“La Fraternidad será acusada de exagerar los errores del
Vaticano II, de criticar de manera
abusiva los escritos y los actos del Papa y de los obispos, y de aferrarse de
una manera demasiado rígida a los ritos tradicionales, en definitiva, tener una
tendencia al sectarismo, que un
día llevará al cisma”
(Mons. Lefebvre. Carta a los miembros de
la FSSPX, julio de 1989, citada en Su Excelencia Mons. Lefebvre, Nuestras
relaciones con Roma, El Combate de la Fe Católica nº 167, pág. 299).
“En
la Fraternidad estamos haciendo de los errores del Concilio súper-herejías,
convirtiéndolo en el mal absoluto, peor que todo, de la misma manera en que los
liberales han dogmatizado este concilio pastoral. Los males ya son
suficientemente dramáticos como para exagerarlos. (cf. Roberto de Mattei Una historia jamás
escrita pág. 22, Monseñor Gherardini Un debate que comienza pág.
53, etc.). Ya no se hacen distinciones. Mientras que Monseñor Lefebvre hizo
varias veces las distinciones necesarias respecto a los liberales. Esta falta de distinción lleva a uno u otro
de entre ustedes a un “endurecimiento absoluto”. Esto es grave porque esta
caricatura ya no está en la realidad y en el futuro desembocará
lógicamente en un verdadero cisma. Y puede ser que este hecho sea uno
de los argumentos que me empuja a no demorar más en responder a las instancias romanas.”
(Mons. Fellay. Carta a los tres obispos, Menzingen, 14 de abril de
2012)