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martes, 5 de julio de 2016

LOS ACUERDISTAS SIGUEN TENTANDO A DIOS: MONS. FELLAY ANUNCIA UNA NUEVA CRUZADA DE ROSARIOS





Dios resiste a los soberbios, y da su gracia a los humildes”.
(Sant. IV,6)


Una nueva Cruzada de Rosarios por parte de la FSSPX, ¿es una buena noticia?

El Catecismo Romano de Trento (P. IV, C. VII) nos indica una serie de pecados que sobre todo deben evitarse para orar con fruto. La soberbia y el menosprecio de la palabra divina se cuentan entre aquellos que malogran la oración.

Todos rezamos en la Tradición por la consagración de Rusia, así como la Sma. Virgen lo pidió. Pero entre las intenciones señaladas por Mons. Fellay, se encuentra en cuarto lugar y como intención particular, la protección de la Sma. Virgen para con la FSSPX. Cabe aquí preguntarse, ¿cómo la FSSPX pide lo que a su vez ella misma rechaza? Es decir, ¿cómo puede ser eficazmente protegida si ella misma -como política oficial- tiene como Norte el integrarse a la iglesia conciliar y ponerse bajo el poder de los enemigos de la propia religión católica? ¿Busca ser protegida por la Virgen y a la vez ser “protegida” por un acuerdo “seguro”, con “garantías”? ¿Vincula esa protección divina al deseado “acuerdo con garantías”? Y ¿cuál es el contexto en el que Mons. Fellay ha decidido lanzar una nueva “Cruzada de Rosarios”? El de un acercamiento a las autoridades modernistas que, si se reconoce como peligroso hasta por los mismos acuerdistas, no se evita y no se quiere evitar. La soberbia bulímica* de los impulsores de este imposible entendimiento o “reconciliación” se ha manifestado más de una vez en el sentido de que la misma Fraternidad tuviera que cumplir un papel inexorable, un gran y trascendente papel por el cual, si bien corre ciertos riesgos, estaría al fin “blindada” contra toda posible y total defección. Lo cual se intenta transmitir a los anoréxicos* reacios a entenderse con Francisco y sus secuaces. Para esto nada viene mejor que una nueva “Cruzada de Rosarios”, ¿verdad?

La Cruzada no puede tener efectos positivos mientras la FSSPX continúe sus intenciones de unirse a la Roma modernista. Cuando pide la protección para sí misma, debe ser en tanto y en cuanto no actúe neciamente, como las vírgenes bobas de la parábola evangélica. Si van a ir a meterse bajo el poder de la mafia vaticana y piden al Cielo ser protegidos para poder conservar su apego a la Tradición, es como un señor que va a un prostíbulo y pide ser protegido contra el sida (¿palabra fuerte? ¿Olvidamos acaso que Mons. Lefebvre habló de que esta gente modernista tenía el sida espiritual?). Los acuerdistas tientan a Dios cuando, al mismo tiempo que piden su protección, tratan de llegar a un acuerdo con Roma apóstata y anticristo, o se muestran dispuestos a aceptar un “reconocimiento unilateral” que someterá necesariamente a la FSSPX al poder de la jerarquía liberal. “El que aparta su oído para no oír la Ley, su misma oración es objeto de maldición” (Prov. XXVIII, 9). ¿Y qué dice la Ley de Dios?


“Guárdate de contraer jamás amistad con los habitantes de aquella tierra, lo que ocasionaría tu ruina” (Éxodo 34,12).

“Nunca he ido a sentarme en las reuniones de la gente vana, ni conversé jamás con los que obran la iniquidad. Aborrezco la sociedad de los malvados y evitaré siempre la comunicación con los impíos”. (Salmo 25, 4-5)

“… He aborrecido a los transgresores de la Ley. Conmigo no han tenido cabida hombres de corazón depravado; ni he querido conocer al que con su proceder maligno se desviaba de mí. No admitía en mi mesa hombres de ojos altaneros y de corazón insaciable… No morará en mi casa el que obra con soberbia, ni hallará gracia en mis ojos aquél que habla iniquidades” (Salmo 100, 3-7) 

“No te aficiones a los caminos de los impíos, ni te agrade la senda de los malvados: húyela, no pongas el pie en ella; desvíate y abandónala”. (Proverbios 4, 14-15)

“Apártate del hombre perverso, y estarás lejos de obrar el mal”. (Eclesiástico 7, 2).

“No os juntéis bajo el yugo desigual con los que no creen. Pues ¿qué tienen de común la justicia y la iniquidad? ¿O en qué coinciden la luz y las tinieblas? ¿Qué concordia entre Cristo y Belial? ¿O qué comunión puede tener el que cree con el que no cree? ¿Y qué transacción entre el Templo de Dios y los ídolos? Pues Templo del Dios vivo somos nosotros, según aquello que dijo Dios: “Habitaré en ellos y andaré en medio de ellos; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartáos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y Yo os acogeré”. (Segunda Carta a los Corintios 6, 14-17)

“Os mandamos, hermanos, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo, que os retiréis de todo hermano que viva desordenadamente y no según las enseñanzas que recibió de nosotros”. (Segunda Epístola a los Tesalonicenses 3,6). 

“Os exhorto, hermanos, que observéis a los que están causando las disensiones y los escándalos, contrarios a la enseñanza que habéis aprendido y que os apartéis de ellos”. (Romanos, 16, 17) 

“Sabiendo ante todo que en los últimos días vendrán impostores burlones que, mientras viven según sus propias concupiscencias, dirán: ¿Dónde está la promesa de su Parusía? Pues desde que los padres se durmieron todo permanece lo mismo que desde el principio de la creación… A vosotros, empero, carísimos, no se os escape una cosa, a saber, que para el Señor un día es como mil años y mil años son como un día… Pero el día del Señor vendrá como ladrón… Vosotros, pues, carísimos, que lo sabéis de antemano, estad en guardia, no sea que aquellos impíos os arrastren consigo por sus errores y caigáis del sólido fundamento en que estáis…” (2 Pedro 3; 3, 4, 8, 10) 

“Si viene alguno a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa ni le saludéis. Porque quien le saluda participa en sus malas obras”. (2 Juan, 1; 10-11) 

De igual modo puede decirse que tal Cruzada no puede ser bendecida mientras la FSSPX se aparta de lo enseñado y legado por su fundador Monseñor Lefebvre:

“Muchos de los que nos han abandonado para unirse a Roma (conciliar) no comprendieron justamente lo que es el liberalismo y cómo las autoridades romanas, desde el concilio Vaticano II, están infestadas de estos errores. Si lo hubieran comprendido, hubieran huido, la hubieran evitado, se hubieran quedado con nosotros. Pero ellos no quieren creer en estos errores ¡Es grave! Porque al acercarse a estas autoridades, uno se contamina forzosamente. Estas autoridades están imbuidas (…) de los principios del liberalismo: necesariamente, ellas actúan de conformidad con su manera de pensar. Por consiguiente, cuando ellas comienzan a tener relaciones con nosotros, ellas imponen estas ideas, puesto que son las autoridades. Son las autoridades, nosotros somos los inferiores, entonces ellas nos impondrán sus ideas. Mientras ellas no se deshagan de estos errores, del liberalismo y del modernismo, no habrá medio de entenderse con ellas.” (Conferencia a sus seminaristas en septiembre de 1988).

“No puedo hablar mucho del futuro, ya que el mío está detrás de mí. Pero si vivo un poco aún y suponiendo que de aquí a un determinado tiempo Roma haga un llamado, que quiera volver a vernos, reanudar el diálogo, en ese momento sería yo quien impondría las condiciones. No aceptaré más estar en la situación en la que nos encontramos durante los coloquios. Esto se terminó. Plantearía la cuestión a nivel doctrinal: “¿Están de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los papas que los precedieron? ¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei, Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están en plena comunión con estos papas y con sus afirmaciones? ¿Aceptan aún el juramento antimodernista? ¿Están a favor del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo?”. Si no aceptan la doctrina de sus antecesores, es inútil hablar. Mientras no hayan aceptado reformar el Concilio considerando la doctrina de estos papas que los precedieron, no hay diálogo posible. Es inútil.” (Entrevista concedida a la revista Fideliter Nº 66, 1988).


*Bulimia y anorexia parece ser un tema importantísimo para la FSSPX, al punto de merecer ser tema de portada de la última edición de la revista del Distrito Sudamérica. ¿Quizás en prevención del trastorno del “bullying” que deberán colocar en la portada, una vez producido el acuerdo con los modernistas?