"Los judíos no tienen ningún derecho de
soberanía sobre Tierra Santa"
SS Benedicto XV.
El
Estado Judío de la antigüedad, después
de la destrucción del Templo y la dispersión del pueblo por el Imperio Romano,
fue destruido por Dios en castigo de los pecados del pueblo hebreo. Por eso,
para la Iglesia, solamente el Mesías de Dios, durante su segunda venida, podrá
restablecer el reino de Israel y a los judíos en su tierra.
Es
así que la Iglesia rechaza, por razones teológicas, la idea de un Estado Judío,
tal cual fue constituido según las modalidades de su creación por los
sionistas, es decir, por los hombres y no por la voluntad divina. Esto explica
por qué San Pío X, en 1904, declaró firmemente a Theodor Herzl, padre fundador
de la ideología sionista: “Nosotros no podremos impedir a los judíos que vayan
a Jerusalén, pero jamás podremos alentarlos. El suelo de Jerusalén no fue
siempre sagrado, sino que fue santificado por la vida de Jesús. Los judíos no
reconocieron a Nuestro Señor y nosotros no podremos reconocer al pueblo judío.
Non possumus” (San Pio X, 25 de enero de 1904, Ciudad del Vaticano).
Esta
posición fue después retomada y reafirmada por Benedicto XV, quien subrayó de
manera extremadamente explícita: “Los judíos no tienen ningún derecho de
soberanía sobre la tierra santa” (Nota al margen de la declaración de Belfort,
1917).
Asimismo,
Benedicto XV, en una alocución del Consistorio el 10 de marzo de 1919, expresó
claramente su ansiedad respecto al pen que debía crear en Palestina una
situación privilegiada a favor de los judíos, y “entregar” los monumentos
cristianos a los no cristianos. El 13 de junio de 1921, se alarmó por el hecho
que “los judíos vienen a encontrarse en Palestina en posición de preponderancia
y de privilegio”. Más tarde, insistió fuertemente para que los derechos de la
Iglesia Católica en Palestina fueran escrupulosamente salvaguardados (13 de
junio de 1921).
«
…La intención del sionismo es la conquista de Palestina. Para llegar a sus
fines, los sionistas recurren a cualquier medio. Protegidos por las autoridades
británicas, ellos son, en realidad, los amos de Palestina, haciendo leyes,
imponiendo su voluntad a toda la población. Los católicos, los musulmanes, e
incluso los Israelitas ortodoxos son sometidos a vejaciones innombrables…
tienen a su disposición grandes sumas de dinero enviado por las organizaciones
sionistas… principalmente las de Estados Unidos y Gran Bretaña. Con este
dinero, ellos compran las tierras de los musulmanes arruinados por la guerra,
fundan escuelas y a veces corrompen la conciencia moral… Como lo prueban
reportes fundados, la intención de los sionistas es de expropiar poco a poco a
los árabes y los cristianos… Para agrandar el número de sus correligionarios,
organizan la inmigración hacia Palestina de judíos rusos, casi todos
bolcheviques. No menos fatal es la obra de inmoralidad de los Sionistas desde
que se convirtieron en amos de Palestina, esta se ha extendido terriblemente en
esta tierra, bañada por la Sangre de Jesucristo. Burdeles se abrieron en
Jerusalén, Haifa, Nazareth… mujeres de mala vida pululan en todas partes y
enfermedades vergonzosas se esparcen. Actualmente, ¿cuál es la condición de los
católicos en Palestina? Subversiva, pero sistemáticamente, los sionistas los
colman de todas las vejaciones posibles”.
Civilta Cattolica, vol. 2, 1922, pp. 461-462.
Después
de la segunda guerra mundial, mientras se asistía a una instalación masiva de
judíos en Palestina en condiciones escandalosas respecto a los pobladores
locales, de nuevo el Papa Pio XII hizo no menos de siete intervenciones en las
Encíclicas, discursos y mensajes sobre la cuestión de Jerusalén, subrayando que
“Los lugares Santos deben ser preservados, los fieles deben tener libre acceso
sin peligro, y los cristianos tienen el derecho de ejercer un control absoluto
sobre sus lugares de oración” (Auspicia Quaedam, 1 mayo 1948).
Vemos
que la Iglesia preconciliar en su sabiduría, a pesar de las garantías que
Theodor Herzl le dio a San Pio X, en cuanto al estatuto de los Lugares santos,
opuso el famoso non possumus que fue la respuesta católica tradicional en su
actitud frente al sionismo y el Estado de Israel; una actitud anti sionista
fundada en el rechazo teológico de un retorno de los judíos a su tierra
ancestral obtenido sin la ayuda de la Divina Providencia, sino por la
utilización de medios inaceptables y métodos en completa contradicción con las
leyes de Dios, cuyas terribles consecuencias no han cesado de producir frutos
perversos de efectos duraderos.
Extracto
de este este artículo de LA QUESTION.
Vemos sin embargo que a pesar de la doctrina clara de la Iglesia a
este respecto, Monseñor Fellay no se ha distanciado del sionista Maximiliano
Krah, el cual maneja las finanzas de la FSSPX y apoya indiscutiblemente al
Estado de Israel:
En
su entrevista al Remnant, Krah afirmó:
“…. Yo no tengo ningún problema al decir que
tengo una actitud positiva hacia el estado de Israel…”
En
su Facebook, Krah le da “me gusta” a la organización "Yesh Sikuy":
Y
últimamente, le “gusta” también:
"SOMOS SEMITAS DE CORAZÓN".- Monseñor
Fellay.