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miércoles, 8 de octubre de 2014

CARTA DE LOS DOMINICOS DE AVRILLÉ: ¿“ANTILIBERALES”? CONOCER EL ERROR PARA DEFENDER LA VERDAD.







En una conferencia a sus seminaristas en septiembre de 1988, Monseñor Lefebvre respondió a la objeción de aquellos que decían: “Usted solo habla de antiliberalismo y de antimodernismo, usted es demasiado negativo…” Estas son las palabras del prelado:

No nos dejemos intimidar por estos epítetos que nos dan: “¡Ustedes son antiliberales! Todo lo que se hace en el seminario, es antimodernismo!” No se dejen impresionar por estas reflexiones que podrían ser hechas también a todas las encíclicas de los papas anteriores al concilio y también a toda la fe de la Edad Media, a toda la vida de la Edad Media, que era una vida de cristiandad, donde Nuestro Señor reinaba en la sociedad.

Y explicaba: Para ser médicos de almas, hay que conocer las enfermedades. La salud, nosotros la conocemos: Son los principios de la fe. Pero hay que comprender los errores que, hoy en día, se oponen a los principios de la fe, y especialmente al error del liberalismo que está en la raíz de todos los errores modernos. Hay que estar armados para defenderse y prevenir a las almas que nos son confiadas. Por otra parte, la Iglesia siempre lo ha hecho así; desde el origen, ella ha luchado contra los errores de los judaizantes y de los gnósticos, luego contra los cátaros, los protestantes, los jansenistas, los “filósofos” de las luces, el laicismo, etc.

Es muy importante, continúa Monseñor Lefebvre, y en esto, no hacemos más que seguir a los papas, todos los papas, que han estudiado y condenado el liberalismo. Es asombroso, cuando se hace el inventario, ver el número de encíclicas, desde los papas Pio VI, Pio VII y hasta el papa Pio XII, el número de enseñanzas que tienen por objeto la persecución de los errores.

Por ejemplo, para tomar solo un aspecto del liberalismo, su instrumento principal, la masonería. Entre los siglos XVIII y XX, como verdaderos pastores de almas, los papas promulgaron alrededor de quince documentos contra las sectas masónicas. La encíclica Humanum Genus de León XIII es la más conocida. ¿No es esto significativo?

Estudiar estos errores, es comprender lo que destruye la sociedad, lo que destruye las almas, lo que destruye la Iglesia… Si no los conocemos, seremos católicos incapaces de contener el mal. No comprenderemos el por qué la situación es tan dramática en el mundo y en la Iglesia. No solamente seremos impotentes de luchar eficazmente contra esta invasión, sino que nosotros mismos nos dejaremos ganar. Es por eso, concluye Monseñor Lefebvre, que “es una necesidad absoluta estudiar el liberalismo, conocerlo bien”.

Muchos de los que nos han abandonado para unirse a Roma (conciliar) –añadía- no comprendieron justamente lo que es el liberalismo y cómo las autoridades romanas, desde el concilio Vaticano II, están infestadas de estos errores. SI lo hubieran comprendido, hubieran huido, la hubieran evitado, se hubieran quedado con nosotros. Pero ellos no quieren creer en estos errores ¡Es grave! Porque al acercarse a estas autoridades, uno se contamina forzosamente.

Estas autoridades están imbuidas (…) de los principios del liberalismo: necesariamente, ellas actúan de conformidad con su manera de pensar. Por consiguiente, cuando ellas comienzan a tener relaciones con nosotros, ellas imponen estas ideas, puesto que son las autoridades. Son las autoridades, nosotros somos los inferiores, entonces ellas nos impondrán sus ideas. Mientras ellas no se deshagan de estos errores, del liberalismo y del modernismo, no habrá medio de entenderse con ellas.

¿Qué hacer?

¡Estudiar! Estudiar la verdad, por supuesto, pero también los errores, y especialmente el error actual del liberalismo, que los papas denunciaron con tanta insistencia en sus grandes encíclicas desde hace 250 años. Existen libros sobre estos temas, libros que todo católico debería tener en su biblioteca y que es necesario leer atentamente, con pluma en mano, para comprender bien toda la importancia.

Sin querer ser exhaustivos, damos algunos títulos actualmente disponibles en las buenas casas editoras (nota del blog: damos solamente los títulos disponibles en pdf en español):

Sobre el liberalismo:

El liberalismo es un pecado de Don SARDÁ Y SALVANI.
Le destronaron, Monseñor LEFEBVRE.


Sobre Cristo Rey:

Para que Él reine, que era la obra de base de la antigua Ciudad Católica.


Sobre el aspecto histórico del combate de la Iglesia contra sus enemigos, hay que leer:

La conjuración anticristiana de Monseñor DELASSUS.


Sobre la crisis en la Iglesia, hay que leer:

La Iglesia Ocupada, de J. PLONCARD D’ASSAC

Para los que leen francés, les recomendamos la lectura de la revista Le Sel de la terre de los Dominicos de Avrillé.

Monseñor Lefebvre concluyó así su conferencia:

Debemos tener el afán de informarnos, de leer, de trabajar. (…) Podemos comparar el liberalismo a un sida –un sida espiritual- que destruye la defensa del organismo espiritual como el sida destruye las defensas del organismo corporal: (…) el cuerpo ya no tiene defensas, la enfermedad se propaga, y no hay manera de detenerla. Pues bien, el sida espiritual es la misma cosa: este liberalismo es un verdadero sida que destruye las defensas del reino de NSJC, que retira la convicción, que aniquila las defensas contra los adversarios del reino de NSJC (…) Hace caer todas las fortificaciones de la Iglesia contra sus enemigos, las demuele. La enfermedad entra, ya no hay defensa, y se perece absolutamente. ¡No nos metamos con ellos o contraeremos también su sida!