulo de 2006? SÍ O NO.
La sedición del Consejo General.
5. Considerando la intervención de
Monseñor de Galarreta en 2011: “Por el bien de la Fraternidad y de la
Tradición, hay que cerrar lo más rápidamente posible la “caja de pandora”, con
el fin de evitar el descrédito y la demolición de la autoridad, la impugnación,
las discordias y las divisiones, tal vez sin retorno” (Mons. de Galarreta,
Albano, octubre de 2011); y la intervención de los obispos en 2012: “Monseñor,
padres, quieran poner atención, ustedes conducen a la Fraternidad a un punto en
el cual ella ya no podrá dar vuelta en el camino, a una profunda división sin
retorno y, si ustedes logran tal acuerdo, a poderosas influencias destructoras
que no soportará” (Carta de los tres obispos). ¿Podemos decir que el
Consejo General fue advertido de las consecuencias graves de su política? SÍ
O NO.
MONS FELLAY EXPULSA AL P. GIROUARD ¡RUEDA OTRA CABEZA!
Mis queridos amigos:
Sé que han sido más de dos meses desde que
publiqué nuestra última edición, y algunos de ustedes se han estado preguntando
qué sucedió. Gracias a Dios, me encuentro muy bien, vivo y con espíritu
combativo. Simplemente estuve demasiado ocupado en cuestiones de mi parroquia
(juntas con los grupos de hombres y mujeres, construcción de la sacristía,
nuestro primer bautismo, bendición de una casa en Bellingham, WA; mejoras en
nuestro salón, etc.), sin olvidar la oración, estudio y el simple día a día en
el Priorato. Recuerden que no tengo un Hermano o Hermana que se ocupe de esas
cosas. Tuve también algunas cruces pequeñas que me frenaron un poco (estuve
enfermo de un virus, mi laptop tuvo que ser enviada a reparación, etc.) Gracias
por su paciencia y comprensión. Y estén seguros: mis fieles están tan fuertes y
determinados como nunca, lo que me ayuda mucho. Además, Nuestro Señor me asiste
de muchas maneras y me mantiene feliz y resuelto.
¿Qué pasó con mi situación con la Neo-FSSPX?
A mediados de octubre, recibí mi segunda Monición Canónica del Padre Wegner,
pero no tuvo éxito en convertirme en un “blando”, y no me molestó en absoluto
contestarla. El Lunes, en la fiesta de la gran mártir Santa Catalina, recibí
por correo registrado prioritario un sobre ¡con unas estampillas suizas
hermosas! ¡Sí, era de Menzingen! De Su Excelencia Monseñor Bernard Fellay! Una
carta en francés, con un titulo de grandes letras mayúsculas: DECRETO DE
EXPULSIÓN DEL R.P. PATRICK GIROUARD. Sí, queridos lectores, otra cabeza ha
rodado de la guillotina de Menzingen: ¡La mía! Les daré el texto completo en mi
última edición, pero las palabras son claras: ¡He sido expulsado!
Pero ¿realmente lo he sido? Lo pregunto pues,
aunque el texto del decreto es muy claro, tal vez su autor tratará de justificarlo
diciendo que el texto es ambiguo y demasiado sutil para entenderlo. Así es,
para usar sus propias expresiones, nosotros los lectores no “estamos en su
cabeza” (recuerden cuando Monseñor Fellay trató de justificar su vergonzosa
Declaración del 15 de Abril de 2012). Por lo tanto ¿estoy o no estoy fuera? Ser
o no ser, he aquí la pregunta capital. He tenido la tentación de escribirle y
preguntarle lo que hay “en su cabeza” respecto a mi expulsión, pero entonces me
di cuenta que su eventual respuesta no me ayudaría en lo absoluto. Seguiré con
el mismo problema al leer su segunda carta. Todavía no estaré “en su cabeza”.
Por lo tanto, me apegaré a lo que hay en mi cabeza cuando leo el texto: ¡He
sido expulsado!
Bueno, en realidad lo que tenemos que
entender es que yo nunca pertenecí, y por la gracia de Dios nunca perteneceré a
la Neo-FSSPX que fue creada en el Capítulo General de julio de 2012. Una
Neo-FSSPX que realmente abrió oficialmente la puerta a su reconocimiento por la
Roma modernista a pesar de las últimas instrucciones de Monseñor Lefebvre. Esta
puerta sigue abierta de par en par a pesar de que un Obispo y los sacerdotes
que se opusieron al cambio fueron sometidos a la guillotina “legal” [Nota del
blog: a un lector su Prior le dijo que él y otros Sacerdotes también se
opusieron al acuerdo pero no fueron expulsados. Habría que preguntarle a ese
Prior si sigue opuesto al acuerdo traidor. ¿Pueden estar realmente contra del
acuerdo si continúan obedeciendo al impenitente, cambiante, errático, ambiguo e
indigno de confianza Superior General que estuvo a un paso de firmarlo, que lo
puede firmar en cualquier momento, y que ahora hunde lentamente a la FSSPX?]
Aunque es muy triste ver que la fundación de Monseñor Lefebvre ha sido
secuestrada, como la misma Roma lo ha sido por bastante tiempo, hay un aspecto
positivo en este decreto de expulsión: Para mi, es solamente una confirmación
oficial que he permanecido fiel a la antigua FSSPX, fundada por Monseñor
Lefebvre en Noviembre de 1970. Por favor, recen por mi fidelidad en el combate,
como yo lo haré por ustedes.
Padre Patrick Girouard
ACUSACIONES DEL DR. PHILIPPE PLONCARD D'ASSAC CONTRA LAS AUTORIDADES DE LA FSSPX.-
El
señor Philippe Ploncard d’Assac, hijo del gran autor de “La Iglesia Ocupada”
Jacques Ploncard d’Assac y continuador de su obra, ha presentado su último
libro “Tradición y Revolución”, el cual, según él mismo afirma, es una
continuación del libro de su padre.
Como
gran conocedor de la masonería y sus métodos de infiltración (es autor también
del libro “La Masonería”), en este libro expone cómo la infiltración gnóstico
masónica se ha llevado a cabo en el seno de la Tradición, comprendida la FSSPX.
En
su libro, lanza las siguientes acusaciones en contra de los superiores de la
FSSPX:
ACUSACIONES:
-
“El Padre Célier, principal artífice del complot gnóstico en el seno de la FSSPX, cuyos
escritos son conocidos y puestos en conocimiento de sus autoridades, todavía
está en su lugar!”
-
«Las reacciones de odio contra nuestros análisis sobre las tesis gnósticas de
los padres Célier y de Tanoüarn nos revelan la amplitud del mal en el seno de
la FSSPX”.
-
«Desde que comencé a analizar desde el primer número de mi revista La Politique
en abril de 2001, las tesis gnósticas y cripto-masónicas de los padres de
Tanoüarn y Célier, las puertas de la FSSPX se fueron cerrando progresivamente
tanto para mí como para Étienne Couvert.
Acusa
también a:
-Radio
Courtoisie, conducida por el amigo del Padre Célier, Serge de Beketch, luego
por Henry de Lesquen;
-Fideliter,
dirigida por el Padre Célier;
-las
ventas de libros organizadas por la FSSPX en París” (1)
Los libros del Padre
Grégoire Célier:
-
Le dieu mortel, bajo el seudónimo de Paul Sernine, anagrama de Arsène Lupin,
personaje del novelista Maurice Leblanc.
-
La Paille et le Sycomore, publicado por el padre Guillaume de Tanoüarn,
-
Benedicto XVI y los Tradicionalistas, publicado por el masón J-L Maxence.
Estos
libros nos aclaran perfectamente las posiciones gnostico-masónicas y
modernistas de este sacerdote supuestamente de la Tradición.
Respecto
a Le dieu mortel, la Sel de la Terre, revista de los dominicos de Avrillé,
reaccionó al libro gnóstico del padre Grégoire Célier, y le planteó la pregunta
que está en el corazón de la herejía gnóstica:
“El hombre ¿puede
pretender alcanzar la sabiduría divina, convertirse en dios, sin la gracia y
sin la revelación?”
Sobre
La Paille et le Sycomore, P.P. d’Assac advierte:
«
Ya escandalizado por la negación de Sernine-Célier-Lupin de la herejía gnóstica
y de la acción masónica, me escandalicé aún más al darme cuenta, como lo
aseguró el Padre de Cacqueray, que su
libro había sido publicado con “el imprimatur” de las autoridades!!!
La
ausencia de reacción de las autoridades ante estas derivas y la correspondencia intercambiada por el señor Étienne Couvert con los responsables de la
Fraternidad sobre la gnosis, roza la complicidad”. “La ignorancia sobre la
gnosis por parte de Monseñor Fellay es patente en su respuesta, lo que es muy
grave para el responsable de la FSSPX” Acerca de Benedicto XVI y los
Tradicionalistas, nuevo hallazgo de P.P. d’Assac:
«
El padre Grégoire Célier y su último libro Benedicto XVI y los Tradicionalistas,
escrito en colaboración de Olivier Pichon y, recordémoslo, editado por el masón
J-L Maxence.
Descubrimos
estas curiosas afirmaciones:
p.
18 - « ¡No hagamos una fijación con la sotana, no vale la pena ! »
p.
70-71 –Hablando del Vaticano II : « Se trata de un concilio de la Iglesia
católica, convocado regularmente y que, en sí, merece respeto y adhesión!
p.
88 - «Yo no siento una vocación de guardia de museo o de taxidermista… » !
p.
237 – “La retórica del complot universal
y todopoderoso, que florece en los círculos cercanos de la FSSPX, participa de
esta mentalidad que parece malsana…”!
(1)
Si los libros de Philippe Ploncard
d’Assac están prohibidos por el padre Toulza, al igual que los prohibió el Padre Célier, encontramos
ahora los de Bernard Antony, cuya “Historia de los Judíos desde Abraham hasta
nuestros días” afirma que “el cristianismo es el judaísmo”, quitando todas las
blasfemias contenidas en el Talmud hacia Cristo y el cristianismo. Encontramos
también las contra-verdades sobre la masonería, libros verdaderamente
contrarios al de P.P. d’Assac, La Masonería, que denuncia sus orígenes hebreos
y luciferinos.
Encontramos
también las obras del masón homosexual Chayriques de Olmetta y los de Dominique
Venner, cuyo sacrílego suicido ante el altar mayor de Notre Dame de París hizo
escándalo.
Así
que las ventas de libros organizadas por la FSSPX en París, como las de
Renaissance Catholique le son prohibidas ahora. Sin olvidar el silencio de
Présent o de Rivarol sobre sus comunicados, libros y análisis ya ignorándolos,
ya censurados en parte.
martes, 26 de noviembre de 2013
ALEJAMIENTO DEL PADRE OLMEDO: UN PASO MÁS EN EL HUNDIMIENTO GRADUAL DE LA FSSPX.-
EL PADRE RICARDO OLMEDO (AL CENTRO)
El
querido Padre Olmedo ha sido notificado del fin de sus funciones como profesor
de Teología Moral y Derecho Canónico en el seminario de Buenos Aires. Se le
envía a Salta (Norte de Argentina) como Prior.
Muchos
años de fructífera labor en la formación de los Sacerdotes no importan: lo que
interesa a la cúpula liberal de la Neo FSSPX es alejar a los "duros"
y poner a los manejables en los puestos clave. Es de este modo (por medio de
una astuta política de nombramientos) que Mons. Fellay ha llegado a controlar,
sin contra pesos, el capítulo general. Recordemos que el P. Faure, otro
"duro", otro verdadero anti liberal, antes de pasarse a la
Resistencia, había sido nombrado como colaborador del Prior de Guatemala. Esta
es la idea: los jóvenes "dóciles" al poder, los viejos
intransigentes a desaparecer. ¿Se acordará Mons. Fellay de Roboam (II
Paralip. 10)?
Nos
dice un Sacerdote de la Resistencia, ex alumno del Padre: "esto es
un verdadero infortunio para el seminario. Se abre una nueva y oscura etapa en
la vida de ese plantel. Los cursos que dictaba el Padre eran de excelente
nivel. En particular, el profundo y completo curso de teología moral -a cuya
consulta recurrimos constantemente los Sacerdotes- debe haber costado al Padre
grandes desvelos por muchos años. Pero además de lo relativo a los estudios, el
P. Ricardo Olmedo ponía una imprescindible nota de firmeza en el seminario, por
su carácter enérgico, resuelto y varonil. Esto resulta de capital importancia
en tiempos tan poco varoniles como los nuestros. El constante buen
ejemplo del Padre era de gran utilidad a los seminaristas, tanto o más que las
clases que daba. La vida y la doctrina de este querido Padre son
intachables: es un anti liberal cabal. Ese glorioso calificativo ya no
corresponde más a las actuales autoridades de la FSSPX, a esas
"cañas agitadas por el viento" que traicionan ahora a este viejo y
noble roble. El P. Olmedo es un hombre totalmente confiable, un
excelente consejero (dotado de un gran sentido práctico, tiene un don
especial para eso), y un forjador de caracteres firmes. Sus muchos años en el
seminario fueron una bendición; su partida ordenada por los superiores
liberales, ciertamente es una nueva desgracia para la enferma
FSSPX".
El
blog Non Possumus rinde un sincero homenaje a este auténtico hijo de Mons.
Lefebvre.
lunes, 25 de noviembre de 2013
TODO UN ÉXITO LA VISITA DE MONSEÑOR WILLIAMSON A LA CIUDAD DE MÉJICO.-
NON POSSUMUS
Me
parece oír, mis queridos hermanos, las voces de todos estos Papas, desde
Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI y Pío XII,
decirnos: Por caridad, por piedad, ¿qué
vais a hacer de nuestras enseñanzas, de nuestra predicación, de la fe católica?
¿Vais a abandonarlo? ¿Vais a dejar que desaparezca de este mundo? Por caridad,
por piedad, seguid guardando este tesoro que os hemos dado. ¡No abandonéis a
los fieles, no abandonéis a la Iglesia! ¡Seguid trabajando por la Iglesia!
(Monseñor Lefebvre, sermón en las Consagraciones Episcopales).
Es
Monseñor Williamson el único Obispo, de los cuatro consagrados por Monseñor
Lefebvre, que mantiene la lucha intacta por la Fe católica, tal como el
Arzobispo les pidió: Manténganse fieles en la transmisión de esta fe, para que
venga el Reino de Nuestro Señor.
Así,
viajando por todo el mundo, Monseñor
Williamson atiende a los fieles que se han unido a este gran combate por la Fe
Católica de siempre, fieles al legado del Fundador de la Fraternidad Sacerdotal
San Pío X. Predicando, confirmando, enseñando la Verdad, alentándonos a
permanecer fieles… a pesar de las tremendas persecuciones que ha sufrido tanto
él mismo como todos aquellos que se atreven a cuestionar a las autoridades
traidoras.
Y
sí, la Resistencia en la Ciudad de Méjico va en rápido y sostenido aumento.
Asistieron entre 40 y 50 fieles a los eventos programados: Conferencia,
Confirmaciones, Misas, convivios con lleno total.
Desde
este blog agradecemos profundamente a Monseñor su visita y elevamos a Dios
nuestras plegarias para que le dé las fuerzas necesarias para continuar en la
lucha por la Verdad y el Reinado de Cristo, Nuestro Señor.
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA LA VIRGEN DE GUADALUPE!
¡MUCHAS GRACIAS MONSEÑOR!
INFORME COMPLETO EN NON POSSUMUS
LA CONDENACIÓN DE LA IDEOLOGÍA SIONISTA POR LA IGLESIA Y MAXIMILIANO KRAH.-
"Los judíos no tienen ningún derecho de
soberanía sobre Tierra Santa"
SS Benedicto XV.
El
Estado Judío de la antigüedad, después
de la destrucción del Templo y la dispersión del pueblo por el Imperio Romano,
fue destruido por Dios en castigo de los pecados del pueblo hebreo. Por eso,
para la Iglesia, solamente el Mesías de Dios, durante su segunda venida, podrá
restablecer el reino de Israel y a los judíos en su tierra.
Es
así que la Iglesia rechaza, por razones teológicas, la idea de un Estado Judío,
tal cual fue constituido según las modalidades de su creación por los
sionistas, es decir, por los hombres y no por la voluntad divina. Esto explica
por qué San Pío X, en 1904, declaró firmemente a Theodor Herzl, padre fundador
de la ideología sionista: “Nosotros no podremos impedir a los judíos que vayan
a Jerusalén, pero jamás podremos alentarlos. El suelo de Jerusalén no fue
siempre sagrado, sino que fue santificado por la vida de Jesús. Los judíos no
reconocieron a Nuestro Señor y nosotros no podremos reconocer al pueblo judío.
Non possumus” (San Pio X, 25 de enero de 1904, Ciudad del Vaticano).
Esta
posición fue después retomada y reafirmada por Benedicto XV, quien subrayó de
manera extremadamente explícita: “Los judíos no tienen ningún derecho de
soberanía sobre la tierra santa” (Nota al margen de la declaración de Belfort,
1917).
Asimismo,
Benedicto XV, en una alocución del Consistorio el 10 de marzo de 1919, expresó
claramente su ansiedad respecto al pen que debía crear en Palestina una
situación privilegiada a favor de los judíos, y “entregar” los monumentos
cristianos a los no cristianos. El 13 de junio de 1921, se alarmó por el hecho
que “los judíos vienen a encontrarse en Palestina en posición de preponderancia
y de privilegio”. Más tarde, insistió fuertemente para que los derechos de la
Iglesia Católica en Palestina fueran escrupulosamente salvaguardados (13 de
junio de 1921).
COMENTARIOS ELEISON - PRIMERO FE
Número
CCCXXXII (332)
23 de Noviembre de 2013
PRIMERO FE
Mons.
Williamson
La
gran lección enseñada por Monseñor Lefebvre (1905-1991) a los Católicos que
tenían oídos para escuchar fue que la Fe es más alta que la obediencia. La
triste lección que hemos aprendido desde entonces es que la obediencia continúa
siendo tasada más alta que la Fe. Estos “Comentarios” continuamente impulsados
por la confusión de hoy en día en la Iglesia, el mundo y la Fraternidad San Pío
X para retornar a los principios, a menudo han intentado explicar porque la Fe
debe venir primero.
Tomen
por ejemplo los argumentos de un honorable sacerdote de la FSPX quien
recientemente me envió un correo electrónico acusándome de evaluar
equivocadamente el estado presente de la FSPX. Mi resistencia a la – como la
llamo -- Neofraternidad es, dice él, 1) demasiado personalmente motivada, 2)
olvidando el bien de la Iglesia, 3) inconsistente con posiciones que he tomado
antes, 4) careciendo de realismo católico, 5) contra la indefectibilidad de la
Iglesia, 6) para que cada hombre sea su propio Papa, 7) para una visión
modernista de la Iglesia, 8) Protestante, 9) contra unión con Roma, y,
finalmente 10) empujando almas lejos de la Iglesia.
Ahora
bien, no soy ningún Monseñor Lefebvre y no pretendo serlo, pero, mi colega ¿se
da cuenta que todos estos argumentos (excepto el tercero), él podía haberlos
aplicado treinta años atrás a la Resistencia de Monseñor a las autoridades de
la Iglesia oficial en Roma? Sin embargo, la resistencia de Monseñor era 1)
motivada solamente por la urgente necesidad de defender la Fe, 2) por el bien
de la Iglesia Universal, 4) de una manera completamente realística (como lo
probaron los frutos católicos de su Fraternidad), 5) no desaprobando sino
aprobando, mediante su resistencia misma, la indefectibilidad de la Iglesia, 6)
para que la Iglesia de siempre sea la medida de los Papas, 7) contra la locura
del neo-modernismo, 8) contra la renovación del Protestantismo por parte del
modernismo, 9) para la unión con la Roma católica de siempre, y finalmente 10)
ayudando a muchas almas verdaderamente católicas a mantener la Fe en lugar de
perderla.
Y,
¿qué justificó la resistencia de Monseñor en aquel entonces? ¿Qué probó
entonces que él no era, a pesar de las apariencias, un rebelde como Lutero,
sino un verdadero Católico y un gran sirviente de la Iglesia? ¡Su doctrina, su
doctrina, su doctrina! Mientras que Lutero negaba una masa de enseñanzas
católicas, Monseñor afirmó cada una de ellas. Fue en el nombre de la doctrina
de la Fe que Monseñor tomó su posición contra los Papas Conciliares y las
autoridades de la Iglesia que estaban radicalmente socavando la doctrina,
mediante la renovación y la adopción de los espantosos errores del modernismo.
Entonces,
¿qué justifica ahora una cierta resistencia al liderazgo de la FSPX? ¿Cómo
pueden aquellos que resisten reclamar ser los más verdaderos sirvientes de la
FSPX? ¡Doctrina, doctrina, doctrina! La Declaración de mediados de Abril de
2012 fue prueba de una deficiencia doctrinal aterradora en la cima de la FSPX
y, si bien la Declaración fue retirada, ¡sus contenidos no han sido retractados
sino más aún defendidos, como siendo, por ejemplo “demasiado sutiles”! Tampoco
los documentos oficiales de la FSPX del 14 de Julio de 2012 o del 27 de Junio
de 2013 han apropiadamente reparado el daño. Prueba de ello es que la política
gobernante del Cuartel General de la FSPX no ha cambiado. Estimado colega, su
propia Fraternidad fue fundada poniendo Fe antes que obediencia aparente y,
ahora, ¿usted quiere defender esa Fraternidad poniendo obediencia aparente a la
Fraternidad antes que Fe? ¡Estudie
los documentos y observe las acciones!
Kyrie eleison.
P.D.:
Mientras tanto, ¿alguien tiene un juego completo de traducciones al español o
francés de estos “Comentarios” desde que empezaron a aparecer en los tempranos
EC 100? Por favor déjenos saber.
HERMANN COHEN, APOSTOL DE LA EUCARISTIA
Hermann Cohen, apóstol de la Eucaristía
Por Charles Sylvayn
Muerte de la señora de Cohen
La
señora de Cohen falleció el 13 de diciembre de 1855, mientras el padre Hermann
predicaba el adviento en Lion. Él mismo refiere la noticia a su amigo De Cuers:
«Dios
acaba de descargar un terrible golpe sobre mi corazón. Mi pobre madre ha
muerto... ¡y yo quedo en la incertidumbre! Sin embargo, tanto se ha rogado que
debemos esperar que entre su alma y Dios algo habrá ocurrido en esos últimos
instantes que nosotros no conocemos.
«He
recibido orden de ir a París a consolar a la familia»...
Fácil
será imaginarse el dolor del padre Hermann al enterarse de la muerte de su
madre. Había rogado tanto y tanto había hecho rogar por su conversión...
«Yo
tengo también madre -exclamaba un día, después de hablar de Mónica conversando,
la víspera de su muerte, con su hijo Agustín-. La he dejado para seguir a
Jesucristo, y ya no me llama su buen hijo. Sus cabellos están encanecidos, ya
se le surca la frente, y tengo miedo de verla morir. ¡Oh, no! No quisiera que
muriese antes de que amara a Jesucristo, y desde hace muchos años espero para
mi madre lo que Mónica esperaba para Agustín. Y¿quién sabe si Dios no ha ligado
la gracia de su conversión al fruto que sacáis de mis palabras?»
No
obstante, si su dolor fue muy profundo, su esperanza en la bondad infinita de
Dios no desfalleció ni un momento. La noche del mismo día en que recibió esta
penosa noticia, debía predicar. Después de haber rogado y llorado mucho, subió
al púlpito como de ordinario, conmoviendo a todos con un sermón sobre la
muerte.
Algún
tiempo después, confiaba al santo Cura de Ars las inquietudes que sentía sobre
la muerte de su pobre madre, muerta sin la gracia del bautismo.
«Tenga
esperanza, le respondió el hombre de Dios, y espere. Usted recibirá un día, en
la fiesta de la Inmaculada Concepción, una carta que le traerá un gran
consuelo».
Estas
palabras proféticas estaban casi olvidadas, cuando el 8 de diciembre de 1861,
seis años después de la muerte de su madre, un Padre de la Compañía de Jesús
entregaba al padre Hermann una carta. Estaba escrita por una venerable sierva
de Dios, que murió más tarde con fama de santidad y que era conocida por sus
numerosos escritos sobre temas de espiritualidad, especialmente por su
Eucaristía meditada, que alcanzó numerosas ediciones. La carta decía así:
«El
18 de octubre, después de la santa comunión, me hallaba en uno de esos
instantes de unión íntima con Nuestro Señor, en los que me hace sentir su
presencia en el sacramento de su amor de manera tan grata, que la fe ya no me
parece necesaria para creer en ella. Al cabo de un rato, hizo que oyera su voz
y se dignó darme algunas explicaciones relativas a una conversación que yo
había tenido la víspera. Me acordé entonces de que, en dicha conversación, una
de mis amigas me había manifestado su extrañeza de que Nuestro Señor, que había
prometido otorgar todo a la oración, hubiese permanecido sordo, sin embargo, a
las que el Rdo. padre Hermann le había dirigido tantas veces para obtener la
conversión de su madre. Su sorpresa iba casi hasta el descontento, y me costó
trabajo hacerle comprender que debíamos adorar la justicia de Dios y no tratar
de penetrar sus secretos. Me atreví a preguntar a mi buen Jesús cómo era
posible que, siendo la bondad misma, hubiera podido resistir a los ruegos del
padre Hermann y no hubiese concedido la conversión de su madre.
«Ésta
fue su respuesta:
«¿Por
qué Ana quiere siempre sondear los secretos de mi justicia y trata de penetrar
los misterios que no puede comprender? Dile que no debo la gracia a nadie, que
la doy a quien me place, y que al obrar así no dejo de ser justo ni ceso de ser
la justicia misma. Pero ha de saber también que, antes de faltar a las promesas
que tengo hechas a la oración, trastornaré el cielo y la tierra, y que todo
ruego que busca mi gloria y la salvación de las almas, siempre es oído
favorablemente, cuando va acompañado de las cualidades necesarias».
«Luego
añadió: "Y para probaros esta verdad, quiero enterarte de lo que ocurrió
cuando la muerte de la madre del padre Hermann". Mi buen Jesús me iluminó
entonces con un rayo de su luz divina y me dio a conocer, o mejor, me hizo ver
en Él lo que voy a procurar contar.
«En
los últimos momentos de la madre del padre Hermann, cuando estaba a punto de
exhalar el último suspiro y que parecía estar privada de conocimiento, casi sin
vida, María, nuestra buena Madre, se presentó ante su divino Hijo y,
postrándose a sus pies, le dijo: "Gracia, piedad, Hijo mío, por esta alma
que va a perecer. Un instante más y estará perdida, perdida para siempre. Haz,
te lo ruego, por la madre de mi siervo Hermann, lo que quisieras que él hiciera
por la tuya, si ésta estuviese en su lugar y tú estuvieras en el suyo. El alma
de su madre es su bien más querido. Mil veces me la ha dedicado, y la ha
confiado a mi amor, a la solicitud de mi corazón. ¿Podré soportar que perezca?
No, no; esta alma me pertenece, la quiero, la reclamo como herencia, como el
precio de tu sangre y de mis dolores al pie de tu cruz".
«Apenas
la excelsa suplicante había acabado de hablar, cuando una gracia fuerte,
poderosa, brotó del manantial de todas las gracias, del corazón adorable de
nuestro Jesús, y fue a iluminar el alma de la pobre judía moribunda, triunfando
instantáneamente de su obstinación y resistencia. Esta alma se volvió
inmediatamente con amorosa confianza hacia Aquél cuya misericordia la perseguía
hasta en los brazos de la muerte, y le dijo: "¡Oh Jesús, Dios de los
cristianos, Dios que mi hijo adora! Yo creo, yo espero en ti ¡ten piedad de
mí".
«En
este grito, oído de Dios solo y que partía de las más íntimas profundidades del
corazón de la moribunda, estaba encerrado el arrepentimiento sincero de su
obstinación y de sus culpas, el deseo del bautismo, la voluntad expresa de
recibirlo y de vivir según las reglas y los preceptos de nuestra santa
religión, en el caso de que hubiera podido volver a la vida. Este impulso de fe
y de esperanza en Jesús fue el último sentimiento de su alma. En el instante en
que ella subía hacia el trono de la divina misericordia, los débiles lazos que
la retenían a su envoltura mortal se rompieron y caía a los pies de Aquél que
había sido su salvador antes de erigírsele en juez.
«Después
de haberme mostrado todas estas cosas, Nuestro Señor añadió: "comunica
todo esto al padre Hermann; es un consuelo que quiero otorgar a sus prolongadas
penas, para que bendiga y haga bendecir por todas partes la bondad del corazón
de mi Madre y el poder que ejerce sobre el mío».
Esta
carta, verdaderamente sorprendente e imprevisible, había sido anunciada al
padre Hermann con toda precisión por el santo Cura de Ars con seis años de
antelación.