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domingo, 8 de mayo de 2016

BOLETÍN DEL SEMINARIO: PALABRAS DE MONS. FAURE






FUENTE: FRANCE FIDÈLE

Estimados amigos y benefactores:

El 20 de agosto de 1959, Mons. de Castro Mayer respondía al cuestionario del cardenal Tardini para la preparación del Vaticano II. Lo que escribió en esta época se aplica a la nuestra de una manera todavía más urgente. Especialmente en su ideal de formación del clero. Él escribió en efecto esto: “La formación del clero, en primer lugar, debería tender a producir sacerdotes que luchen contra la conjuración anticristiana que reina en el mundo y trastorna las almas de arriba abajo. Si esto no es así, hay que temer que los mismos sacerdotes sean infectados por las máximas del mundo y terminen por ser inútiles para la edificación de la ciudad cristiana”.

Estas palabras de Mons. de Castro Mayer pueden parecer severas acerca de los sacerdotes que correrían el riesgo de ser “infectados por las máximas del mundo”, pero frente a la constatación de la apostasía actual de las antiguas sociedades cristianas e incluso de Roma, no podemos más que aprobar el juicio de este gran obispo. Un clero que no lucha es un clero que se repliega ante los caprichos del mundo.

Para formar este clero, Mons. de Castro Mayer no sugiere solamente el llevar la sotana, sino también la continuación de los estudios de humanidades, y agrega la prudencia con las mujeres en tanto el mundo se encuentre viciado por el naturalismo que no pone ninguna atención a la castidad y descuida el pecado original. Dicho de otro modo, una doctrina sólida junto a la santidad de la moral de la cual la piedad es el signo más visible. Este es el ideal sacerdotal de nuestro seminario San Luis María Grignion de Monfort: hacer pastores que podrán, por sus ejemplos y sus palabras, aumentar el valor de los católicos contra todas las perversiones intelectuales y morales que el infierno sea capaz de vomitar.

San Luis María Grignion, providencialmente patrón de nuestro seminario, es para nosotros un modelo bastante apropiado e imitable para formar tales clérigos.

Invitamos a los fieles a orar con fervor para que nuestros actuales candidatos sigan generosamente el camino que San Luis María Grignion trazó para los apóstoles de los últimos tiempos.

Les aseguramos nuestras oraciones y los bendecimos paternalmente,

Mons. Jean Michel Faure