La religión Charlie o religión másónica,
la cual se describe muy bien en este artículo,
es una religión que los que la profesan no saben que profesan, pues sostienen
dogmas y llevan a cabo rituales “antirreligiosos” en nombre del laicismo
todopoderoso. En realidad se trata de una religión de imbéciles, engreídos y,
sobre todo, de cobardes. Leyendo la siguiente entrevista, queda más claro por
qué.
Recientemente acaba de ensuciar con su
presencia nuestro país el director del célebre pasquín francés “Charlie Hebdo”,
Gérard Biard. Este es un representante de la Francia más boba e infatuada, manejada
por la masonería, cuyo actual representante es el presidente Macron, verdadera
marca de decadencia total del país galo. Parece que “Charlie” fue invitado para
un encuentro de “intelectuales” llamado “Ideas”. No sabemos en qué vomitadero
se juntaron los grandes “pensadores”, pero sí que la vil y mediocre prensa del
sistema (masónica, judaica, izquierdista y, claro, muy democrática) ha
celebrado el encuentro tratando de darle manija. Verdaderamente todo es una
prueba más de hasta dónde pueden llegar las miserias humanas. Haremos algunos
comentarios en rojo.
Charlie Hebdo:
"Los franceses matamos a Dios"
Defensor
acérrimo del laicismo, el periodista Gérard Biard cuenta cómo siguieron tras el
atentado del extremismo islámico en el que murieron 12 personas.
No se dejen
llevar por las apariencias: Gérard Biard no es un hombre libre.
(Interesante:
los que se proponen como maestros de la “libertad”, ahora no son libres).
Aunque haya
viajado de París a Buenos Aires, aunque sea una de las estrellas del encuentro
"Ideas", que empieza hoy, aunque en ese encuentro se reúnan
pensadores de distintos lugares del mundo. Él, Biard, el director de la revista
francesa Charlie Hebdo no es libre: anda con custodia desde que, en enero de
2015, dos hombres entraron a la redacción al grito de "Alá es grande"
y mataron a 12 personas a los tiros.
Por publicar
viñetas burlándose de todos y de Mahoma también (¿Los
mataron por publicar viñetas burlándose de todos, o burlándose de Mahoma? ¿Los
musulmanes quisieron vengar también al Dios verdadero de los cristianos?).
Por defender
con los dientes apretados pero con una carcajada en la boca la idea del Estado
laico de la que Francia gusta hacer gala (La expresión
muestra la incongruencia, la incoherencia, el sinsentido permanente de los
periodistas zurdos, en este caso quien hace la entrevista es una feminista: no
se puede estar con los dientes apretados y una carcajada a la vez. La periodista podría haber dicho “con los
puños cerrados y una carcajada”, pero eso hubiese parecido más “agresivo”. Los
dientes apretados indican claramente el odio furioso que los carcome).
Fue un tiro
al corazón de la idea de la libertad de expresión en que se han fundado las
democracias occidentales (Exacto). Y por la
herida que abrió ese tiro se colaron preguntas antes inaceptables: ¿Es legítimo
poner límites a la libertad de expresión? ¿Es válido hacer callar a quien
ofende? De lo que siguió: ¿Acaso ofender es necesario para garantizar la libertad
de expresión, dado que para tirar flores nadie la necesita?
Todo eso pasó
cuando un día en París los hermanos Chérif y Said Kouachi entraron con fusiles
a la redacción de Charlie Hebdo. La policía los mató dos días después, cuando
la prensa todavía hablaba de ellos como "supuestos autores" de la
masacre. No venían de lejos: habían nacido en París.
Desde
entonces -y este jueves acá, en Buenos Aires- Biard anda custodiado. Le
preocupa saber que hoy su cara estará en los diarios (Que
se embrome). No se puede -por ejemplo- salir con él a la vereda, por más
que el fotógrafo insista de todas las maneras. Apenas se logra, con mucha
negociación y cuidado, pararlo en un balcón (Oh, qué
miedo tiene este campeón de la libertad). Y los policías que lo tienen a
cargo miran la escena nerviosos.
-¿Está
todo perdonado, como decía la primera tapa de la revista después del atentado?
-Elegimos esa
tapa, en la que Mahoma sostiene el cartel que dice "Yo soy Charlie",
porque nadie puede decir con certeza su verdadero significado. ¿Es el profeta
quien dice "Todo está perdonado" o es la redacción de Charlie Hebdo?
¿O los dos? Trabajamos mucho en esa tapa. Queríamos encontrar el mensaje
adecuado después de lo que había pasado. Queríamos que no fuera gracioso, pero
que hiciera reír (el único que pudo haber reído ha sido
el diablo, pero con una risa siempre triste y desesperada).
-¿Cómo
apareció la frase?
-Fue muy
tarde, a la noche, la hizo el historietista Luz. Estábamos cansados, habíamos
probado varias tapas muy diferentes, en un momento él estaba sentado en una
esquina y dijo, "Bueno, me voy a ir a dormir, pruebo la última". Hizo
esto y nos lo mostró a todos... y nos reímos. Y supimos que ok, era ésta.
-Y
ahora para usted ¿está todo perdonado?
-No soy
creyente, no sé si existe el perdón, si creo en el perdón, es algo demasiado
religioso. (Tema clave: estas personas no creen en el
perdón, sólo se alimentan de rencor. Pero, si no perdonan, ¿cómo serán
perdonados?)
-¿Por
qué? Yo te puedo perdonar por algo.
-No, podés
entenderlo pero el perdón es otra cosa, borrar la importancia de un hecho.
Nunca uso esa palabra. En Francia tenemos una larga relación con la religión,
tenemos esta palabra, "laicismo", que tiene una larga historia.
-Que
empieza cuando...
-Creo que hay
tres momentos en la historia del laicismo. Uno en el siglo XVII, cuando Enrique
IV da derechos políticos a los hugonotes (que eran protestantes). Al hacer eso,
en cierta manera dijo que el Estado no tenía una religión oficial porque le dio
derechos políticos a otra religión. El segundo momento es la Revolución
Francesa, por supuesto. Ahí nació la filosofía del laicismo y hubo una acción
muy fuerte: matar al rey, que era el representante de Dios. Es decir, nosotros,
los franceses, matamos a Dios (Sí, claro). Y el
tercer momento es 1905, con la ley de completa separación de la iglesia del
Estado. Y algo más: el secularismo anglosajón dice que el Estado no interfiere
en asuntos religiosos. El francés es al revés: es la religión la que no se mete
con los asuntos del Estado (Entonces el Estado es su
dios y el laicismo su religión).
-Si
los franceses mataron a Dios, ahora Dios parece haber mandado emisarios a matar
franceses...
-El problema
es que en el nombre de Dios podés matar a quien quieras (falso. Lo verdadero es que en nombre de la Libertad, la democracia y el
laicismo se pueden matar hasta a los más inocentes mediante el aborto),
eso es lo que se hace en todas partes. Si tratás de encontrar una razón de
estos asesinatos, por qué ISIS mata gente en gran parte del mundo, vas a tener
miles de motivos. Matan donde quieren establecer un poder político. El Islam es
una religión, por supuesto, pero sobre todo es política.
-Como
el catolicismo (del
Judaísmo, no hay que hablar, por supuesto).
-¡Claro! Es
absurdo decir que el islamismo no tiene nada que ver con el Islam y que el
terrorismo islámico no tiene nada que ver con el Islam. Es como decir que la
Inquisición no tuvo nada que ver con el catolicismo. Decir que el Islam es una
religión de paz no significa nada, ninguna religión es absolutamente de paz o
de guerra, es algo que la gente usa para sí misma o para controlar a otra
gente. Y la religión no es más que una idea (esto dice
un idólatra de la libertad).
-Pero
es una idea que se propone como una verdad absoluta.
-Sí. Y cuando
vamos al terreno político, la religión es totalitarismo. Porque esta es la
verdad, nuestra ley es la verdad: no podés discutir mi ley, no podés cambiarla,
no podés ni decir que no estás de acuerdo.
-Hace
unos años el laicismo se daba por hecho. Ahora, por ejemplo, hay provincias con
educación religiosa... ¿Qué pasó con las democracias liberales? ¿Fallaron? El
mundo es más religioso que hace 50 años (Terrible para estos libertarios)
-Por
supuesto. En Francia y en otros países la izquierda se olvidó de que estaba
contra la religión.
-¿Por
qué?
-Porque el
Islam hoy es la religión de los desposeídos. El error de la izquierda es
confundir la religión con la condición social.
-En
los últimos atentados los atacantes no llegaron de afuera. Los Estados no
consiguieron integrarlos, que vivieran bien...
-De acuerdo.
Pero la izquierda no quiso decir que la situación social no se resuelve a
través de la religión y permitió que se dijera que una religión iba a permitir
a las clases sociales relegadas salir de allí. Y han aceptado que se les dieran
derechos religiosos en vez de derechos sociales (¿Quieren
Libertad para todo pero no para los “derechos religiosos”? Entonces ellos
mismos están dando ese mensaje que deploran: “no podés discutir mi ley,
no podés cambiarla, no podés ni decir que no estás de acuerdo”)
-¿Qué
condiciones políticas necesita una revista como Charlie Hebdo para existir?
-La
democracia. Punto. (He allí un producto típico de la
democracia)
-¿Y
está funcionando?
-Sí, lo que llama la atención es que
Charlie Hebdo, una revista que se ha reído de todos los poderes políticos, que
siempre ha criticado a las instituciones, que nunca tuvo buena relación con la
Policía, hoy está protegida por la Policía. Eso significa que la democracia
funciona, hoy hay policías que cobran para morir en mi lugar, si llega el caso.
Y lo hacen. Eso confirma la idea de que la democracia funciona (He aquí la actitud más vil y cobarde: el tipo se proclama un
campeón de los derechos, la democracia y demás, pero anda acobardado siendo
incapaz de pagar el precio de defender esas ideas. El cristiano da su vida por
lo que cree, es decir, la verdad, Cristo. El masón, laicista, revolucionario,
quiere que otro dé la vida por lo que él cree. Vive con miedo a la muerte. O
sea, defiende la idea de la libertad, siendo que él no conoce la verdadera
libertad. Recordamos una frase de Ezra Pound: “Si un hombre no está dispuesto a arriesgarse por sus ideas, o sus ideas
no valen nada, o ese hombre no vale nada”.
-Las
ventas de la revista subieron después del impacto. ¿Y ahora?
-Estamos en
un nivel que nos permite continuar sin problemas, se vende más que otros
periódicos, y eso que hay una gran crisis de la prensa francesa.
-¿Más
o menos que antes del ataque?
-Mucho más.
Mucha gente nos descubrió en ese momento. Somos un periódico viejo, de los años
70, que tuvo una pausa de 1980 a 1992 y volvió con periodistas históricos y
otros nuevos. Siempre había sido un periódico satírico y político pero no se
puede hacer sátira política en estos días como se hacía en los 70. En los 80
apareció una emisión de televisión muy popular, Les Guignols,
actuada por marionetas que eran caricaturas de políticos, de artistas, de
cantantes, y que comentaba la actualidad. Generalizaron una forma de sátira muy
violenta, muy comprometida. Lo transgresor que tenía Charlie Hebdo tenía que ir
por fuera de eso. Hubo que ser más agudos (¡!).
Pero también el mundo había cambiado y políticamente un periódico de izquierda
como Charlie Hebdo no podía tener la misma posición que en los años 70. Por
ejemplo, tuvimos un enorme debate interno sobre la guerra de Kosovo, sobre si
estábamos de acuerdo con una intervención militar para detener una limpieza
étnica si nos manteníamos con nuestra postura tradicional, que era pacifista.
El slogan de Charlie Hebdo era "Abajo todas las armas".
-¿Y
qué pasó?
-Se partió la
redacción. Una parte sostuvo la intervención, otra se opuso.
-¿Y
qué pusieron en la tapa?
-Hubo varias
tapas, pero en general apoyamos la intervención.
-Usted
está en la organización Zeromacho, a favor de las mujeres- Cómo ve la
prohibición de la burka en lugares públicos que se decidió en Francia?
-La burka no
es feminista (¿Y la bikini lo es?). ¿Alguna vez
te pusiste una?
-No.
-Yo sí. No es
sólo lo que se ve de afuera, es decir, un fantasma. Desde adentro no se ve
nada. No se ve el mundo. La burka no es un símbolo religioso, es una
herramienta para apartar a las mujeres del espacio público. Sé que hay
feministas que lo defienden..
-La
duda es si el Estado, al decidir cómo no se pueden vestir las mujeres, no las
violenta también.
-Hay cosas
que el Estado establece: si salgo a pasear desnudo me van a llevar preso. Acá
el Estado entiende, y creo que tiene razón, que en una democracia, donde
teóricamente hay igualdad entre hombres y mujeres, no se debe apartar, borrar,
a las mujeres del campo público.
-¿Cómo
ve Europa en 20 años?
-Uffff no soy
Nostradamus... Europa se fundó al revés, primero como una entidad económica y
después como una entidad política (¿De qué Europa habla
este energúmeno? Del engendro de la Unión Europea, claro. Antes no existía
Europa). Hoy tenemos el multiculturalismo, es verdad, pero sobre todo
hay un retorno violento de las identidades, que se enfrentan. Europa se fundó
sobre el libre mercado en lugar de fundarse sobre el universalismo (masónico, desde luego).
Biard sonríe.
Suave, amable. Y se va: custodiado.
Patricia
Kolesnicov