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martes, 6 de octubre de 2020

CONFERENCIA DEL P. GLEIZE DE LA FSSPX: DESDÉN HACIA EL ARZ. VIGANÒ

 


Fuente (extracto)

Extracto de la conferencia del Padre Gleize en Lausana en 2020

A continuación los extractos de esta conferencia:

Comentarios de Syllabus en rojo:


Cita:

Él (Monseñor Viganò) toma nota de lo que ocurre en la Iglesia, pero para nosotros no es algo nuevo.

¿Recuerdan la actitud típica de ciertos personajes, congregados en una extremosa Radio, que gustan de denostar a quienes “recién ahora” se dan cuenta de las cosas, cuando Ellos las habían visto “desde un principio”?

No quiero ser irrespetuoso, pero para nosotros, sacerdotes de la Fraternidad, es conmovedor e ingenuo porque llevamos 50 años en esto.

“Oh, ese pobre obispo, que recién ahora se desayuna con lo que pasa en Roma. “Nosotros” hace cincuenta años que sabemos lo que pasa. “Nosotros” no somos ingenuos.”

Entonces estamos felices por ello, ¡por supuesto! Pero es como si el menor de la familia finalmente se diera cuenta de que el mundo es malo.

Desdén hacia alguien que es un superior a quien dice aquello. Nuevamente la mirada desde arriba. Ellos, la FSSPX, son los mayores de la familia. ¡Cuidado con la soberbia!

Es un neófito muy celoso.

Ellos (Monseñor Schneider y Monseñor Viganò) hablan alto y claro, se lamentan, son a veces más duros que nosotros, ¿pero qué hacen?

Gracias, Padre, por admitir que la Fraternidad ha cambiado su lenguaje duro, alto y claro de antes por la blandura y el susurro actual. Pero ya todo el mundo se había dado cuenta.

¿Qué ha molestado a Roma? ¿Cuándo Roma lanzó anatemas a Mons. Lefebvre? No fue cuando criticó la libertad religiosa, o durante la misa en Lille. Fue cuando ordenó sacerdotes y consagró obispos.

Viganò ha molestado evidentemente a Roma. Permanece clandestino en algún lugar desconocido, en previsión de algún posible atentado. Casi nadie difunde sus palabras.

También molesta tanto a los sedevacantistas furiosos y delirantes -como los de la Radio- como a los acuerdistas liberales: los extremos se tocan.

Según el P. Gleize sólo hay que hacer y no decir, ya que decir la verdad no les molestaría a los enemigos de la misma. Hay acá manifestado un desprecio tremendo por el poder de la verdad. N.S. dijo “Yo he venido para dar testimonio de la verdad”. A este Padre le parece que lo que hace Viganò serían sólo palabras o sólo viento. Pero, ¿no es el principal oficio del obispo, enseñar la verdad?  

Por otra parte, ¿a San Juan Bautista lo encarcelaron y le cortaron la cabeza por ordenar sacerdotes y fundar seminarios, o simplemente por haberle dicho la verdad desnuda al déspota de su tiempo?

Además, si según da a entender el P. Gleize, Viganò no tendría mucho mérito porque “no molesta a Roma”, ¿qué pasa con la Fraternidad hoy? ¿Molesta a Roma? ¡Al contrario! Roma no ha dejado de hacerle favores. Por lo tanto, P. Gleize, saque primero la viga de su ojo, para poder sacar después la paja del ojo ajeno.

Monseñor Lefebvre dejó algo detrás de sí. No palabras, ni viento.

Estoy muy contento de escuchar a Monseñor Schneider y a Monseñor Viganò, pero me digo: "¿qué van a hacer?" Porque un día morirán, pero ¿qué dejarán detrás? ¿Palabras que serán llevadas por el viento? ¿O seminarios, obispos?…

Interesante, porque cuando Mons. Williamson consagró los obispos de la Resistencia, la Neo-Fraternidad lo criticó duramente. Pero estaba haciendo lo que acá dice este Padre que hay que hacer. Incluso la Resistencia abrió un seminario. Pero ahí, eso tampoco le conforma a la NeoFraternidad. ¡Qué contradictorios!

Y ¿qué significa que las palabras de Viganò serán llevadas por el viento? ¿Quiere decir que los que las escuchan no sabrán aprovecharse de las verdades que dice? ¿O sea que subestima a los que lo escuchan también?

Estas son voces que son bienvenidas en la Iglesia, pero son sólo palabras de marginados.

Son bienvenidas, pero no tanto, por lo que dice. ¿Bienvenidas a medias? Y, serían menos marginados si la Fraternidad les diese su apoyo público cuando dicen las verdades que tienen que decir. Pero la Neo-FSSPX no está dispuesta a enemistarse con Francisco, ya que hace años que la Neo-FSSPX busca dejar de estar en un lugar marginado para tener un lugar de importancia en el banquete de la iglesia conciliar…

Eso está muy bien, pero me temo que es estéril.

¿Cómo sabe que es estéril? ¿La buena semilla, no dará fruto? Por otro lado, ¿Cuáles son los frutos del obispo conciliar Huonder, que reside dentro de la Neo-Fraternidad? ¿Y la Neo-Fraternidad acaso va a volver a consagrar obispos, siendo que cuando lo hizo Mons. Williamson fueron los primeros en condenarlo?

 

Resumen: La actitud de Mons. Viganò está vista y analizada en relación a “Nosotros”, es decir, a la Neo FSSPX. Es la monomanía de mirarlo todo en relación a sí mismo. La Neo FSSPX está encantada de sí misma, vive inmersa en un narcisismo imberbe que le impide distinguir entre amigos y enemigos, sino en relación a la actitud que tengan con preservar esta imagen suya impoluta, porque “desde hace 50 años” saben lo que pasa. ¿Alguien puede pensar que Monseñor Lefebvre no tendría palabras cordiales y entusiastas hacia Monseñor Viganò, en vez de esta actitud altiva y prescindente de sus herederos? ¿Es que no aprecian el lenguaje vigoroso, viril, sin titubeos y a fondo que cada vez más está teniendo Viganò? ¿No son hoy en esta terrible crisis nuestros hermanos quienes dicen con coraje la verdad?

Simplemente nos parece que al hablar Viganò como lo hace, una profunda incomodidad asalta a los “capos” de la Neo-Fraternidad, porque pone en evidencia el silencio estremecedor de la FSSPX en la actual coyuntura, y porque no tienen por dónde agarrarlo: Viganò no es un ex fraternitario, ni es sedevacantista. Entonces, se les escapa de las manos.

La FSSPX llega a sus 50 años de existencia, pero parece que fuera a festejar sus 15 años. Que disfrute la fiesta.


Ignacio Kilmot