El
R.P. Jean Michel Faure recibió su primera monición canónica por parte del Padre
Bouchacourt.
Efectivamente, el impenitente negador del deicidio ahora es el Pilatos del Padre Faure, al cual se atrevió a pedirle que “repare el escándalo causado”.
El Padre Faure no ha hecho sino denunciar las desviaciones liberales y traidoras de la cúpula de la FSSPX, el Padre Faure sólo ha cumplido con su deber de Pastor de almas. Pero bien dice Nuestro Señor: “Os expulsarán de las sinagogas…” (Juan XVI, 2).
Padre Bouchacourt: ¿quién es el revolucionario, aquél que defiende la Doctrina de siempre, que defiende el legado de Monseñor Lefebvre, o aquél que exculpa al pueblo judío del deicidio?
Rvdo. P.Jean-Michel Faure
Martínez, 1 de
julio de 2014
Preciosísima Sangre de N.S.J.C.
Reverendo y
estimado Padre:
Como responsable
del territorio en que usted ha residido y ejercido su apostolado como miembro
de nuestra Fraternidad hasta fechas recientes, me compete el deber de dirigirme
a usted para hacerle la primera amonestación canónica exigida por el derecho y
por el buen gobierno de todo instituto clerical, a fin de establecer los hechos
censurables, recordarle las obligaciones contraídas y pedirle que se reintegre
sin tardar a su familia sacerdotal, evitando las dolorosas ·e inevitables
consecuencias canónicas que resultarían en caso de que usted persista en su
situación actual.
Por razones
excepcionales que nos son conocidas, se le permitió durante años ejercer su
ministerio sacerdotal en Paraguay, prácticamente en solitario, manteniendo
vínculos jurídicos y fraternales tanto con el seminario de La Reja como con el
Distrito de América del Sur.
El 2 de febrero de
2013 fue publicada en internet una declaración conjunta de varios sacerdotes,
entre ellos usted, que fue interpretada y recibida como un ataque abierto a la
autoridad del Superior General. A partir de esa fecha inició usted un
ministerio irregular, independiente de la Fraternidad, sumándose a la llamada
"resistencia" capitaneada por sacerdotes que también se desvincularon
de la Fraternidad.
Desde entonces se
han sucedido múltiples declaraciones públicas confirmando no sólo su apoyo a
este movimiento revolucionario sino su incitación eficaz y continuada para que
los fieles de nuestras capillas se sumen también a la rebelión de los
sacerdotes. Señalo en particular su entrevista del 5 de septiembre de 2013 (en
la que dio su versión sesgada del capítulo general de 2012, incluyendo una
relación de detalles internos sin respetar la confidencialidad jurada por todos
los participantes), su designación por S.E.R. Monseñor Richard Williamson como
"coordinador de la resistencia" en septiembre de 2013, y el
comunicado del 22 de diciembre de 2013.
Son igualmente
accesibles en internet muchos de sus sermones, pronunciados en centros de misa
fundados sin ninguna referencia a la autoridad y ostensiblemente en oposición a
los superiores legítimos de la Fraternidad, circunstancia que si no fuese
conocida por los que al azar encuentren sus sermones en YouTube, pronto
quedaría patente al oír en ellos las críticas virulentas y ataques constantes
que lanza contra sus superiores.
Aunque se haya
separado usted voluntaria e unilateralmente de la Fraternidad a todos los
efectos y se encuentre ejerciendo en la actualidad un ministerio independiente
de su estructura, no por ello queda usted libre de cumplir con las graves
obligaciones y solemnes compromisos resultantes de su ordenación sacerdotal y
de su oblación perpetua. En virtud de esas obligaciones y compromisos, le hago
una primera monición canónica conforme al derecho, pidiéndole que se reintegre
a la Fraternidad, dándole a escoger como residencia el priorato de Santiago de
Chile o la casa de retiros en Montgardin, Francia.
Una segunda
monición seguirá a la presente si en quince días hábiles no cumple usted con la
condición exigida o no manifiesta su intención de acatarla en cuanto le sea
factible y sin mayor demora. Transcurrido otro plazo de quince días hábiles sin
que haya habido conformidad por su parte, el Superior General incoará el
procedimiento de expulsión prescrito por el derecho canónico, considerando en
particular: 1) que todo clérigo está obligado a manifestar respeto y obediencia
a sus superiores, 2) que la desobediencia pertinaz a los mandatos legítimos de
los superiores en materia grave y el escándalo son motivos de expulsión, 3) que
el derecho propio de la Fraternidad establece como motivo de expulsión la
desobediencia obstinada, y 4) que el mismo derecho propio considera como delito
suplementario la difusión pública de un litigio.
Todo ello quedando
salvo su derecho de defensa, que puede -si así lo prefiere- dirigir
directamente al Superior General.
Pido a Dios y a la
Santísima Virgen, estimado Padre, que se dé usted cuenta de lo injusto y falso
de sus acusaciones, que repare el escándalo causado y que muy pronto esté de
regreso con su familia sacerdotal, en la que ha sido hasta hace poco un miembro
universalmente respetado y por la que tanto ha trabajado. Tantus labor non sit
cassus!
R. P. Christian
Bouchacourt Superior de Distrito
R. P. Pablo Suárez Notario ad hoc