MONS. LEFEBVRE Y
LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
Monseñor Lefebvre
siempre pensó que la Consagración de Rusia debía realizarse:
La Santísima
Virgen desea que Rusia sea consagrada a su Corazón Inmaculado. ¿Por qué? Para
que su hijo reine en Rusia. Para que el reinado de Nuestro Señor Jesucristo
regrese a ese país que ahora está entregado a Satanás, el instrumento de
Satanás para destruir el reinado de Nuestro Señor Jesucristo en toda la humanidad,
en el mundo entero. Entonces la Santísima Virgen, Ella, que aplasta la cabeza
de la Serpiente, Ella, que lucha contra Satanás, sabe que es allí que hay que
traer la bendición de Dios. Es por eso que Ella pidió que Rusia sea consagrada
a su Corazón Inmaculado. Ella quiere ser la Reina de Rusia, para hacer reinar
allí a su Hijo. Sermón, Pascua, 22 de abril de 1984.
Y con el objetivo
de poner fin a este asalto infernal, ¿no convendría obedecer el deseo explícito
de la Virgen María en Fátima, de consagrar nominalmente a Rusia a su Corazón
Inmaculado? Carta de Mons. Lefebvre al Card. Ratzinger, 17
abril 1985.
Si los obispos con
el papa consagran Rusia a la Virgen Santísima de Fátima -al Inmaculado Corazón
de María- ellos temen que los comunistas se pongan furiosos. Y ahora, con el
ecumenismo, ellos quieren ser amigos de los comunistas, y es muy difícil ser
amigos de los comunistas y hacer la consagración. El papa tiene miedo. Tiene
miedo. Entrevista a Mons. Lefebvre, 27 de abril de 1986 en
St. Michael's Mission, Atlanta.
María pidió que el
papa y todos los obispos consagraran el mundo, y más particularmente Rusia, a
su Corazón Inmaculado y al Corazón de Jesús. No lo hacen. Se niegan a hacer lo
que María pide. Hay una verdadera oposición a la Virgen María porque la Virgen
María no es ecuménica. Sermón 14 mayo de 1989, Pentecostés.
CONSAGRACIÓN DE
RUSIA AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, REALIZADA POR MONS. LEFEBVRE EN FÁTIMA EL
27 DE AGOSTO DE 1987
En agosto de 1987,
al ver que la crisis de la Iglesia no cesaba de agravarse en castigo por la
desobediencia de la jerarquía, Monseñor Lefebvre fue en peregrinación a Fátima
con sus principales colaboradores. El día 27, después de la Misa celebrada ante
2000 fieles, el fundador de la FSSPX hizo la siguiente consagración de Rusia al
Corazón Inmaculado de María:
Prosternados al
pie de vuestro trono de gracia, oh Reina del Santísimo Rosario, nos
proponemos cumplir, en cuanto está de nuestra parte, los pedidos que has
expresado al venir hace 70 años apareciéndote a nosotros sobre esta tierra.
Los abominables
pecados del mundo, las persecuciones dirigidas contra la Iglesia de Jesucristo,
más todavía, la apostasía de las naciones y de las almas cristianas, y,
finalmente, el olvido por parte de la mayoría de los hombres de tu maternidad
de gracia destrozan tu Corazón doloroso e Inmaculado, tan unido en su Compasión
a los sufrimientos del Sagrado Corazón de tu divino Hijo.
Con el fin de
reparar tantos crímenes, Tú has pedido el establecimiento de la devoción
reparadora a tu Corazón Inmaculado. Con la finalidad de detener los flagelos de
Dios que has predicho, te constituiste en la mensajera del
Altísimo para requerir del Vicario de Jesucristo, unido a todos los Obispos del
mundo, la consagración de Rusia a tu Corazón Inmaculado. Desgraciadamente, no
han tenido en cuenta todavía tu mensaje.
Por esto, a fin de
anticipar el dichoso día en que el Soberano Pontífice accederá por fin a los
requerimientos de tu divino Hijo,
sin atribuirnos una autoridad que no nos pertenece, mas penetrados de solicitud
por la suerte de la Iglesia universal, por una humilde súplica dirigida a tu
Corazón Inmaculado, y unidos a todos los Obispos, sacerdotes y creyentes
fieles, nos hemos resuelto a responder por nuestra parte a los pedidos
del Cielo.
Dígnate, pues, oh
Madre de Dios, aceptar en primer lugar el acto solemne de reparación que
presentamos a tu Corazón Inmaculado por todas las ofensas con que él, junto al
Sagrado Corazón de Jesús, es destrozado por parte de los pecadores y de los
impíos.
En segundo lugar,
en cuanto está en nuestro poder, damos, entregamos y consagramos Rusia a tu
Corazón Inmaculado: te suplicamos,
en tu maternal misericordia, tomar esta nación bajo tu poderosa protección,
hacerla dominio tuyo en el cual reines como Soberana, hacer de esa tierra de
persecución una tierra de elección y de bendición. Te conjuramos a que sometas
a ti tan bien esta nación que, convertida de su impiedad legal, llegue a ser un
nuevo reino para Nuestro Señor Jesucristo, una nueva herencia para su dulce
cetro. Que convertida también de su antiguo cisma, regrese a la unidad del
único redil del Pastor eterno, y que sometida así al Vicario de vuestro divino
Hijo, llegue a ser una ardiente apóstol del reinado social de Nuestro Señor
Jesucristo sobre todas las naciones de la tierra.
Te suplicamos
además, oh Madre de misericordia, por este milagro tan espléndido de tu
omnipotencia suplicante, que manifiestes al mundo la verdad de tu mediación
universal de gracia. Dígnate en fin, oh Reina de la paz, conceder al orbe la
paz que el mundo no puede dar, la paz de las armas y la paz de las almas, la
paz de Cristo en el Reino de Cristo, y el Reino de Cristo por el reino de tu
Corazón Inmaculado, Oh María, amén.