Queridos
amigos y benefactores:
Los
discípulos de Emaús, después de la partida de Nuestro Señor, se dijeron el uno
al otro: "¿No es cierto que nuestros corazones estaban ardiendo
dentro de nosotros, cuando nos habló en el camino, mientras nos estaba
explicando las Escrituras?" Ardiendo con el fuego de la divina
Caridad que Nuestro Señor vino a arrojar sobre la tierra, pero que también
causará el fuego de la guerra entre el bien y el mal: "¿Creéis que
he venido a traer paz a la tierra? No vine a traer paz sino división o
espada. Porque, de ahora en adelante, cinco personas en una casa estarán
divididas: tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra el hijo y
el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la
madre" (Lc XII, 51-53). Porque la verdad es como una espada:
no se puede acomodar a los compromisos con las ideas del mundo enemigo de Dios.
Un
compromiso como el que sería un "acuerdo práctico" con las
autoridades conciliares: una capitulación que prohíbe a los que se someten a
ella la plena y completa confesión de la Fe; sin embargo, la Fe exige denunciar
los errores de la nueva religión, como la nueva misa de Pablo VI, la libertad
religiosa, el ecumenismo del Vaticano II, etc. Verdad y fe no se pueden
acomodar a compromisos tales como la presencia permanente dentro de la
Fraternidad de un obispo conciliar, el arzobispo Huonder, en buenas relaciones
con el Papa Francisco, que confiesa y predica con el beneplácito de los superiores.
Por eso los verdaderos discípulos de Jesucristo siempre serán perseguidos. "Si al padre de familia lo llamaron Beelzebub, ¿cuánto más a los de su casa? (Mt X, 25) "Los hijos se levantarán contra su padre y contra su madre y los matarán, y seréis odiados de todos por causa de mi Nombre, pero el que persevere [fiel a la doctrina de la fe] hasta el final, ese será salvo" (Mt X, 22).
Por eso los verdaderos discípulos de Jesucristo siempre serán perseguidos. "Si al padre de familia lo llamaron Beelzebub, ¿cuánto más a los de su casa? (Mt X, 25) "Los hijos se levantarán contra su padre y contra su madre y los matarán, y seréis odiados de todos por causa de mi Nombre, pero el que persevere [fiel a la doctrina de la fe] hasta el final, ese será salvo" (Mt X, 22).
Por
lo tanto, perseveremos, con la gracia de Dios, en fidelidad a la Iglesia de
siempre, a la enseñanza católica preconciliar de todos los Papas, y en la
resistencia a las autoridades infieles que conducen a la Iglesia a la tumba
como, antes, ellos llevaron a Nuestro Señor al Gólgota. Pero Nuestro Señor nos
dijo: "No tengáis miedo, rebaño pequeñito, porque el Padre ha querido
daros el Reino" (Lc XII, 32). "Tened ánimo porque yo
he vencido al mundo" (Jn XVI, 33).
Terminamos
con buenas noticias, agradeciéndoles, queridos amigos, por sus generosas
donaciones y préstamos que permitirán, una vez que termine el confinamiento, la
adquisición de una hermosa propiedad con una bella capilla destinada al
seminario. El primer subdiácono fue ordenado el sábado 28 de marzo. Será
ordenado diácono el viernes 26 de junio y, Deo volente, será nuestro primer
sacerdote el próximo año.
A
peste, fame et bello, liberanos,
Dómine, bajo la protección de la Santísima Virgen María, San José y San
Luis María.
Avrillé,
28 de abril de 2020, en la fiesta de San Luis María Grignion de Montfort.
+
Mons. Jean-Michel Faure