Se dan a conocer estos
hechos porque el P. Pfeiffer se dedica habitualmente a denigrar a Mons.
Williamson, acusándolo, entre otras cosas, de proteger a un Sacerdote pedófilo.
Desconocemos los detalles del caso, pero confiamos en que el Obispo cree en el arrepentimiento
y enmienda de ese Sacerdote, y en que su actitud hacia éste se funda en la
verdadera caridad.
“El que esté libre de pecado, lance la primera piedra”.
¿El P. Pfeiffer tiene derecho a
lanzar la primera piedra? ¿Qué pasa en este orden de cosas con el P.
Pfeiffer, feroz acusador y lapidador implacable de Mons. Williamson?
En un sermón dado el 13 de marzo de este año (llamado
curiosamente “Malicia Eclesiástica”), el P. Pfeiffer afirma lo siguiente:
"En Filadelfia también han
tomado nuestra capilla, por lo que la gente ahora va a la Misa del Padre N. Él
es amigo de nosotros. Es un largo viaje en coche, pero él está tomando el
cuidado de esas personas".
Pero sucede que el “Padre N” es un
pedófilo condenado en proceso canónico y en proceso criminal deL fuero civil
(¡¡¡!!!).
En efecto, la diócesis “X” emitió un comunicado diciendo:
Se informa a los fieles que “N”,
antiguamente sacerdote de la Diócesis “X”, fue removido del estado clerical y
regresado al estado laico por el Santo Padre, papa Francisco, (fecha). […] En
(fecha), el Obispo “Y” retiró a “N” del ministerio público cuando la Diócesis
de “X” se dio cuenta que había sido arrestado por posesión de pornografía
infantil, por lo cual “N” fue sentenciado a dos años de libertad condicional.
[…] El señor “N” tiene prohibidas sus funciones como sacerdote en la Iglesia
Católica y no debe presentarse como tal.
Otra diócesis:
Las indicaciones más recientes son
que "N” ha estado sirviendo en la Capilla “X”. Esta capilla no está
afiliada de ningún modo a la Diócesis o a la Iglesia Católica. Ya que el
Sr.“N” ha sido removido del estado clerical, tiene prohibidas sus funciones
como sacerdote en la Iglesia Católica y no debe presentarse como sacerdote. Su
celebración de los sacramentos sería gravemente ilícita, y en el caso de matrimonio
y absolución sacramental, normalmente inválido.
El testimonio de un fiel del P. Pfeiffer:
Este “N” vino a Boston la primavera
pasada. No solo los seminaristas le estaban sujetos sin ninguna advertencia
acerca de su verdadera identidad, sino que uno de los seminaristas, muy
familiarizado con este caso, alertó al P. Pfeiffer acerca de él. Fue ignorado
rotundamente, al igual que la protesta pública universal acerca de Ambrose fue
rotundamente ignorada.
Un abogado, fiel tradicionalista, defendió al “padre N” de
las acusaciones en su contra. Sólo para después retractarse públicamente con
estas palabras (extracto):
Retractación de mi defensa al “P.
N”, la cual ofrezco con una disculpa pública.
Cuando él me dijo que era inocente
de descargar intencionalmente pornografía infantil y no podía defenderse de
estos cargos sin comprometer el secreto de confesión, hice un esfuerzo para
encontrar evidencia para cuestionar la verdad de los cargos en su contra.
Durante los últimos dos años, pero
particularmente durante los últimos seis meses, he llegado a conocer al “P. N”
mucho mejor. Admito haber cometido un serio error de juicio acerca de su
carácter. Él ha sido sorprendido repetidamente en actos de engaño, detracción y
calumnia por varios testigos. La evidencia de sus fallas morales habituales y
obstinadas fueron puestas ante un consejo, que advirtieron que debía ser
removido inmediatamente. También fue puesta ante un sacerdote anciano, un
abogado canonista quien, después de una amplia investigación, dijo que yo tenía
la obligación de removerlo, así como una responsabilidad moral de hacer
reparación por haberlo traído a nuestra misión.
Ya no puedo justificar la hipótesis
de la inocencia del “P.N” respecto a su condena criminal. Me engañó y continúa
engañando a muchos otros, de que es un hombre virtuoso, pero la verdad siempre
sale a la luz al final. Es con pesar, pero por obligación moral, que por este
medio formalmente retracto cualquier cosa que dije o escribí en su defensa. Me
disculpo con cualquiera que pudo, basado en mi defensa, presumir que fue
injustamente perseguido por las autoridades judiciales y los oficiales
diocesanos. Su registro público es el de un criminal condenado por cargos
relacionados con la pornografía infantil, y advierto a todos los que se confíen
ellos mismos y sus familias a él, que tengan esto en mente.
Carta firmada.
Por si esto fuera poco, el “padre” N fue ordenado en el
Novus Ordo, y antes de entrar al seminario, se dedicaba al modelaje...